CÁDIZ
Emoción y expectación máxima: «No es lo mismo estar en Elcano que hacerlo con la futura Reina»
Cientos de personas aguardan la salida del buque escuela en el puerto de Cádiz, viviendo un momento histórico lleno de expectación y satisfacción por parte de los familiares de los guardiamarinas
Impresionante despedida del Elcano desde el mar: Cádiz vuelve a declarar su amor por el buque escuela
La salida del Juan Sebastián de Elcano con la princesa Leonor desde Cádiz, en directo: reacciones y última hora hoy
El que no estuviera al tanto de la actualidad se quedaría enormemente sorprendido cuando al llegar a las inmediaciones de la Plaza de Sevilla de Cádiz no había un solo sitio para aparcar, cosa habitual según que zonas pero anormal en la Carretera Industrial un sábado por la mañana, y la muchedumbre que llenaba la acerca del muelle, la de Canalejas de toda la vida, dejaba la estampa de cientos de personas.
En mitad del muelle ciudad el gran protagonista. Un Juan Sebastián Elcano que tras días amarrado en el puerto gaditano aguardaba su gran día, ese en el que a las 12 en punto del mediodía vería como zarpaba una vez más de su gran anfitrión. Porque el buque escuela es de la Armada pero realmente es de Cádiz y de todos los gaditanos.
Una vez más el pueblo gaditano se echó a la calle para despedir a su gran embajador. En tierra en las inmediaciones del puerto ciudad, en la Alameda para despedirlo camino de Canarias y por supuesto en el agua. Cientos de barcos particulares acompañaron a Elcano surcando la Bahía de Cádiz. Algunos de ellos haciendo negocio para que interesados en despedir al buque escuela tuvieran la oportunidad de hacerlo en alta mar.
En tierra, expectación máxima en todos los sentidos. Social y mediática. No es una salida de Elcano más, ni mucho menos. Se va a dar el hito histórico que ya protagonizaron en su día el Rey Emérito Juan Carlos I y el Rey Felipe VI. La futura heredera al trono, la Princesa Leonor, forma parte de la tripulación de Elcano como ya hicieron su abuelo en 1958 y su padre en 1987.
La tradición a más no poder para que sobre las nueve de la mañana los guardimarinas porten la réplica de La Galeona, la Virgen del Rosario, desde la Iglesia de Santo Domingo hasta las entrañas del buque escuela. A la llegada del puerto, enormes aplausos a los tripulantes con todas las miradas puestas en la guardiamarina Leonor de Borbón, una más en sus compartamientos, pero la más fotagrafíada y vista para el resto de periodistas y público presente.
Aplausos que van a más con la llegada de sus Majestades los Reyes. Saludo a la bandera de Don Felipe y Doña Leticia que son reyes por momentos pero también padres, pues saben que su hija cumple con un momento clave en su vida.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, y el alcalde de Cádiz, Bruno García, aguardan a sus majestades en el interior del buque, a la espera de la ministra de Defensa Margarita Robles. Problemas por la niebla a la hora de aterrizar en Rota o Sevilla impidieron una puntualidad en el acto que parte del público presente reprochó con abucheos a la llegada de la representante del Gobierno. Pitos que deslucieron un acto que hasta ese momento mezclaba la alegría y la emoción.
Orgullo de padres y Reyes
Y antes de zarpar, el último adiós. Los más de 90 guardiamarinas salen a dar el último beso y el último adiós. Serán 5 meses de travesía por todo el mundo para completar sus estudios militares que están llevando a cabo en Marín, Pontevedra.
«Estoy muy feliz y sobre todo tranquila. Es un auténtico privilegio para ellos estar en Elcano», reconoce orgullosa Pilar Morillo, madre de un guardiamarina. «Han hecho un gran esfuerzo por estar aquí, el trabajo incansable, los estudios, la disciplina y al final todo llega para estar en este barco que es un regalo para todos ellos«.
Con lágrimas en sus ojos, reconoce que «como madre es algo que me hace muy feliz porque creo que al lado de la Princesa van a estar mejor que nunca. Les va a aportar a ellos mucho porque son representantes de España y el hecho de convivir con Doña Leonor les va a dar un bagaje importante porque supone una responsabilidad importante».
¿Compensa estar fuera de casa tanto tiempo? «Sin duda», reconoce Morillo. «Cuando se van a Marín es una experiencia dura para las familias porque están lejos de casa mucho tiempo pero Elcano compensa muchos momentos amargos de las familias».
Lágrimas mezcladas con la felicidad de los protagonistas. El guardiamarina Luis Alcaide reconoce que hacer el crucero de instrucción junto a Doña Leonor es algo totalmente distinto y emotivo.
«La Princesa es una más, desde el primer día está integrada con nosotros y es una más del barco. También es un honor y sobre todo el hecho de compartir crucero con ella es un recuerdo bonito para el futuro», destaca.
Palabras que escucha su madre, Ana Isabel Samper, que no entre la pena de ver marchar a sus hijo y lo que supone la experiencia, se queda con lo segundo. «Son muchos meses fuera de casa y se hace duro. Él está super contento y cuando una madre ve a su hijo contento y orgulloso de ver dónde está yo soy feliz».
Asimismo, la orgullosa madre recuerda que «ellos están super emocionados. Doña Leonor no viene de princesita, ha subido los palos lo primera y al final también es verdad que todo es una emoción y una expectación importante. Conectar con la futura Reina y su futura jefa es importante. No es lo mismo estar en Elcano que estar en Elcano con la Princesa«, insiste.
El buque escuela se marcha del puerto gaditano ante la despedida de la tripulación con los Reyes aguardando en el puerto de Cádiz. El Rey abraza a su esposa con la admiración de quien ve a su hija marchar. No son monarcas, son padres que despiden a su hija.
Un horizonte de nubes y algo de niebla ve marchar a Elcano surcando la Bahía que le pertenece. Otra página más en la historia de una ciudad que tiene embajadores de relevancia, como lo es el Juan Sebastián Elcano. Unido siempre a Cádiz y representante de España.