Con 'C' de cádiz

Faly Mosquera: «El Falla se está convirtiendo en una empresa y eso no debería»

rafael mosquera muñoz. corista

Voz autorizada del Carnaval, este insigne carnavalero repasa su trayectoria en una fiesta que se va alejando de sus raíces a medida que va evolucionando o involucionando. He ahí la cuestión.

Faly Mosquera, uno de los grandes de la fiesta. nacho frade

Ha llegado al coro tarde por lo que dice estar disfrutando, pero eso que ganó la comparsa. Rafael Mosquera Muñoz (Cádiz, 1962), viñero de nacimiento y beduino de condición, es un carnavalero de pata negra desde que vio la luz en una casa de vecinos donde cantaban las chirigotas del Carota, entre otras. Mamó la fiesta de su padre, un corista de renombre al que le lloró hace unos días sobre las tablas del Falla tras cantarle un tango a su memoria, esa que quedó grabada en la retina de su hijo desde que partiera su figura el pasado 2020.

A Faly, que sufrió un infarto en 2021, le va la marcha y como viejo rockero de esto que es, mientras más años le caen en el carnet, más responsabilidades se echa a la espalda. Este año va a estar hasta en la sopa de un Carnaval del que habla con la autoridad insalvable de su currículum. Porque este gaditano habla de su fiesta con el sentimiento propio de un hijo que sufre con ciertos cambios que se dan y que chocan frontalmente con los principios que mamó desde la cuna.

Estaba retirado cuando recibió la llamada de un hombre, de mucha cuerda y de más palabra, que le citaba como el que no quiere la cosa para que firmara en una servilleta un compromiso sellado en voz quince años atrás y al que había que ponerle la rúbrica. Y dicho y hecho. Cádiz seguía ganando un segunda de primera y él se llevaba para sus recuerdos una explosión de sensaciones que tan solo puede explicar aquel hijo que canta con la fuerza de su padre.

-¿De qué año es?

-Yo nací en 1962.

-'Güeno e'.

-Era el que había.

-Jaja Ni bueno ni malo.

-Ni bueno ni malo; el que había.

-Jaja ¿Y qué me dice de su infancia? ¿Dónde se ubica?

-En la calle Pasquín.

-Olé. Sir ir más lejos, el otro día me habló de usted Gatica. De esa zona proceden muchos carnavaleros.

-Hombreeee. De allí venimos muchos. Gatica, Juanelo, los Gómez... Tú sabe, una buena.

-¿Dónde estudió?

-En el Varcárcel. Soy nacido en la misma calle Pasquín. Yo no nací ni en el Mora ni en ningún hospital. Yo nací...

-(Interrumpo) Lo que viene siendo en su casa. ¿Y eso?

-Pues porque mi madre esperó más de lo que debía y, además, de aquellas las matronas iban a las casas. Yo soy nacido en la calle Pasquín, en la casa grande, en el número 10. Como es lógico, estuve estudiando, primero en el colegio Capuchinos, arriba, que eso ya no existe. Después pasé a Varcárcel, cuando entré en EGB, que tampoco existe, como el colegio. Y después, a los once años, me vine para acá (San Severiano) porque de entonces estábamos de alquiler.

-¿De alquiler en Pasquín?

-Sí, claro. Eso era una casa vecinos, y lo sigue siendo pero remodelada. Mi padre se compró un piso y nos venimos a San Severiano. Y estando ahí pasé al colegio de formación profesional de San Severiano.

-¿Qué hizo en la FP?

-Yo soy técnico especialista en mantenimiento e instalaciones. Y a eso me he dedicado laboralmente.

-¿Qué quería ser de pequeño?

-Mecánico, como mi padre Carlos. Por eso me saqué la maestría, que en aquellas se llamaba así, no FP. Cogí contratos en el SAS y ya me incorporé como mecánico en el hospital.

-Primeros contactos con el Carnaval. ¿De mano de quién entra? ¿Se acuerda?

-Sí, hombre. Cuando nos venimos a vivir a San Severiano...

-(Interrumpo) Ah, ¿pero sus primeros contactos lo hace en San Severiano, no en la Viña?

-A ver, yo era muy chico allí. Pero es verdad que en la casa de vecinos (de la calle Pasquín) iban a cantar al patio 'Los belloteros', las chirigotas del Carota y todos estos. Así que mi primer contacto es ese. Y después es que mi padre fue en su tiempo uno de los mejores bajos de coros que había.

-De hecho, el otro día le escuché emocionarse al recordarlo tras su actuación en el micrófono de Radio Cádiz a preguntas de mi amigo Edu Marín.

-Así fue, sí.

-Decíamos que su primer contacto con el Carnaval fue en su casa.

