entrevista
Jimmy Cornell: «El cambio climático es un desafío gigante para el mundo pero el tiempo se acaba»
El navegador británico de origen rumano ha recibido de manos de la asociación 'Cádiz con Elcano' el premio Juan Sebastián Elcano por su trayectoria
Lleva toda una vida entregado a su pasión: el mar. A sus 82 años sigue ayudando a otros navegantes, a los que guía en sus aventuras por mares y océanos.
'Cádiz con Elcano' ha distinguido con el premio Juan Sebastián Elcano a este amante de la navegación, al que premia por su dilatada trayectoria y por sus méritos en la promoción y organización de regatas y travesías oceánicas alrededor del mundo.
Es fundador del Club Mundial de los Cruceros, desde donde ayuda a cientos de personas a cumplir su sueño de navegar cada año; y es autor de numerosos libros con gran éxito de ventas.
-¿Qué supone para usted recibir este premio en Cádiz?
-Para mí es un gran honor porque es un reconocimiento de mis éxitos, de mis libros, de los eventos náuticos que he organizado y de todo lo que he hecho en mi vida. Tengo un espíritu muy altruista y me encanta ayudar a otros navegantes que, como a mí, les gusta tanto el mar.
-¿Conocía Cádiz?
-Sí, vine hace años a un festival flamenco, que me encanta. Y luego he vuelto dos veces más acompañado de mi mujer Gwenda para visitar la ciudad.
-¿Qué opina de la labor de la asociación 'Cádiz con Elcano' en su defensa por la cultura marítima? ¿Cree que en España y en Cádiz aún falta afianzar esa relación con el mar?
-Pues creo que aún falta esa cultura marítima. Por ejemplo, mis libros no se venden en España como en otros países como Francia, Alemania o Estados Unidos. Creo que a España le falta historia de aventura en el mar. De hecho, hay muy pocos libros de aventuras relacionadas con el mar. La relación con el mar no puede ser solo la travesía para el descubrimiento de América. Estoy seguro de que tiene que haber alguna razón para esa falta de interés. Incluso cuando puse en marcha el proyecto Desafío Elcano para recorrer el mundo a bordo de un barco eléctrico para conmemorar el quinto centenario de la primera vuelta al mundo, y que al final no salió, tampoco encontré un gran interés.
-Uno de los objetivos de esta entidad es difundir los valores que se aprenden al navegar ¿Cuáles son esos valores para usted?
-Pues ese trabajo en equipo, la responsabilidad, la disciplina, el ayudar a los demás. Son valores muy claros en la navegación.
-Cuéntenos su primera experiencia con el mar, su primer contacto con la vela.
-Mi primer contacto con el mar fue a los nueve años, con una colonia de vacaciones cuando aún vivía en Rumanía. Ahí empezó mi fascinación por el mar. Ya empecé a navegar cuando llegué a Inglaterra, que era reportero de la BBC y mandaba mis crónicas a la radio.
-Un buen día decidió emprender la vuelta al mundo con su mujer y sus dos hijos pequeños. ¿Cómo fue la experiencia?
-Al principio fue difícil porque parecía una locura, con dos niños pequeños a los que no queríamos cortar su futuro. Mi mujer, que era profesora, se encargó de la educación de los niños durante toda la travesía alrededor del mundo. Llegó mi momento de elegir entre seguir trabajando como periodista o cumplir mi sueño y ganar en libertad. Y teníamos que hacerlo siendo jóvenes. Gwenda es una mujer fantástica y también muy aventurera y lo hicimos con mucha seriedad y responsabilidad. Y en el año 1975 salimos para esa vuelta al mundo.
-¿Les ha inculcado a sus hijos su misma pasión por navegar?
-Si, por supuesto. Ellos, además de navegar conmigo, también lo hacen solos. Y ahora también mis nietos.
-De todos los países que ha visitado durante sus travesías. ¿Con cual se quedaría?
-Sin duda alguna la Antártida. Es un mundo distinto. He estado dos veces y ya la última vez me dí cuenta que tarde o temprano va a desaparecer por culpa del cambio climático y el calentamiento global.
-Una de sus grandes preocupaciones es el cambio climático. ¿Están amenazados nuestros mares y océanos?
-Sí, aunque hay una mayor concienciación, sobre todo entre los más jóvenes, no es suficiente con los sacrificios que podamos hacer los ciudadanos. El cambio climático es un desafío gigante para el mundo y los países deben actuar con urgencia y seriedad porque el tiempo se acaba. No podemos esperar más.
-Es fundador del Club Mundial de Cruceros. ¿Cuál es su labor?
-Es una idea que partió de organizar travesías pero en grupo y han resultado todo un éxito. Hasta ahora he organizado 42 travesías transatlánticas, 2 transpacíficas y 5 vueltas al mundo.
-Algunos de los libros que ha escrito se han calificado como la Biblia del navegante. ¿Cual es la clave de su éxito en ventas?
-Todos los libros que he escrito han sido para mí y para ayudar a los demás navegantes. Tratan sobre rutas de navegación, planificación de viajes en alta mar, atlas de cartas náuticas del mundo y también he escrito una autobiografía.
-¿Su próxima aventura?
-Ahora mismo no busco más aventuras. Ya, a mis 82 años, no navego. Ya mi mujer y mis hijos me han dicho: párate Jimmy.