Narcotráfico Cádiz
Harina y un diurético... lo que Perico 'el de las fotocopias' le metía a la cocaína que vendía en Cádiz
NARCOTRÁFICO
«Estoy pasando mierda», llegó a confesar a los agentes de la UDYCO después de que lo hayan detenido por enésima vez este pasado miércoles
Este vecino del barrio de la Palma ya ha estado en prisión; hace diez años le arrestaron por trapichear «con mucha coca» desde su copistería de La Viña. Además tiene penas suspendidas y otras causas pendientes
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El distribuidor de droga más activo del centro de Cádiz adulteraba con fármacos la cocaína que vendía para ganar más dinero
A Perico, que tenía una copistería en La Viña, le pillaron en 2012 vendiendo 'coca' en ese negocio de fotocopias que regentaba en uno de los barrios más céntricos y señeros de Cádiz. Entonces, en aquel registro, le cogieron nada menos que siete kilos de esta droga. Y entonces, también llamó la atención que algunas de las partidas que vendía alcanzaban el 88 por ciento de pureza, una calidad de 'polvo' bastante alta y que, al parecer, destinaba a sus mejores 'clientes'.
De aquello, que fue muy sonado en Cádiz, ha pasado ya más de una década. Perico M. estuvo en prisión. Tuvo que cumplir cinco años de condena por un delito de tráfico de sustancias que causan grave daño a la salud. Sin embargo, y con otras cuentas con la justicia pendientes, parece que ese tiempo alejado de libertad no le alejó de dedicarse a sacarle dinero a la adicción. Este pasado miércoles era nuevamente detenido -ya rondando los 50 años- cuando salía precisamente de la Audiencia de Cádiz, de asistir a una vista por una de esas causas que le colean. Agentes de UDYCO Bahía de la Policía Nacional le habían estado vigilando estos últimos meses y, según sus investigaciones, Perico estaba otra vez en 'acción'.
Pero su perfil, según cuentan, ya no es el mismo. Ahora, ese hombre que manejaba importantes cantidades de cocaína como para tener hasta siete kilos en 'stock', ya no tiene un negocio tapadera, ni un BMW X5 para pasear por la Viña y además parece que las dosis que reparte son menores y de peor calidad. Aún así, y como indican las mismas fuentes, seguía muy activo, siendo uno de los mayores 'camellos' de cocaína del centro de Cádiz. Una droga que, seguramente, 'pillaba' de fuera de la capital y que pasaba tanto a toxicómanos, a consumidores asiduos, o también, a intermediarios que después la vendían a su vez a otros terceros. «Era el más conocido, el que más se movía», dicen de él.
Sin embargo, como se quiere recalcar, la droga que repartía en gramos, estaba muy cortada. Es decir, mezclada, adulterada, con otras sustancias. Ya eso del 88 por ciento de pureza había quedado atrás, como su copistería. Ahora, y según asegura la Policía, a las dosis que ofrecía les echaba harina y fármacos, como uno que se receta normalmente para prevenir la insuficiencia renal. «Estoy vendiendo mierda», cuentan que le llegó a decir a los agentes en su detención.
En el cuarto de contadores
La razón. La primera, el aumentar la apariencia de que las dosis tenían más cocaína de por la que realmente le estaban pagando y que el 'polvo' le diera para más. Y, en segundo lugar, los repetidos decomisos que la Policía está realizando en la capital gaditana y que agota las existencias de los vendedores o, al menos, les está complicando el poder menudear sin salir antes fuera. Además, en este caso, parece que Perico tenía una menor disponibilidad de dinero o de sobrante o también menos confianza por parte de sus propios proveedores que han ido viendo su declive y como ha sido pillado ya en varias ocasiones.
Quizá el mismo temor que le llevó a guardar la droga fuera de su piso. Hace diez años se atrevió a tener los siete kilos en la tienda. Hace una semana, prefirió esconder los 300 gramos de los que disponía para mezclar y vender en el cuarto de contadores.
Al sospechar de este escondite, los agentes de UDYCO solicitaron en el mismo día al juez un mandamiento para poder revisarlo sin problemas y, cuando el perro de la Unidad de Guías Caninos marcó perfectamente en la puerta... al abrir el pestillo, comenzaron a salir los 'paquetes' con droga, la harina y varios botes de Manitol Mein... un diurético osmótico, que aumenta la cantidad de orina producida por el organismo. Todo eso y más se cuenta que Perico le echaba a su supuesta valiosa mercancía. Hasta que hace unos días ha vuelto a ingresar en prisión.