-A mí lo que me mete en el mundo del Carnaval es mi padre, con Paco Lastro, Manolo Palacios, el Wiwi y todos esos coristas de antaño. Mi padre inclusive llegó a escribir con Cañamaque, con el que hizo 'Los Convoys de Santa Fe' (1948). Toda esta gente eran 'Los príncipes del Carnaval', 'Las máscaras venecianas'... Muchos coros. Lo que pasa es que mi padre paró porque llegó a ser jefe de mantenimiento del Astillero de Puerto Real y fue él el que empezó el montaje de los astilleros con los pórticos, las grúas y demás. Tuvo que parar porque tenía que estudiar todas las especificaciones de las máquinas y demás para ascender a maestro; hasta que fueron a buscarlo porque la torre de la iglesia de La Palma se estaba cayendo. De hecho, si te fijas, todavía está inclinada un poquito hacia la izquierda. Ante esto, la gente de La Salle Viña hizo la misa típica gaditana, que fue la primera que se hizo en Cádiz. Y mi padre me llevaba a los ensayos. Él no salió en ese Carnaval, simplemente salió para montar ese coro, que cobraba por actuación.

-¿Eso no era un coro de Carnaval, no?

-No, no, no. Eso era un coro de iglesia; ahora hay muchos de esos pero entonces fue el primero que se hizo. Llevaba el Credo cantado con coplas de Carnaval; eso sería mediados de los 70. Lo que se hace es ponerle la letra del credo a la música del coro, pero ni lleva autoría ni nada. Lo que me extraña es que no hayas escuchado nunca una misa típica gaditana.

-Jaja A ver, no será por misas, pero ahora que lo dice si la he escuchado ni sabría lo que estaba escuchando. No me vaya a echar la bronca, Faly.

-Claro, joe. El Padre Nuestro va cantado, todo va cantado con compases gaditanos. Escuchando todo aquello veo que ya me va gustando hasta que un día unos amigos con los que paraba me invitaron a su casa a comer antes de estudiar. Era una familia con doce niños, más la mujer y el marido.

-¿Villegas family?

-Exactamente. Yo era muy amigo de dos de ellos, Salvi y Gueli, que eran los que se aproximan más a mi edad. Y resulta que el padre, Enrique Villegas, quería hacer una agrupación infantil con la peña La Estrella; yo tendría unos 11, 12 años. Me dijo: '-Mosquera, ¿tú que eres hijo de Carlos?. -'Sí, ese soy yo', le digo. -'Entonces tú vas a ser segunda'.

-Jajajaja

-'Pues no sé, mire usted', le respondo tímido. '-Sí, sí, sí. Tú vas a ser un buen segunda'. Y siguió. '¿Tú quieres salir conmigo en una comparsa infantil? Bueno, mejor déjalo. Yo voy a hablar con tu padre'. Hablo con mi padre, que me dijo. '¿Que te ha llamado Enrique Villegas? ¡Pero, chiquillo! Eso es una insignia del Carnaval. ¡Hombre por Dios, pues claro que sí'. Y ahí es donde comencé yo.

-Pues sí que comenzó temprano. De hecho, veo que su fidelidad con los autores ha sido a prueba de bombas porque tras una trayectoria larguísima como la que ha tenido y aún tiene, pocos han sido a los que usted ha puesto voz. Haga un resumen.

-A ver, cuando Joaquín (Quiñones) se va, yo me voy con Bustelo y después, dando un saltito que otro, salgo también con Juanma Romero Bey... Cuando yo cojo las riendas del grupo en el 92 con Joaquín yo me dedicaba a afinar porque Enrique me comentaba que yo tenía muy buen oído. Y junto a sus hijos y Antonio Alemania, afinábamos el grupo. Así que dejamos a Enrique Villegas el año de 'Los hombres lobos', que nos enfadamos. Era 1986, también éramos más jóvenes.

-Si le parece, vamos por ciclos mejor. Cuénteme su primera etapa con don Enrique Villegas.

-Aquello fue una fidelidad absoluta porque yo no salí en Carnaval, evidentemente, ni por un afán de dinero ni por protagonismo ni puñetas. Yo salía porque iba a salir con mis amigos, que eran sus hijos; y con mi hermano Carlos. Durante esa etapa, Enrique llegó un momento en el que me dio parte del peso de la agrupación y seguimos juntos. Tanto es así que en el año 1979 sacó 'Los hombres del campo' pero yo aún era juvenil; tenía 16 años y entonces no podías salir en adultos hasta cumplir los 18. Y Enrique me metió. Fue mi primer año en adultos.

-¿A lo Cheryshev? ¿No hubo impugnación?

-No, no, no. Yo no pude cantar en el teatro, sólo canté por la calle. Pero ya empecé en la dinámica de una comparsa de adultos. Después de eso sacó 'Antifaz' y después Enrique quiso volver con una comparsa de adultos a Cádiz...

