cádiz

Investigados dos entrenadores de fútbol infantil por compartir imágenes porno en un chat del equipo: «No es una gamberrada, es delito»

La madre de uno de los jugadores descubrió estos 'gif' y 'stickers' y puso la denuncia ante la Policía Nacional. «No lo podía permitir», asegura

El club, por su parte, mantuvo una reunión con el resto de padres para informarles y tomó la decisión de cesar los entrenamientos y apartar a los implicados una vez que conocieron la denuncia

Los entrenadores han sido destituidos. la voz
María Almagro

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Las imágenes difundidas en un grupo de chat de un equipo de fútbol infantil de Cádiz están siendo investigadas por la Policía Nacional debido a su grave contenido pornográfico y que, sobre todo, hayan sido enviadas a más de una decena de niños en un canal 'no oficial' de este equipo. Menores de 11 y 12 años. Por su parte, el juzgado de instrucción número 3 de Cádiz tramita ya esta denuncia una vez que ha sido puesto en su conocimiento por la Unidad de Familia y Mujer (UFAM) de la Comisaría de Cádiz.

Todo se destapó este pasado 26 de enero. Era domingo y la madre de uno de estos jugadores se puso a revisar el móvil de su hijo. Entró en un canal de whatsapp del equipo de fútbol, el Club Deportivo Lagunense, y, según su testimonio y así aporta en la denuncia como prueba, descubrió una serie de mensajes (en formato de gif y stickers) que dos de los entrenadores estaban compartiendo en este canal. «No puedo ni describirlos... pornográficos, pedófilos, siniestro e incluso violentos, un contenido muy explícito», relata la madre. «No sabía qué hacer y lo primero que pensé fue ponerlo en conocimiento del club». De esta forma, ese mismo domingo, se puso en contacto con el coordinador de la entidad. Así le trasladó el contenido: unos ocho vídeos de unos segundos y una imagen donde se veían escenas de alto contenido sexual.

Según explica, estos mensajes fueron compartidos por dos de los entrenadores, de 19 y 20 años, mientras que otro de ellos, de unos 40 años, estaba en ese mismo chat, «y no les llamó en ningún momento al orden». Ante esta situación, la madre pidió que los supuestos autores de estos hechos fueran «destituidos inmediatamente pero no hicieron más que anunciar en otro chat 'oficial' que ese otro grupo se iba a anular y que convocaban una reunión de padres». «Le dije que no compartía esa idea y que iba a tener que ir a denunciar si no hacían en ese mismo momento algo».

Y así y, como denuncia la madre, pasaron varios días hasta que «al no tener conocimiento de que fueran a tomar una decisión inmediata decidí ir a la Policía a pesar de que sabía que podía exponer a mi hijo y no quería, pero no lo podía permitir».

Fue entonces, según este relato, cuando acudió a la Comisaría y trasladó que se iba a investigar «cuando se tomaron medidas desde el club». «Tuvieron la reunión de los padres y el equipo directivo antes y se decidió que estos entrenadores continuaran. Yo no hubiera ido a la Policía, que sé que es lo que hay que hacer, si llegan a actuar de otro modo y antes. Me he sentido sola, me han tomado como exagerada y loca, nos han llamado insensatos y señalado por hacer lo que había que hacer. Otros padres quizá no se habían ni enterado. La Policía no tramita una chorrada y esto no ha sido una gamberrada, es uno o varios delitos, no es ninguna broma». «Denuncio el hecho en sí, por supuesto, pero también la inacción que tuvo el club».

Por su parte, el coordinador del Lagunense considera que han actuado «de la manera debida». «Tuve conocimiento el domingo cuando me llamó la madre. Pedí de inmediato que se anulara ese grupo que no es el oficial y convoqué dos reuniones: una con los entrenadores para que me explicaran y otra con los padres. La reunión con los padres no pudo ser hasta el martes debido a que las hacemos en un colegio y no estaba disponible la sala», detalla. «Y además decretamos que hasta que no se supiera qué había pasado no había ni un entrenamiento más».

Y así tres días después se celebró la reunión a la que asistieron todos los padres salvo los denunciantes. «Se expuso todo lo ocurrido». Pero antes de entrar en las valoraciones hablaron los entrenadores implicados. Según este testimonio «contaron que habían sido una cadena de mensajes en ese tono, lo admitieron, pidieron disculpas y dijeron que se habían equivocado». Algunos padres mostraron su enfado pero, finalmente, se consideró que había sido una «gamberrada» y se decidió que continuaran.

Sin embargo y tras tener conocimiento de la querella, los investigados fueron apartados y ya no tendrán vínculos futuros con el club. «Nunca habían tenido ningún problema, los padres estaban encantados con ellos pero se ha actuado desde la mayor sensatez para no hacer daño a los niños. Yo le dije a la madre que hiciera lo que ella considerara y que no me coaccionara sobre cómo tenía que actuar. Era algo que tenía que llevar antes a la junta directiva y así hice», defienden desde el club.

En cuanto a la investigación, de momento se está tomando declaración a todas las partes implicadas ya que estos hechos podrían ser constitutivos de varios delitos relacionados con la difusión de imágenes pornográficas entre menores y daños a su libertad sexual, una cuestión que ya resolverá la justicia.

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