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Diputación plantea el traslado de la Escuela de Hotelería Fernando Quiñones al inmueble del IES Rosario de Cádiz
Aunque por el momento esta opción es sólo una reflexión interna, es vista con buenos ojos al ser el edificio propiedad de la propia institución provincial
Además, esta operación supondría un importante ahorro y la optimización de recursos propios al Gobierno provincial, que invierte unos 800.000 euros anuales en el alquiler de la sede actual, en el Edificio Europa de la Zona Franca
La Escuela de Hostelería Fernando Quiñones celebra su 50 aniversario
La Escuela de Hostelería y Turismo I. P. Fernando Quiñones acaba de cumplir medio siglo de vida. Este centro formativo, gestionado por la Diputación Provincial de Cádiz en convenio con la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía, tiene su sede en el Edificio Europa, pero éste no es su emplazamiento definitivo.
A esa instalación ubicada dentro del recinto interior de la Zona Franca se trasladó de manera provisional hace ya diez años, tras haber permanecido sus primeras cuatro décadas de vida en el edificio Valcárcel. El pasado año, el alcalde de El Puerto de Santa María y vicepresidente cuarto y responsable del patronato de Turismo de la Diputación de Cádiz, Germán Beardo, veía con buenos ojos el traslado de esta Escuela al complejo El Madrugador, en la localidad portuense. Una propuesta que dividió al gobierno provincial y que fue zanjada semanas después con un rotundo no emitido tanto por la presidenta de la Diputación, Almudena Martínez, como por el primer vicepresidente de la institución, Juancho Ortiz, y posteriormente por el alcalde de Cádiz, Bruno García: «La Escuela Fernando Quiñones no va a salir de la ciudad mientras yo sea alcalde», aseveró el primer edil el pasado mes de noviembre.
Así, ahora el planteamiento sobre el emplazamiento del centro es otro. Fuentes de la Diputación provincial confirman a LA VOZ de Cádiz que se ha hablado de trasladarlo definitivamente a la sede del antiguo Instituto Santa María del Rosario, en pleno centro del casco histórico. Eso sí, por el momento sólo es una reflexión interna, no una propuesta en firme. No obstante, va a ser analizada y estudiada porque es «una opción financieramente razonable y estable», señalan fuentes de la Diputación Provincial.
Y es que cabe recordar que el edificio del IES Rosario, anexo a la iglesia de San Agustín, fue adquirido a finales de 2010 por la Diputación Provincial con motivo de la permuta con la comunidad autónoma andaluza de la parcela conocida como 'Residencia IPG' en la calle Granja de San Ildefonso s/n, y que en un principio estaba destinada para la construcción de la Ciudad de la Justicia.
Fue en 2018 cuando la anterior presidenta de la administración provincial, Irene García, anunció la creación de un centro permanente de exposiciones de arte contemporáneo en ese edificio histórico que fue construido en el siglo XVII para acoger el convento de San Agustín, y que en 1863 pasó a albergar el Instituto Columela, para posteriormente convertirse en sede del IES Rosario hasta que cerró sus puertas en 2007. Desde ese año, el inmueble permanece sin uso, y la Diputación no tiene intención alguna de retomar ese proyecto museístico para exponer las más de 300 obras que atesora la institución provincial.
En cambio, consideran que «no es descabellado» trasladar la Escuela de Hostelería y Turismo a ese inmueble, que además de dinamizar la zona con los casi 200 alumnos que reciben formación en ella, supondría un importante ahorro para sus arcas y la optimización de recursos propios al Gobierno provincial, pues en concepto de alquiler por las instalaciones de Zona Franca la Diputación desembolsa en torno a unos 800.000 euros anuales.
Además, el espacio no sería un problema puesto que en el Edificio Europa el alumnado dispone de 1.250 metros en total, entre la planta baja y la primera, para realizar su formación, y el equipamiento del antiguo IES Rosario cuenta con 1.811 metros cuadrados de superficie construida. En la actualidad la Escuela imparte cuatro ciclos formativos, dos de grado medio: 'Cocina y Gastronomía' y 'Servicios en Restauración'; y dos de grado superior: 'Dirección de Cocina' y 'Gestión de Alojamientos Turísticos'. Y todos los ciclos de Formación Profesional tienen una duración de dos cursos académicos.
Así, descartada la opción del traslado a El Madrugador, actualmente es ésta la que está sobre la mesa para otorgarle a la Escuela Fernando Quiñones una sede definitiva en la propia ciudad de Cádiz.
Ya se planteó el traslado del centro a este equipamiento
No es la primera vez que se plantea el traslado de la Escuela de Hostelería Fernando Quiñones al histórico inmueble de la plaza San Agustín. En 2009 era la opción que se barajaba después de que entonces promotora del hotel de cinco estrellas que se proyectaba en Valcárcel, Zaragoza Urbana, anunciara que el centro formativo debía abandonar el emplazamiento que venía ocupando en el antiguo hospicio de cara al inicio de las obras para el complejo hotelero.
Un traslado que, para materializarse, precisaba de la firma de un convenio entre la Diputación Provincial y Zaragoza Urbana, mediante el cual la firma aragonesa debía desembolsar una cuantía de dos millones de euros que se iban a destinar a la reforma del antiguo instituto Rosario.
Pero finalmente esa operación no prosperó. La empresa renunció a la construcción del hotel, y en 2013 tanto el profesorado como el alumnado del centro formativo tuvieron que abandonar esas instalaciones en Valcárcel por motivos de seguridad, debido al mal estado de las mismas. Así, tras un acuerdo entre la administración provincial -con José Loaiza como presidente- y la Zona Franca -con Jorge Ramos como delegado-, el centro formativo se emplazó «de manera provisional» en el Edificio Europa, tras una importante obra para adaptarlo a las necesidades de la Escuela. Y allí, en el recinto interior del Consorcio permanece 11 años después.
Uno de los lugares que se señaló con más fuerza para sustituir al antiguo edificio de Valcárcel era el hotel Escuela Fuentemar, en Chiclana. Sin embargo, cuando se apuntó a ese emplazamiento, se alzaron numerosas voces en contra, entre ellas la de la entonces alcaldesa de la ciudad, Teófila Martínez, que pedía que las instalaciones no salieran de la capital.