-(Interrumpo) Espere, espere. ¿Cómo que quiso volver a Cádiz? ¿Dónde cantaba antes?

-Claro, las anteriores eran comparsas provinciales porque entonces no existía una sola modalidad; existían provinciales y locales. Yo he llegado a concursar en el concurso provincial, en el año 80, con 'Antifaz'

-Es verdad, es verdad, que así era antes. No está de más recordarlo.

-Había tres premios en la modalidad de local y otros tres provinciales.

-¿Y de dónde venía su comparsa?

-De Chiclana.

-Aro, por eso estaba Antonio el Alemania.

-Claro. Y mucha gente que iban con el; de los Lunares, de los Beatles.

-Decía que Enrique Villegas quiere volver a competir en la modalidad local.

-Eso fue en el 81; él no sacaba nada local desde los Beatles ('Los Escarabajos Trillizos'). Y volvimos con 'Los hijos de la noche', que nos fue genial. El primer premio fue para 'Pregones'. De esto tengo una anécdota del que era mi ídolo Jesús Monzón, que cogió en camerinos y me dijo que yo iba a ser uno de los grandes de esto después de decirme que nuestra comparsa le había gustado más que la suya. Y éramos todos juveniles.

-Me corregirá o no, pero tengo la sensación de que Enrique Villegas, pese a ser una eminencia del Carnaval, siempre estuvo maltratado por los diferentes jurados. ¿Puede ser?

-Es verdad que yo con Enrique no tengo ningún primero si quito el de 'Los hombres del campo', que fue provincial.

-Me explico. ¿El grupo se sentía maltratado?

-Al grupo nos daba lo mismo.

-Olé.

-Nosotros salíamos juntos porque éramos amigos. Yo me acostaba el día que cantábamos y mi madre me decía por la mañana lo que había pasado. 'Que te has quedado fuera de la final', 'que te has llevado el tercero...', me decía. 'Pues muy bien', le respondía yo.

-¿Y cómo se lo tomaba Enrique? Imagino que tendría su corazoncito.

-Sí, sí, sí, claro que le dolía. Evidentemente no ha sido muy bien premiado, pero él siempre era un buen caballero. Un hombre de mostachón recortado que hablaba con mucho respeto tanto a su grupo como al resto. Pero no, nunca protestó. Eso sí, los tres años de infantiles nos llevamos el Uno.

-¿Cómo fue la transición de Enrique Villegas a Joaquín Quiñones?

-Eso fue después de salir yo en 'La señora' (1991). Antes, allá por el 87, el grupo que habíamos conformado se dividió. De hecho, yo estaba con 'Los cubatas' de Paco Rosado, aunque no fui al concurso.

-Andá, chirigotero también. ¿Se ha perdido algún año de concurso?

-Ninguno, desde que comencé saliendo de juvenil hasta ahora he estado consecutivamente. Desde el 77 hasta la fecha.

-Estábamos en el 86. ¿Qué pasó en el grupo de Villegas?

-Ese año 86 salimos con 'Hombres lobo', pero ese verano me enfadé y me fui a cantar con 'Los cubatas'. Al año siguiente, como yo seguía enfadado, pensé seguir con la chirigota, pero el grupo (de Enrique) decidió seguir, aunque tuvieron otra discusión con Enrique y se juntaron todo a excepción del Alemania y algunos más. Entonces, el grupo que se había ido me vino a buscar para que yo lo dirigiera. Aparte de que lo afinara, querían que mi nombre ya sonara como director.

-¿Y quiénes le pusieron letra y música a esa primera comparsa suya con su autoría en la dirección?

-Aurelio del Real y Pedro Romero.

-Casi nada al aparato.

-Fue 'Con gancho', segundo premio del 87. Después hicimos 'Caña y mimbre'., con Antonio Bustos; 'Raza maldita', con José Manuel Prada.. Total, que estuve unos años desligado de Enrique, que el mismo año que sacamos 'Con gancho' él sacó 'Pescadores fenicios'. Así estuve esos años de transición a los 90 hasta que me desligo también un poco de este grupo con la idea de descansar, pero José Luis Bustelo junto a Paquico Villegas, autor de 'España la Nueva', me llaman.

-Uhh, qué buena. ¿Usted salió en 'España la Nueva'?

-No, no, en aquellas yo estaba con 'Solera, duende y misterio' (1989) y cosas de esas.

-Hablaba de su encuentro con Bustelo.

-Él me llama para afinar su grupo y dirigirlo y me dice que la música del pasodoble será de Villegas.

-Entiendo que ahí ya había hecho las paces con Enrique.

