Periodismo
«Con la Inteligencia Artificial habrá más desinformación y los medios deben ser el faro entre la niebla»
David Pou diserta sobre la IA en la sede de la Asociación de la Prensa de Cádiz: «Las vanguardias no matarán el periodismo, pero sí lo modificarán»
La pregunta no es si las máquinas me quitarán el trabajo; es si estoy aportando valor
Jacob Jiménez: «La Inteligencia Artificial no es un terreno inalcanzable ni una amenaza, sino una herramienta poderosa al alcance de todos»
«Con la Inteligencia Artificial vamos a recuperar la humanidad que habíamos perdido»
La Inteligencia Artificial despierta ¿más miedo o más ilusión? La cuestión recibe respuestas diferentes según el contexto, pero en un ágora instruido y además interesado en su aplicación, la contestación es abrumadora. Sí, creemos en ella, representa el éxito en un futuro tan cercano que se toca con las manos. No, no hay sentimiento de luto o duelo. Estupendo. Pero en el 'feedback' se desprenden sensaciones cuanto menos contradictorias, porque vienen impregnadas si no de ese canguelo, de cierta congoja. La dificultad de poder discernir entre realidad y ficción, la pérdida de puestos de trabajo, el campo libre a la desinformación...
...pero en definitiva, ¿qué más da? Como experimento social puede resultar interesante, pero estas sensaciones, las opiniones personales o comunitarias, no contienen ninguna influencia global y los recelos, las barreras y reticencias son particulares, propias. La IA está aquí y va a cambiar (ya lo hace de hecho) el mundo. Es como ponerle la zancadilla a un tren de alta velocidad. Que el tren no sea español, se entiende.
David Pou, graduado en comunicación audiovisual y miembro de Prodigioso Volcán, una empresa transformadora a través de la comunicación, ha esbozado en la APC ese viaje del periodista hacia la transformación IA, gracias a un espacio colaborativo financiado por Diputación de Cádiz y organizado por CCOO. A la velocidad en la que se producen los avances (las aplicaciones que aprendes hoy no valen ni para ayer), la clave es la conciencia y la mentalización. La aceptación, que no la sumisión. Porque «en 2030 todo el mundo usará la IA», y 'ese todo el mundo' incluye hasta a los periodistas.
«Se abrió un nuevo camino a final de 2022 con el ChatGPT y su evolución ha sido rapidísima, por eso nos sentimos un poco avasallados», reconoce Pou. «Lo cierto es que en cuestión de poco tiempo subirá el 8% del PIB del país. El 58% de los puestos de trabajo en España se van a ver transformados, positivamente hablando. Y el 6% de los puestos serán reemplazados por algún tipo de IA generativa, pero se crearán otros, como en cualquier generación«. Estadísticas relevantes a la par que anodinas que ahora perfectamente te redacta y completa precisamente esa Inteligencia Artificial, con datos y algoritmos casi infinitos.
El empoderamiento de los periodistas
«La IA va a empoderar a los periodistas. Nos hará más productivos, más flexibles«, pero se encuentra de momento con una resistencia (lógica y humana) cimentada en la desinformación y la sobreinformación, en absoluto antónimos. Los expertos avisan, un mensaje para aquellos que se frotan las manos pensando en reducción de personal. Que no costes. »Es más rentable invertir en personas que en tecnología. Estas herramientas pueden quedar en el olvido, la clave es que los profesionales sepan utilizarla y sacarle el jugo». Porque antes de iniciar este camino, la clave es interiorizar que »estamos ante una transformación cultural, no sólo profesional», y eso provoca un vuelco de diferentes paradigmas.
¿Y voy a perder mi trabajo? Esa no es la cuestión. «La pregunta es si estoy aportando valor». Porque si no lo tiene, ahí sí que interviene la máquina y lo hará igual o mejor que un humano. «Los pilares de la IA son el hardware (fuerza), los datos (conocimiento) y el software (inteligencia para generar algo nuevo)». Magnífico para optimizar tiempo y esfuerzo ante tareas repetitivas sin ningún valor añadido. Siempre como complemento, apoyo, sostén. Como un bastón en el que apoyarse cuando flaquean las rodillas. ¿Hay alguien que pueda estar en contra de un bastón?
Además, «con la actual IA generativa», todo se simplifica y se hace más fácil. «Ya no tenemos que aprender el lenguaje de las máquinas, sino que ellas entienden nuestro lenguaje». Todo se arregla con diálogo. Y con dinero pues todas las herramientas multiplican su potencial con sus versiones 'prime'.
La IA y el periodismo
Hasta aquí, todas las nociones son aplicables a cualquier profesión, a cualquier ejercicio. En el periodismo se presenta una amenaza propia: la desinformación. «Se corre un riesgo, porque con la IA la desinformación iría a más».
«En un solo año se han generado 15.000.000.000, más que en toda la historia de la fotografía», apunta Pou, quien reconoce que empieza a ser imposible distinguir la realidad de la IA. «Por ello hay que tener la concienciación y los medios deben ser el faro en la niebla. Los periodistas tenemos una mirada más crítica, de contraste», pero hay quienes no la tienen, incluso quienes no saben que se pueden reproducir vídeos o imágenes de la Alhambra y la Torre Eiffel completamente en llamas. Fakes.
Así que la credibilidad la tendrá la fuente, y en eso la prensa ha de trabajar duro para recuperar el prestigio. «Los medios deben ser la fuente de verificación fiable y válida». Por tanto, más tiempo para contrastar, menos para contenidos repetitivos sin valor. Los medios han de ser más importantes que nunca en estos tiempos de redes sociales. «Ser una referencia. Volver al antes».
Hay periodistas que llevan meses poniéndolo en práctica (dos premios Pulitzer cuenta con el apoyo de la Inteligencia Artificial). 'Mass media' con enorme influencia internacional ya incluyen la IA «como una herramienta de servicio (artículos con voz, traducciones…), siempre con supervisión humana (es como el piloto automático en un avión) y con ética y responsabilidad». Por ello será clave la formación (que el profesional sepa lo que quiere hacer), contar con recursos y tecnología y aferrarse con pulcritud a un código ético. «Las vanguardias no matarán el periodismo, pero sí lo modificarán». No hay que ser muy inteligente para ver que ya lo están haciendo.
