REYES MAGOS 2025

Aún queda otra noche de nervios e ilusión tras la Cabalgata de los Reyes Magos en Cádiz

Sus Majestades desafían al mal tiempo y recorren las calles gaditanas un día antes para repartir caramelos y fantasía a los más pequeños

Directo de la cabalgata de los Reyes Magos de Cádiz 2025: así ha sido el minuto a minuto con vídeos y fotos

FOTOS: Melchor, Gaspar y Baltasar protagonizan una Cabalgata de cine en Cádiz en 2025

Cabalgata de los Reyes Magos de Cádiz 2025. ANTONIO VÁZQUEZ

Cada año atraviesan medio mundo en un largo y extenuante periplo desde Oriente para traer a Cádiz regalos e ilusión y repartirlos entre los más pequeños. Inaccesibles al cansancio y desafiando al mal tiempo previsto para este domingo 5 de enero, Sus Majestades los Reyes Magos han adelantado el recorrido para reavivar los sueños de los niños gaditanos en una tarde atípica, pero marcada por la magia y la esperanza.

Y ahí estaban los más pequeños congregados desde primera hora de la tarde en los alrededores de la glorieta Ana Orantes para gritar fuerte sus deseos. Aunque, esta vez, tendrán que esperar una noche más para recibirlos. La intensa agenda de Melchor, Gaspar y Baltasar comenzaba bien temprano. Concretamente, a las nueve de la mañana, con la partida de la comitiva real hacia la residencia San Juan de Dios, donde han visitado a los mayores. De allí, partían a visitar la Fundación Cajasol y la Fundación Martínez Pinillos, y, tras ello, fue el turno del Hospital Puerta del Mar, donde han visitado a los enfermos y les trasmitieron el calor propio de la festividad de estos días. La mañana finalizó con la visita a la Comandancia de la Guardia Civil. Un recorrido habitual de cada año en el que no se pierde de vista a los que más lo necesitan.

Ya por la tarde, en los momentos previos al comienzo de la cabalgata, la avenida principal de Cádiz se llenaba de público que no quería perderse el Cortejo Real, por muy extraña que fuera. Porque si hay algo que siempre está presente en esta ciudad es la ilusión. En todos los ámbitos. Da igual que fuera cuatro de enero y que tuviesen que esperar una noche más para abrir los regalos porque los nervios se sentían a flor de piel.

Sobre las 16:45 horas, un gran estruendo de sirenas de la Policía Local anunciaba la llegada de Sus Majestades. Gritos, aplausos y muchas ganas de llenar las bolsas de caramelos. También paraguas, porque algunos se estaban preparando para las inminentes lluvias. Melchor, Gaspar y Baltasar, además del Cartero Real y la Estrella de Oriente llegaban a sus carrozas, apostadas en fila india desde la plaza de Telegrafía Sin Hilos hasta la glorieta Ana Orantes.

A veinte minutos de comenzar el cortejo, los diferentes grupos de animación que lo componían llegaban y, al mismo tiempo, amenizaban el momento previo a la cabalgata en los alrededores de su salida. Bailarines, bailarinas, bengalas, muñecos hinchables y pasacalles animación formaban parte del recorrido.

Desde aquel año del 'oso perjudicado' todos estaban expectantes. Fue histórico y difícil de olvidar. Pero no se tuvo que lamentar ningún incidente por parte de los muñecos, por lo que todo trascurrió con normalidad y no hubo anécdota nada más empezar.

La ilusión y la magia se palpaban en el ambiente. Durante todo el recorrido, los niños estaban subidos en los hombros y brazos de sus padres, nerviosos tras las vallas de protección y agachándose para la competición más importante de la jornada: quien se lleve más gomilonas a casa, gana. Desde las ventanas y balcones también aparecían sonrisas y gritos de emoción para ver lo más cerca posible a los Reyes Magos de Oriente. Y alguna que otra mirada al cielo. Vaya a ser.