-A ver, yo nunca le he faltado al respeto a Enrique. Ni él a mí. Lo que nos pasó simple y llanamente es que no entendía una serie de cosas respecto a la comparsa y tomé la decisión de desligarme. Ya está, pero la relación de amistad seguía existiendo. Yo ya estaba casado, pero seguía parando por su casa. Lo veía y charlaba con ellos, con sus hijos y su mujer Conchi. Y por la amistad con Paquico y José Luis Bustelo decidí salir y unirme y sacamos en el 91 'La Señora'.

-Y llegamos, 'suspirando', al 92. Cambio de autor y pelotazo del quince. ¿Cómo se engendró todo aquello que marcaría una época en el Carnaval?

-Eso fue que ese año hicimos un grupito muy simpático; nos lo pasábamos muy bien juntos. Estaban Carmelo García Muñoz, Ramoni, Antonio Herrera... A mí me llaman porque habían tenido una pequeña reunión algunos de los componentes de 'La Señora' con Pepito Martínez y este habló con Quiñones porque también quería remodelar su grupo. Y llegamos a un acuerdo; yo metí a mitad del grupo de 'La Señora' y Joaquín y Pepito metieron a la mitad del grupo de 'Anónimo gaditano'. Nos faltaba un hombre y metimos a Juan el Tojo. Y ahí empezamos, debutando con un Uno.

-No sé si lo comparte, pero muchos aficionados dicen que ese año fue el mejor en comparsas del Carnaval moderno. (La final fue 'Suspiros de Cádiz', 'Los trotamúsicos', 'Oye mi canto' y 'Dorremifasoleando'). Y sobre todo, tener el orgullo que su comparsa fuera Primer premio ese brillante año.

-Sí, bueno, pero los premios los da un jurado. Por eso, eso de decir 'yo tengo un primer premio, yo tengo dos, tengo seis, tengo doce o no tengo ninguno...' pues vale lo que vale. Lo que hay que escuchar es el nombre de la agrupación en la que has salido y las coplas que la gente sigue cantando. Por ejemplo, 'La caldera' fue primer premio, o 'La cárcel vieja', pero 'La Atlántida', que no lo fue, me encantaba el pasodoble que llevaba. O 'Pulchinelas', que se quedó fuera de la final y era un comparsón. Esas letras se cantan porque han quedado. Por eso a mí los premios no ha sido una cosa que me han importado mucho. Hombre, si vas a un concurso tú intentas ganar, pero no deja de ser solo y exclusivamente la opinión de cinco. Las agrupaciones quedan o no quedan.

-Y a todo esto. Su padre, cuando le veía con la comparsa, ¿nunca le tiraba al coro como corista que era?

-Nooo, él sabía que me gustaba la modalidad de comparsa. Además, me decía que los coros de verdad eran los de antes porque los de ahora...; Voy a decir una cosa que no está bien vista pero que él la decía con mucha gracia.

-Hombre por Dios. Aquí la correción y demás pamplinas se la dejamos a los falsos. Además, un Mosquera, con las tablas que tiene...

-Pues eso, él decía: 'Los coros de hoy en día son carros de carne'.

-Jajajajajajajajajaajajjaajajajajajajajajajajaja ¿Por qué?

-Porque van mucha gente y cantan solo veinte. Eso decía él, pero yo creo que en la actualidad, evidentemente, los coros son una barbaridad. Cómo suenan, cómo van afinados, la calidad musical que tienen todos los coros es tremenda.

-Volvemos a su etapa con Quiñones. ¿Le ha llegado tarde el pregón?

-No. Le ha llegado en su momento. Creo que él antes hubiera dicho que no. Yo he defendido el pregón de Joaqui a capa y espada porque él se define como «un obrero del Carnaval» y creo que es verdad, que es así.

-Hay una cosa de Joaquín Quiñones que me entusiasma y que no es otra que es un hombre que se viste por los pies. Me explico. Te dice lo mismo en la barra de un bar que delante de un micrófono. Y eso, en los tiempos de falserío y corrección impostada que vivimos me reconforta con la especie humana. Hace poco Tino Tovar le ha hecho un pasodoble poniéndolo como los trapos. ¿Es por su sinceridad por la que se le pasa factura en el mundo de un carnaval donde los cuchillos parece que gustan más por la espalda que de frente como los enseña Joaquín? ¿Entiende lo que le quiero decir?

-Perfectamente. Joaquín lo que no es es políticamente correcto. Desde mi punto de vista, hay veces que se equivoca y yo se lo he dicho muchas veces. Pero él me dice que nunca falta al respeto porque él solo da su opinión sobre su gusto y sobre lo que se está haciendo ahora. Estará más acertado no, pero no deja de ser su opinión y su punto de vista, que no es el de todo el mundo, evidentemente. Es que si no sería un bermellón, y eso no es así. Él intenta no caer en la falta de respeto cuando hay gente que sí lo hace. Por ejemplo, me comentas la letra de Tino. A mí me ha dado mucha pena escuchar eso. Sobre todo, cuándo lo ha hecho. Primero porque no era el momento. Está claro que él decide cuando quiere hacerlo y es libre. Pero yo creo que hay que diferenciar un poquito al personaje de la persona.

