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«Un enorme error y una falta de ética» para los hoteleros de Cádiz
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El responsable de Horeca, Stefaan de Clerck, se posiciona en contra de la puesta en marcha de cualquier tipo de tasa para el turismo
«Sería un error y una falta de ética. Demasiados impuestos pagamos ya nosotros para sumar más», afirma el portavoz de los hoteleros gaditanos en Horeca, Stefaan de Clerck. El empresario expresa su rechazo a la puesta en marcha de una tasa turística, como están planteando muchas ciudades andaluzas y de otras comunidades.
El hotelero gaditano respalda además la postura de Federación Andaluza de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Fahat), que ha mostrado su oposición a cualquier iniciativa de este tipo en el territorio andaluz.
«Una ocurrencia repetitiva y poco seria». Así califican desde la entidad el supuesto debate iniciado por algunos ayuntamientos respecto «de la mal denominada tasa turística», ya que consideran que es una competencia exclusiva de la Junta de Andalucía, por lo que afectaría al conjunto de todos los municipios andaluces, «cuestión ésta, que obliga a analizar el asunto desde una perspectiva que supera el ámbito local y necesariamente contar con los legítimos representantes del sector a nivel andaluz, algo que simplemente no ha ocurrido. Por eso hablar de debate no se ajusta a ninguna realidad», apostillan.
«Decimos mal llamada tasa porque lo que subyace, al menos de lo que hemos podido averiguar por los pronunciamientos realizados en la prensa por algunos responsables municipales, no es ni más ni menos un impuesto que sólo afectaría al desarrollo de la actividad hotelera, por lo que denominarlo como 'Tasa Turística' no es más que un eufemismo que desde el punto de vista del sector, persigue crear confusión y obviar la verdadera naturaleza de esta medida, que no es otra que el desmedido afán recaudatorio de la administración en general y de la administración municipal en concreto», denuncian desde la Federación.
A su juicio, «profundizar en el análisis de esta cuestión es complicado y en cierta medida fútil, ya que se desconocen cuestiones tan relevantes para crear una opinión al respecto tales como la definición de la naturaleza del tributo, la concreción de quienes deben ser los sujetos pasivos, la mecánica de recaudación o, lo más importante, en que se va a invertir esa supuesta recaudación de manera concreta».
Tras analizar su aplicación en otros destinos, los profesionales ponen de relieve varios inconvenientes. «El supuesto sentido finalista de este impuesto nunca se cumple al cien por cien, destinándose una gran parte a corregir déficits de financiación en otros servicios públicos u otras parcelas de intervención de las administraciones públicas». Y, en segundo lugar, añaden: «Esta supuesta Tasa afecta en el mayor número de ocasiones al alojamiento reglado dejando fuera a aquellas otras formas de alojamiento entre particulares no declaradas, lo que supone un nuevo elemento discriminatorio entre ambos».
Por último, han puesto de relieve que «en la práctica totalidad de los casos provoca desincentivar la demanda en un momento donde la inflación y la pérdida de poder adquisitivo que ésta provoca de manera irremediable en consumidor dificulta la comercialización del producto turístico».