A esa hora también andaban por la avenida principal gaditana los rezagados de última hora. Algunos portaban roscones de Reyes, bolsas de regalos y papeles para envolver en estas dos noches mágicas que aún nos esperan. Y es que muchos comercios y bares de la zona hacen su particular verano en este día en el que la avenida está más transitada que nunca.

Villancicos, música de al actualidad y pasodobles

Con puntualidad inglesa, a las 17:00 horas, como estaba previsto, comenzaba la cabalgata con el arranque de más de 100 músicos de la agrupación de Polillas desfilaban con indumentaria acorde al día de Reyes Magos y un gran repertorio de villancicos, canciones infantiles, música de actualidad y pasodobles.

Le seguía un original pasacalles que honraba el espíritu Cineccitta y Dolce Vita. Los asientos plegables rojos daban al bienvenida a los espectadores, junto a la cabina, la caja registradora, un tramo de entradas de cine y otras sorpresas que dejaban boquiabierto a los más pequeños.

Tras ellos, aparecía la primera carroza, el Grinch de la Navidad. Uno de los personajes más conocidos de esta fiesta. Porque aunque parezca que la odian, las ganas de repartir ilusión se notaba de lejos.

Antes de dar paso al resto de carrozas, aparecía la animación 'Antártida', integrada por cuatro animales polares inmensos e iban acompañados de cuatro figurantes caracterizados de esquimales portadores de diferentes tipos de atrezo con el que interactuaban con el público.

Bolsas de caramelos

Las familias se agachaban para no dejar ni un caramelo en el suelo. Incluso muchos niños pedían al personal de seguridad que se los acercara por debajo de la valla. «Muchacho, acércame los caramelos que se han quedado en la carretera», gritaban los protagonistas de la tarde. «Mira, mira ya tengo casi la bolsa llena». La inocencia y la alegría compartida en días como hoy.

A continuación, le siguió Frozen, la carroza de dos alturas que llevaba consigo a la protagonista. Simulaba un bloque inmenso de hielo ficticio, creando un entorno helado en el que actores y niños han podido interactuar. Los personajes de esta batea estaban totalmente entregados en este sábado.

Llegaba el turno del espectáculo de ballet 'El último pétalo'. Una escena en la obra de La Bella y la Bestia que le dieron animación y mucho ritmo a los más pequeños -y mayores- de esta cita. Diferentes partes del castillo de la Bestia, vidrieras, lámparas, arbotantes y puertas. A todo ello se le sumaba la carroza de estos personajes de Disney. Los tres grandes ventanales iban iluminados por cabezas robóticas para darle notoriedad a la carroza en la distancia.

Pasacalles integrados por una gigantesca oruga con gran maniobra y dotada de efectos de luces led en las antenas y en el cuerpo, seis figurantes caracterizados como seres de los bosques bailaban y jugaban con el público asistente para dar paso a la carroza de los Pitufos en Navidad. Además de doce actores que junto a un carro con luz y sonido, representaban a una divinidad griega que era la diosa de la visión.

La euforia de los tres Reyes Magos

Y apareció la Estrella de Oriente, transmitiendo una felicidad difícil de explicar. Brillaba, como ya prometía en sus presentaciones. Después del aluvión de animación y temática, llegaba el Cartero Real. Le seguía un desfile compuesto por tres Reyes Magos hinchables y sus respectivos pajes, un equipo de sonido y una máquina de chispas de fuego frío.

Pero la euforia llegó al aparecer las carrozas de los tres Reyes Magos. En primer lugar, el Rey Melchor, luego le seguía el Rey Gaspar y, por último, Baltasar. Las tres iban iluminadas y rodeadas de decoración estelar, con cañones de confeti metalizados.

La llegada de la comitiva a la plaza de San Juan de Dios se produjo entorno a las ocho de la noche, momento en el que Melchor, Gaspar y Baltasar, junto a la Estrella de Oriente y el Cartero Real, hicieron el tradicional saludo en el balcón del Ayuntamiento de Cádiz deseando que «se cumplan todos los deseos». Y que se acuesten temprano, porque mañana hay que volver a ver los Reyes en el Palacio de Congresos por última vez antes de la gran noche.

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