-Sé por dónde va. Y es que últimamente sobre las tablas se escuchan unas cositas que sobrepasan la crítica mordaz para convertirse en hiriente. De la elegancia y el doble sentido, por supuesto ya ni hablamos...

-Claro. Un ejemplo. Si tú hablas y dices que Faly Mosquera no me gusta como director, está anticuado o no lo hace bien, pues lo debo de entender porque para gustos, colores. En cambio, lo que tú no puedes decir es que «ya no te respeto como persona» porque no me conoce. Lo primero que tienes que hacer es respetarme, preguntarme cómo soy y conocerme; no sacar ideas ni falsas conclusiones de alguien al que no se conoce como persona. Y si lo quieres conocer por sus comentarios, el que está hablando es el personaje, no la persona.

-¿Se ha pasado la línea roja ya?

-Exactamente, y no todo en el Carnaval es permisible. No se debe faltar el respeto a alguien porque ese alguien tiene madre, tiene hijos y tiene mujer. Por eso me ha dolido que Tino, con la calidad y brillantez que tiene su pluma, haya caído en eso. Además, ha sido siempre un autor, un gran autor, que nunca se ha metido en este tipo de cosas. Yo no he entendido esto; no sé quién se lo ha pedido; no sé si ha salido de él. Vete a saber, de esas cosas que muchas veces pedimos los directores a los autores en plan 'tienes que dejar de ser un meacolonias y meterte en fregaos'... Y Tino no es así. Y a mí me dio pena porque me he perdido de escuchar una buena letra de Tino que seguro que las tiene mejores que esa.

-¿Cómo? ¿Que no va a escuchar más a Tino este Carnaval?

-¿Quién yo? No, no, qué dices. Si a mí me encanta esto. ¡Si yo escucho hasta las malas, no voy a escuchar la de Tino?

-Jajaja Vale, vale. Retomo a Joaquín. El mismo pregonero ha llegado a decir que decide retirarse una vez se da cuenta que ya lo suyo no gusta. Incluso comentaba que «no iba a montar un grupo del carajo para quedar los octavos». ¿Cómo vivió como amigo y director de su comparsa su decaimiento?

-Joaquín estaba exprimido, muy exprimido. Yo creo que todos los autores deben hacer un paro biológico. No sé si de un año, de dos o de tres, pero todos los autores deberían de pararse, respirar, coger aire. Por ejemplo, eso que ha hecho este año Quique Remolino, otro gran amigo mío. Ya veremos cómo vuelve porque sé que va a volver y seguro que cuando lo haga va a regresar con la mente más fresca. Los autores se colapsan y yo a Joaquín lo he visto llorar en mi coche. De traerme letras y decirme 'No me sale, Faly. NO ME SA - LE'. Estoy a-go-ta-o'.

-Ufff ¿Y cómo le dice que lo deja?

-Joaqui se autodenomina un obrero del Carnaval porque él se ponía a trabajar mucho tiempo por si alguna vez le visitaban las musas le cogiera con el boli en la mano. Y claro, eso llega un momento que agota. Me dio pena porque cuando toma la decisión aún tenía muchas letras por decir bajo mi punto de vista. Pero es verdad que todo tiene un principio y un final. Él se fue y yo seguí con (Javier Ramírez) el Chato porque me gustaban un montón todo esto.

-Y con el mismo grupo, ¿no?

-Sí, en su mayoría. Ahí demostraba que verdaderamente a mí los premios me daban lo mismo. Me gustan, claro, pero me gusta más cantarle a mi tierra, a los aficionados, aunque no sean de mi tierra y hacerlo con mis amigos. Yo lo que he hecho siempre es construir cosas con los mimbres que me daban.

-¿Cómo se ha ido reciclando a lo largo de los años en la fiesta?

-Constantemente. Yo siempre he sido un hombre que se adapta o le coge la marea. A la hora de montar algo yo siempre he intentado salvaguardar el arraigo; respetar las raíces de todo esto. Saber de dónde vienes para saber hacia dónde quieres dirigirte. He intentado aportar un granito de arena de esa evolución que ha tenido la comparsa. Antes de 'Charrúas' no había quien se atreviera dentro del grupo a que se tocara los instrumentos que tocamos; se llevaban simulados con pito de Carnaval. Y ese año recuerdo que nos mojamos el culo Pepito y yo y montamos un espectáculo.

-¿Qué le tocó tocar?

-A mí el charango.

-Ese era facilote, ¿no?.

-Facilote por los cojones.

