investigación
Un helado saludable y apto para diabéticos, patente de la Universidad de Cádiz
Carlo Guerriero, maestro heladero al frente de La Cremería y científico de la Universidad gaditana, da a conocer un helado único que puede ser degustado por personas que padecen diabetes y que, además, contiene un componente antioxidante. «Funciona y está dando resultados positivos», asegura
La Universidad de Cádiz saca pecho con su cartera de patentes, con más de 200 invenciones registradas
En el acto de presentación de la cartera de patentes de la Universidad de Cádiz se han repartido helados, pero no unos helados cualquiera, sino unos únicos en el mercado que han sido patentados por la propia institución académica y que llevan el sello de la reconocida y premiada heladería La Cremería.
Carlo Guerriero, maestro heladero al frente de dicha heladería y coautor de esta patente, ha explicado la invención, que consiste en una mezcla de edulcorantes naturales, estabilizantes y fibra, calculada para respetar los parámetros técnicos necesarios para la producción de helados de calidad, que puede ser empleada por cualquier usuario para fabricar helados aunque no posea experiencia en su fabricación, y que además consigue que el helado obtenido sea apto para el consumo de personas con diabetes, sin poner en riesgo su salud.
Asimismo, el heladero, empresario y también científico (como ingeniero Químico y Biomédico por la UCA), ha especificado que su composición ha sido cuidadosamente equilibrada para asegurar «un sabor natural y una textura cremosa».
Esta innovadora mezcla nace de «una exigencia de mercado» que ha sido posible desarrollar «gracias a que conozco tanto el sector de la gastronomía como el mundo de la ciencia, lo que me ha permitido juntarlos y crear dos patentes relacionadas con la alimentación, que siempre está en continuo desarrollo». De esta forma, «hemos convertido las necesidades que están en el mercado en algo tangible, para dar respuesta así a la demanda que tenemos en nuestra actividad como heladeros«.
Así ha surgido una primera patente en la que se trabaja directamente con el alimento, esto es, el helado, «ya que tiene todos los nutrientes para serlo», y se ha desarrollado un producto que «no sólo es apto para diabéticos, sino que es algo que ahora mismo no existe en el mercado». «Hemos desarrollado -ha añadido- una mezcla de endulzantes que funciona realmente en el nivel de lo que llamamos la variación glucémica en la sangre». Y para ello se ha trabajado, en colaboración con el hospital universitario Puerta del Mar, con niños con diabetes tipo 1. «La experiencia ha sido muy positiva, porque ver a niños que nunca habían podido probar helado degustando uno en presencia de sus padres y sin tener que tomar insulina... todo el mundo llorando«, ha compartido sonriendo Guerriero.
Pero ahí no ha acabado el trabajo, ya que han querido dar «un paso más» para así poder ofrecer un helado «que también fuera saludable», por lo que con ayuda de otros investigadores de la Facultad de Ciencias, como son Enrique Durán Guerrero y Alfonso Lechuga Sancho, «hemos añadido no sólo la parte endulzante sino también un componente antioxidante. Sabemos que nuestro cuerpo se va oxidando con el paso del tiempo y esto genera patologías degenerativas. Así, con la incorporación de este producto natural, que proviene de la producción del vino y que tiene la característica de dar un salto positivo antioxidante, hemos creado algo que ahora mismo no existe en el mercado, por eso se ha podido patentar y, a la vez, estamos dando un paso adelante en este sector».
«Funciona y está dando resultados positivos», ha asegurado antes de recibir el aplauso de las personas asistentes al acto y que minutos después han podido saborear este helado tan único y especial.
