Cádiz
España traspasa a Marruecos la presidencia del Proceso de Rabat
6ª CUMBRE EUROAFRICANA DE MIGRACIÓN Y DESARROLLO
Marlaska entregó simbólicamente los poderes al ministro marroquí de Inclusión Económica y Empleo dentro de la Reunión Ministerial de Cádiz
Marlaska evita hablar sobre la tragedia de la valla de Melilla
El ministro del Interior del Gobierno de España, Fernando Grande-Marlaska, ha entregado el testigo de la presidencia del Proceso de Rabat a Marruecos, país muy relevante en el flujo migratorio entre Europa y África, que ejercerá la dirección hasta el año 2027.
La cumbre sobre migración que hoy termina en el Palacio de Congresos de Cádiz pone punto final al periodo en el que España ha llevado la voz cantante de un foro ministerial en el que un número importante de países abordan los retos de la migración entre ambos continentes.
En la cita gaditana han estado presentes, concretamente, 29 países europeos y 27 africanos, estrenándose en este espacio de debate Países Bajos, Suiza, Níger y Nigeria. En estas jornadas se ha promovido la Declaración Política y el Plan de Acción de Cádiz, la hoja de ruta que marca los pasos a seguir durante los próximos años.
En la cita de ayer, el Gobierno de España estuvo representado por el ministro de Exteriores José Manuel Albares, que abogó por afrontar sin ambages una cuestión que siempre existirá, siendo necesario establecer procesos y mecanismos seguros para evitar la proliferación de redes mafiosas que socavan los derechos humanos y arriesgan la vida de miles de personas cada año.
Hoy el protagonismo, muy esperado, ha sido para Fernando Grande-Marlaska, que ha sido la cara visible de la delegación española, una vez que Albares se marchó en la noche del martes a Madrid para participar en la sesión plenaria del miércoles en el Congreso de los Diputados.
El ministro de Interior ha mostrado su preocupación por el incremento de las rutas de tráfico de personas, por lo que cree imprescindible apoyar y reforzar el diálogo: «La Declaración Política y el Plan de Acción de Cádiz plasma el renovado compromiso de los estados miembro con el Proceso de Rabat hasta 2027».
Ha puesto énfasis en abordar la migración con una visión global y una colaboración bidireccional sin atajos a la hora de buscar soluciones, «desde la convicción de que cada país no puede hacer frente a esta cuestión de forma unilateral».
El Plan de Acción de Cádiz recoge 29 actuaciones concretas, de las que Marlaska ha destacado la transversalidad, poniendo el acento en la seguridad humana del control migratorio, «algo que es compatible con la seguridad ciudadana», indicando que durante el último año se han producido 189.000 llegadas de migrantes a España.
«Este enfoque tiene el objetivo de superar la situación de vulnerabilidad que obliga a las personas a salir de sus países y poner sus vidas en manos de redes criminales», ha expresado. Precisamente sobre las mafias ha recalcado que la cita celebrada en Cádiz manda un mensaje desincentivador.
El ministro Marlaska cerró su intervención con una cita de Albert Camus, Nobel de Literatura que ejemplifica con su traslado a Francia desde su Argelia natal la migración tratada en el foro: «No camines detrás de mí, puedo no guiarte. No andes delante de mí, puedo no seguirte. Simplemente camina a mi lado y sé mi amigo».
Marruecos liderará el Proceso de Rabat
Younes Sekkouri, el ministro marroquí, tras recibir el maletín que simboliza la presidencia del proceso de Rabat a manos de Marlaska, dio las gracias a España por el trabajo realizado durante los últimos años y reafirmó el compromiso del reino de Marruecos «con unas acciones y objetivos que tenemos que cumplir».
«Podemos lograr llevar a cabo acciones innovadoras que beneficien a todos los países y para ello, durante la presidencia de Marruecos, vamos a facilitar el diálogo». El representante ministerial abogó por anticiparse a los problemas que puedan surgir y eliminar los estereotipos negativos de las políticas migratorias.
Para finalizar, hizo hincapié en la contribución común parra mejorar los datos de migraciones, tanto en Europa como en África, a nivel cuantitativo y cualitativo. Y puso el foco en el que papel que pueden jugar las personas que emigran, tanto en sus países de origen como en los de destino, reforzando también las vías de regreso.