-Jajajajjaajajajajajajajajajajajajajajaja

-Eso es una guitarrita que la cojo con una mano. Es fácil por los cojones. Y además yo, que tengo un muestrario de nabos como dedos y que tocaba dos o tres cuerdas a la vez.

-Jajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

-Jajaja Un liazo.

-Bueno, pero salió tan bien que fueron primeros. Y hasta repitieron al año con 'El legado andalusí'.

-Sí, sí. Tuvo mucha aceptación y mantuvimos ese rollo con el Legado, otra comparsa que era primer premio para mucha gente y que no entró ni entre las finalistas.

-Le ha tocado autores maltratados por los jurados. De hecho, Joaquín cuenta que su grupo, ustedes, le solía pedir que fuera más combativo en la prensa, que se quejase más para hacerse respetar en los fallos.

-No, tanto como eso, no. Lo que sí le pedía el grupo era que hiciera más acto de presencia en actos de peñas y demás porque de ahí solían salir los jurados. Pero Joaqui nunca ha sido de peñas ni de mostrarse en el teatro. Y el grupo le pedía que se dejara ver más. Yo les decía, 'lo queréis dejar en paz, cojones. Él hace su obra, la expone y ya está, joe'.

-¿Cómo fue seguir sin Joaquín después de tantos años?

-Cuando Joaqui lo deja en 2013 con 'Los peleles del siglo XXI', sacamos los dos años siguientes con Bustelo 'Los cuenteretes' y 'La construcción', que fue premiada con un tercero. Tras esos dos años, en 2016, viene Quique Remolino y sacamos 'Los camellos', también premiada. Ahí íbamos a hacer un pequeño 'kit kat', pero el grupo quería continuar y el Chato (actual presidente del jurado del COAC) y Tomás García dieron el paso adelante. Además, a mí me gusta que la gente que demuestra interés tengan la oportunidad de poder hacerlo. Y sacamos 'Los camballá', 'Los zincalé' y 'Los salvajes', que fue mi última comparsa, en 2020.

-¿Tenía decidido retirarse de la comparsa o fue la pandemia la que le dio el último empujón?

-No, yo lo tenía decidido mucho antes de ir a ese concurso. Ahí terminaba mi historia y estaba convencido de que sería mi último año en comparsa.

-¿Y con todo lo relacionado con el Carnaval?

-Con todo, excepción hecha al año siguiente. Pero antes, para explicarlo, tengo que remontarme a una conversación que se dio el año de 'El mercado de las maravillas' (2008), que es cuando Nene Cheza comienza a hacer su comparsa y nos viene a hacer la música el Noly. Lo que pasa es que el Noly no estaba para hacer el popurrí entero; yo pienso que sí podría haberlo hecho si se hubiera puesto pero bueno. Entonces, buscando a uno, me dijo Joaqui '¿qué te parece Julio (Pardo)?' Y nos hizo el popurrí. Pues bien, en aquel ensayo general, como todos los años, vino mi padre. Y estando allí me dice: 'Tú debes de dejar esto ya. Ya está bien Faly, que tienes una edad ya...' Y le digo: 'Sí, papá, no creo que tarde mucho en dejarlo, pero antes te voy a hacer una promesa, hombre. Como tú has sido corista toda la vida, yo te prometo a ti que la última copla que yo cante en el Teatro va a ser un tango en honor a ti'. Y Julio, que estaba al lado mío, dijo. 'Si tiene que ser un tango tiene que ser el mío'. Y le dice mi padre, con la voz que él tenía. 'Por supuesto. Si sales en coros tienes que salir en el mejor'. Porque a mi padre le encantaba el grupo de Julio. Y ahí quedó eso.

-Grande. ¿Y?

-Pues pasa la pandemia en 2020, en el 21 no se hace Carnaval y en el 22, que en un principio se iba a hacer se pasa a mayo. Pues por esas fechas, me llama Julio para decirme que me tiene que dar una cosa que tiene en el coche.

-¿Y le llama él? ¿Y usted se acordaba de esa conversación y esa promesa años atrás?

-Sí que me acordaba, pero sinceramente ya ni me apetecía ni había considerado que Julio se acordase ni nada por el estilo. Ya mi padre había fallecido, pero recuerdo que Julio me dijo por teléfono. 'Yo tengo una cosita aquí en el coche que necesito que tú me firmes'. Yo me extrañé muchísimo y no sabía por dónde iba él. Total, que nos vemos allí en Ingeniero de la Cierva, cerca de donde él vive, y me saca una servilleta y me dice. '-Firma ahí'. '-¿Esto pa qué es, Julio?, le pregunto. Y me responde. '-Tú no te acuerdas...' Y yo. '-¡Me cago en tus castas, Julio de mi alma! ¡Qué memoria tienes!'. Y él seguía. '-Pero tú te acuerdas, ¿no? Y le contesto. '-Sí que me acuerdo, sí'. Y termina diciendo. '-Pues firma ahí que este año vas a salir conmigo'.

