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El Hotel de las Cuatro Torres de Cádiz avanza en su ampliación y en la recuperación de patrimonio histórico

Aunque los trabajos de estructura están muy avanzados, la propiedad no se atreve a dar aún una fecha de apertura debido a la magnitud del proyecto

El Hotel Casa de las Cuatro Torres de Cádiz se prepara para su ampliación

El emblemático e histórico edificio se ubica en el número 4 de la plaza de Argüelles. antonio vázquez

BEATRIZ ESTÉVEZ

Cádiz

El Hotel Casa de las Cuatro Torres se encuentra inmerso en su ampliación. Fue el pasado mes de diciembre cuando se iniciaron los trabajos previos en la finca anexa -la número 4 de la plaza Argüelles- con objeto de rehabilitarla de forma integral para dar cabida a otra veintena de habitaciones, así como una sala polivalente en la azotea, una biblioteca y una segunda cocina del establecimiento hotelero de dos estrellas que abrió sus puertas en 2017 en el número 3 de dicha plaza.

LA VOZ de Cádiz ha podido visitar el interior del histórico inmueble, cuyos trabajos de estructura se encuentran muy avanzados. El estudio de arquitectura gaditano PujolCruzPizarro Arquitectos ha diseñado el proyecto y la empresa Cala de Araucaria SL se está encargando de materializarlo.

No obstante, aún queda mucho trabajo por delante para estimar una fecha de apertura de este ala del hotel boutique. La propiedad se muestra cauta ante una obra de tal magnitud en una casa palacio que está catalogada como Bien de Interés Cultural (BIC) y que cuenta con el máximo grado de protección -el 0- en el Plan General de Ordenación Urbana (PGOU).

Se trata de uno de los edificios más emblemáticos del siglo XVIII de la capital gaditana que se construyó entre 1736 y 1745, promovido por el comerciante sirio Juan Clat Fragela. «Este señor era un avanzado, lo que hizo en estos edificios no es normal, y está claro que se rodeó de los mejores para construirlos...», asegura la actual dueña desde la bella y singular torre mirador, que regala unas vistas excepcionales del casco histórico de la ciudad y del mar que la baña.

Imagen principal - 1. Imagen de la noble escalera de mármol por la que se accede a las otras tres plantas de la finca.  2. La azulejería que aún persiste en el edificio va a ser restaurada y volverá a lucir en la ampliación del hotel. 3. Vistas al Monumento a Las Cortes desde una de las ventanas de la tercera planta del inmueble.
Imagen secundaria 1 - 1. Imagen de la noble escalera de mármol por la que se accede a las otras tres plantas de la finca.  2. La azulejería que aún persiste en el edificio va a ser restaurada y volverá a lucir en la ampliación del hotel. 3. Vistas al Monumento a Las Cortes desde una de las ventanas de la tercera planta del inmueble.
Imagen secundaria 2 - 1. Imagen de la noble escalera de mármol por la que se accede a las otras tres plantas de la finca.  2. La azulejería que aún persiste en el edificio va a ser restaurada y volverá a lucir en la ampliación del hotel. 3. Vistas al Monumento a Las Cortes desde una de las ventanas de la tercera planta del inmueble.
DETALLES 1. Imagen de la noble escalera de mármol por la que se accede a las otras tres plantas de la finca. 2. La azulejería que aún persiste en el edificio va a ser restaurada y volverá a lucir en la ampliación del hotel. 3. Vistas al Monumento a Las Cortes desde una de las ventanas de la tercera planta del inmueble. Antonio Vázquez

Dada la calidad de los materiales usados en la construcción de la finca, todos ellos se van a restaurar y a conservar en el futuro hotel, porque la intención de la propiedad es «recuperar» la casa palacio y con ella, parte del patrimonio gaditano. De esta forma, se están restaurando absolutamente todos los materiales del inmueble, como la madera, el mármol, el cristal de las vidrieras, las piezas cerámicas y hasta antiquísimos lebrillos que volverán a colocarse en la azotea. Actualmente, las 300 puertas de este histórico edificio -mayoritariamente de madera de cedro, caoba y pino rija- están siendo restauradas en Algeciras, apunta como ejemplo.

Así, a la rehabilitación -que debe ceñirse a unos criterios muy precisos por su máximo grado de protección- se le suma este minucioso proceso de restauración, lo que entraña más tiempo, dificultad y coste. «Pero es que estamos hablando del patrimonio histórico de la ciudad de Cádiz, y esto hay que conservarlo porque es parte de nuestra historia», defiende con pasión la propietaria, nacida en la capital gaditana y especializada en restauración de obras de arte.

Un hotel de puertas abiertas

Por «amor a mi tierra», la gerente del Hotel Casa de las Cuatro Torres abre las puertas de su establecimiento no sólo a sus huéspedes, sino a gaditanos y visitantes que acuden atraídos por la nobleza de este conjunto arquitectónico de estilo neoclásico rematado con las peculiares torres miradores en sus cuatro esquinas. «Esto es patrimonio histórico de Cádiz», incide. "¿Qué importa que suban personas a la azotea para contemplar las torres miradores y disfrutar de estas bellas vistas de la ciudad? A mí me hace feliz que la gente disfrute de esto de forma gratuita», expone con la mirada puesta en el cercano monumento a Las Cortes y girándose posteriormente hacia el mar.

Habitaciones que homenajearán al botánico Celestino Mutis

Una vez concluya la reforma y el acondicionamiento de las 20 nuevas habitaciones, el hotel contará con una única entrada por la plaza de Argüelles, ya que las cuatro plantas de los dos edificios -prácticamente simétricos- estarán comunicadas.

Y a diferencia de las 20 habitaciones actuales, que reciben el nombre de marinos ilustres del siglo XVIII que nacieron o pasaron parte significativa de sus carreras en Cádiz, las nuevas estancias tendrán nombre de plantas, en homenaje al ilustre e insigne gaditano botánico José Celestino Mutis. Así, se bautizarán con nombres de plantas comestibles, como Aloe Vera, Vainilla, Tomate, Batata, Cacao, Maracuyá y Ají; con nombres de plantas medicinales, como Canelo, Espino de Monte, Azalea del Monte, Garañona, Quina, Fraijelón, Hierbaluisa y Clavellino; y con nombres de plantas tintóreas, como Añil, Achiote, Mora, Palo de Brasil, Roldón y Eugenia-Manzanita.

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