CONGRESO DE LA LENGUA
«Es un día de celebración no solo para Cádiz, sino para los 500 millones de hispanohablantes»
Albares destaca el papel de Cádiz como puente entre América, Europa y África en el inicio del IX CILE
El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, ha sido el encargado en la tarde de este lunes 27 de marzo de abrir la primera ponencia del IX Congreso Internacional de la Lengua Española, que se celebra en Cádiz desde este lunes hasta el jueves 30. En una comparecencia ante los medios. Albares ha destacado que el de esta semana supone un acto de celebración no sólo para Cádiz, sino para «los 500 millones de hispanohablantes que hay en el mundo».
El ministro socialista ha subrayado que este congreso se produce casi como continuación de la Cumbre de Estados que se ha celebrado en Santo Domingo, «donde se ha puesto en valor el sentimiento de hermanamiento entre los países de Iberoamérica». Una unidad que se incrementa «con el lazo del idioma». Un idioma que es presente y que, según el titular de Exteriores, es sobre todo «futuro».
Albares ha puesto en valor la pujanza del español, «que cada vez tiene más fuerza en la tecnología, en el arte y que cada vez es más estudiado como segundo idioma». En este sentido, ha enfatizado el hecho de que es una de las tres lenguas que es oficial en la ONU y en la UE e, incluso, en la Unidad Africana «gracias a los esfuerzos que ha realizado Guinea Ecuatorial».
Cádiz puente de Europa, América y África
Antes de dar la primera conferencia, La fuerza del español en Europa y en la escena internacional, Albares reconoció la idoneidad de Cádiz para la ciudad por su condición de puente entre Europa, América Latina «y con la mirada puesta en África». Asimismo, destacó el gran nivel de los cerca de 600 ponentes en las jornadas.
Preguntado por la gran presencia de políticos del Gobierno en el Congreso, Albares ha argumentado que se debería al «interés de este Gobierno por poner en valor el español». Aunque también admitió que era una manera de reconocer el trabajo que se había hecho, contrarreloj, por traer el Congreso a Cádiz cuando no fue posible celebrarlo en Arequipa (Perú).