-¿Y eso fue para qué Carnaval?

-Eso fue en septiembre para este Carnaval que estamos, pero se tomó la opción de hacerlo en mayo y yo le pedí a Julio que me liberara aunque me comprometiese para el 22.

-Pero Julio no fue al Falla en mayo y en cambio sacó la antología para el Carnaval ese de mayo.

-Tuve la fortuna que entre unos pocos de la directiva del coro y yo convencimos a Julio de no ir al (concurso) de mayo porque él quería ir.

-De hecho, parece como enfadado con el personal que no fue a la plaza a escuchar los coros en mayo a tenor de su tango de preliminares.

-Bueno, esa idea es de Antonio Rivas, que no entendía que tras hacer el esfuerzo de sacar la antología y los otros compañeros sus coros, no acudiera nadie.

-Pero échenle los caballos al Ayuntamiento, joe, que fue el que creó ese carnaval artificial, no a los gaditanos que pasaron de él. Es mi opinión.

-¿Pero no es lógico que yo le diga al gaditano que por qué no estaba allí?

-A ver, yo estuve, que conste. Pero pienso que al personal le gusta más febrero que mayo y que no encajó bien el cambio de calendario. De hecho, se vio que el 'ilegal' de febrero tuvo su salsa.

-¿Que en febrero hubo salsa? ¿Cuándo? Porque todavía no la he visto yo.

-Sí, hombre, sí hubo. Lo que pasa es que no salieron los coros.

-Pero vamos a ver, está claro que la salsa en febrero siempre está, pero lo que decía la letra del tango, con la que estoy muy de acuerdo.

-¿Sí?

-Sí, por supuesto. Porque lo que dice la letra al gaditano, no a todos los gaditanos, sino a ese gaditano purista que dice que tú tienes que estar aquí para cantarme a mí. Porque si yo estaba allí para cantarle a él, ¿dónde carajo estaba él?

-Pero eso mismo podrán decir los que os echaron de menos en el Teatro. ¿No?

-Pero es que no pudimos estar por una razón de lógica. Si yo para ir al teatro tengo que presentar un coro de nivel, tengo que ensayar el tiempo necesario para que el coro sea de nivel. Y además, teníamos que meternos en un local de ensayo sin el repertorio terminado y con mucha gente del coro dando positivo con los problemas que eso traía...

-Jajaja Ok, ok. Aceptamos pulpo.

-Como animal de compañía, ¿no? Jaja. Bueno, la historia iba por ahí.

-Pero al final se animó a la antología.

-Me lo dijo Julio para que fuera entrando en el grupo, cantando sus letras. Y como me han tratado de una forma excepcional pues lo tenía fácil para acceder.

-La verdad es que en la batea, aunque no hubiera mucha gente, se os veía disfrutar de lo lindo. A usted muy especialmente. Y ya este año en el teatro, ni le cuento.

-De hecho, eso que me dices me recuerda a una frase que me decía mucho mi padre. 'Faly, no te veo disfrutar en el teatro'. Y es verdad porque yo no he disfrutado las tablas como las he disfrutado con el coro el primer día que me subí a ellas.

-¿Y esa sensación que tiene puede ser la primera piedras de otras muchas?

-No me lo planteo. Jamás dije me retiro, sí que dije 'dejo el mundo de la comparsa'. Pero que me retire del todo no lo tengo claro porque no sé lo que voy a hacer. Lo mismo este año son mis últimas coplas, pero tampoco te lo puedo asegurar.

-Me da que Julio tiene poder de convicción.

-Más que Julio, su grupo, que me quiere muchísimo. Yo quisiera que la gente conociera a este grupo; supongo que en los otros coros también habrá buen rollo, pero es que lo que hay aquí es un escándalo. Hay muchas amistades, familias y demás. Es increíble lo que se respira en cada ensayo.

-Dios Momo este año. ¿Cómo y quién le da la noticia?

-Lo del Dios Momo fue que vino Mané, presidente de la Federación de Peñas, y su hermana Paloma García, que son los que se lo curran. Ella es la dueña del Pay Pay. Vinieron un día a verme, nos tomamos un café y me dieron la sorpresa. '¿A ti qué te parece?', me preguntaron. Y la verdad es que a mí me temblaron las piernas porque este año nada más que me hace falta que me hagan una foto y me pongan en las latillas de Cruzcampo que se vayan a vender en Carnavales porque pesao voy a estar pa toas mis castas.

-Jaja Ya ve, y mira que pensaba dejarlo.

-Eso me ha dicho mi mujer. '-¿Tú no te iba a retirá, hijo?

-Jajajajaja

-El coro, dos antologías que hemos montado para el pregón de Joaquín, el pregón mío del Momo y además ahora va a cantar la antología de Villegas en la final y nos han pedido a los más viejos que cantemos un pasodoble. Así que voy a estar pesao, pesao, pesao.

-Bueno, sarna con gusto.

-Sí, pero lo que no quiero es caer gordo ya, que ya lo soy.

-Jajaja Para nada, para nada. Todo lo contrario. Para ir acabando. ¿Cómo ve al Carnaval de Cádiz en la actualidad? ¿Cualquier tiempo pasado fue mejor o entiende la evolución o involución de la fiesta?

-El Carnaval no va a acabar nunca. Eso está claro porque es nuestra primera fiesta y las que nos mantiene un poquito en vida todos los meses del año. Sí es verdad que, a lo mejor, a lo mejor eh, los nuevos autores no es que no tengan la calidad de los otros, pero una cosa es evolucionar y otra cosa es... Por poner, un día me comentaron que cualquier cosa que se intenta cambiar o mejorar sin mantener las raíces es una violación en sí misma. Se violan los principios de todo esto. La diferencia primordial entre un coro y una comparsa, la primordial eh, porque el nivel de trabajo y de exigencia es el mismo, lo que diferencia al coro de la comparsa es que no hay hambre de dinero. Y que conste que dinero lo necesitamos tooooodos, pero hay quien ha optado porque su vida de rodee de ese interés y eso es una pena porque es ahí donde empieza a prostituirse la copla. Es ahí donde empieza la violación de los principios de esto.

-Maravillosamente explicado.

-Por eso, para un futuro Carnaval espero que vuelvan esos autores que no escriban para ese aficionado en concreto que no tiene memoria ni sabe de dónde viene esto. Por ejemplo, hay muchos aficionados que se saben el pasodoble de 'Los sarracenos', pero no tienen ni puta idea de quien fue Paco Alba ni Jesús Monzón y tantos otros grandes de la fiesta. O no han escuchado nunca una copla de 'Payos y gitanos' o de 'Robots'. Lo que quiero decir es que todo eso dejó un poso, una esencia que es en la que hoy en día se están meando.

-Jajajajajjaajajajaja

-Claro, joe, es que ya hasta se mean fuera del cacharro. Tengo un recuerdo de cuando empecé en la peña Nuestra Andalucía de escuchar allí 'Ángeles y demonios' (1979) y tú te ibas de allí habiendo entendido de qué iba la cosa. Te gustaba más o te gustaba menos, pero tú no tenías que decir eso de 'la tengo que volver a escuchar'. Y hoy en día, los pasodobles son tan largos porque lo hacen tan, tan, tan, tan, tan enrevesados que necesitan cuatro páginas para escribirlos.

-Yo hay algunos autores que los escucho con escuadra y cartabón.

-No me extraña. Es que lo decía mi padre, que salía de Astilleros de trabajar y se iba a la Bella sirena donde ensayaba la comparsa de Paco Alba y venía a casa cantando ya el estribillo. O como dice Joaqui, con el que también estoy de acuerdo.

-Lo de la ducha, ¿no? Está 'sembrao' jajajaja

-Eso, eso. Antes te duchabas o te afeitabas cantando una copla y ahora te hace falta ducharte con cuatro tíos (risas).

-Otra cosa que va al hilo de lo que está diciendo. Viendo las retransmisiones de Onda Cádiz veo que rara vez Pepito el caja da con un espectador de Cádiz. Vamos, al menos un servidor todavía no ha visto ninguno. ¿No se está convirtiendo el teatro en un parque temático abierto a los de fuera?

-Se ha vendido la copla y se ha vendido muy barata. Y mira que yo le tengo muchísimo cariño a esos aficionados de fuera porque realmente es de aplaudir a todo aquel que se viene hasta aquí con su coche desde cualquier rincón de Andalucía sólo y exclusivamente para escuchar a nuestras agrupaciones, pero la copla es nuestra y es nuestra.

-Vale, ¿pero lo mismo dirán los trabajadores de EuroDisney, no?

-Síííí, pero aquello es una empresa y esto no debe de serlo. Lo que pasa es que el Falla se está convirtiendo en una empresa, pero no debe de serlo. Mira, antes hemos estado discutiendo sobre el tango que le hemos cantado al gaditano y tú me decías que no le riñésemos al gaditano y sí al ayuntamiento; yo aquí le tengo que reñir al gaditano porque es verdad que en febrero está la plaza a reventar pero luego, cuando no es febrero y no está aquí el foráneo, la plaza está vacía ¿quién está en la plaza; el gaditano o el foráneo?

-Buena lectura y una gran manera de ponerle la guinda. Ha sido un verdadero placer, corista.

-Igualmente, pichita.

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