Con 'C' de Cádiz

«No me di cuenta de la vida tan gaditana que tuve hasta ser mayor»

david ibáñez montañez. gestor de comunicación

Gaditano de la calle Pasquín, este amante de la Semana Santa es responsable directo de que Cádiz sea la provincia más reclamada en unas redes sociales que domina tan bien como su arte para comunicar los placeres de esta tierra

David, junto a la gitana, imagen de @CadizTurismo francis jiménez
Alfonso Carbonell

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El turismo de Cádiz está en las mejores manos, en las de David Ibáñez Montañez (Cádiz, 1977), 'community manager' de las redes sociales del Patronato de Turismo de la provincia. Sus publicaciones no pasan desapercibidas para el gran público dado que escribe tal y como habla; por eso, escucharlo es toda una garantía si lo que se quiere es conocer mucho del Cádiz que lleva dentro mientras uno no tiene otra que reírse con las mil y una historias que conserva un gaditano de esos que hacen patria chica sin quererlo. Porque así es el arte más genuino y verdadero, el de las personas como David, que cuenta las cosas tal y como son y sin forzar una gracia que le sale porque se le vierte con la mayor naturalidad.

Vecino de la gaditanísima calle Pasquín, este diplomado en Magisterio y maestro de Educación Física en sus inicios tiene recuerdos de un Cádiz, el del ayer, que conoció a la verita de sus abuelos. De sus manos que iba siendo un enano a comprar a la plaza para perderse en ella, o bien a pescar mientras saltaba por los bloques del Campo del Sur. Sus recuerdos los cuenta como si los estuviera viviendo de nuevo y ver hacerlo es todo un deleite. Otra cosa, reivindica el acento viñero de su calle aunque muchos la coloquen fuera del estricto ámbito del barrio más gaditano por antonomasia.

'Exiliado' desde hace más de una década en San Fernando, David sigue siendo un amante la Semana Santa de su tierra, esa de la que ha hecho un hilo del que tirar para siempre tener una excusa para volver a Cádiz.

-Empecemos por donde nos encontramos, en el Patronado de Turismo de la Diputación de Cádiz, situado en los bajos de fondo sur del estadio. ¿A qué se dedica aquí?

-Bueno, yo trabajo en el Patronato de Turismo de la Diputación de Cádiz, donde soy gestor de comunicación desde 2007. Trabajo dentro del Departamento de Comunicación. ¿Qué pasa? Que cuando nosotros empezamos en el año 2007 no había ni redes sociales ni nada. Mi labor era estar en contacto con los periodistas, gestionar las bases de datos, actualizarlas, enviarles las notas de prensa, llevar archivos; lo que es una labor, digamos, de documentación y todo eso. Con el tiempo ya, de estar liado con los 'faxs' y eso ya empezamos con las redes sociales, YouTube... Y ya lo típico. Dijimos 'vamos abrir una cuenta YouTube, otra de Facebook, otra de ...' Y ya pues ya me fui especializando, aparte de todo lo que hacía antes. Así fue como ya empecé a llevar lo que eran las redes sociales oficiales del Patronato de Turismo. Que vamos, que pasaron de no ser nada a lo de ahora, que son las cuentas que más seguidores y más influencia tienen de la provincia. Vamos, de todos los patronatos de Andalucía, la siguiente a nosotros tiene la mitad.

-Dicen que Cádiz se vende sola, pero sin duda algo tendrá el agua cuando la bendicen. ¿Por qué cree que tiene tanto éxito sus cuentas?

-Yo creo que el éxito de las redes sociales nuestras se debe a que, en el momento que empecé a llevarlas, decidí llevarlas a mi estilo, ¿'sabe' lo que te digo? No como una red social típica de una administración pública. O sea, quise llevar mi persona a las redes sociales del Patronato de Turismo. Ahí me tiré yo a la piscina, pero es que para mí era más fácil escribir, redactar, que la verdad es que se me da muy bien hacerlo en plan como es nuestra forma de ser, de hablar; desde el humor y como yo soy, antes que ponerme en plan serio. ¿Qué pasa? Que cuando empecé a la gente empezó a gustarle y ahora nuestras redes sociales se diferencian precisamente por eso, porque no son las típicas redes públicas, sino que son al más puro estilo gaditano; sin pasar el límite de la falta de gusto o de respeto, pero siempre manteniendo nuestra forma de hablar, de ser, dándole esa alegría con la que nos tomamos las cosas y en un canal que lo que vende es turismo, claro. Eso es lo que creo que me ha servido para tener éxito en las redes sociales; la forma de ser del gaditano se ha transformado a esa forma de escribir en esas publicaciones. En un principio, me podrían haber dicho 'quillo, déjate', pero, mira, como ha tenido mucho éxito eso ha sido nuestra marca diferencial. ¿'Sabe' lo que te digo? Aparte de la gitana, llevar así las redes sociales, aunque siempre con respeto y educación.

-Hábleme de esa gitana, imagen de la marca @cadizturismo.

-Todos nuestros dibujos los hizo el dibujante Antonio de Felipe. Cuando yo entré en el 2007 ya estaban. Antiguamente estaba aquí de gerente Manuel Piñero, que era del PSOE y que también estuvo de concejal de Cultura; pues este gerente le encargó a De Felipe algunos dibujos de la provincia. Y gustó tanto que casi nos quedamos con el de la mujer como imagen principal.

-Una mujer, la gitana, que es la imagen de las cuentas de @CadizTurismo y con la que tengo entendido le han confundido no pocas veces.

-Es una anécdota, sí. Muchas veces los compañeros y técnicos que suelen ir a las ferias de turismo, cuando vuelven me dicen lo que les suelen decir allí gente de otros sitios. '-Quillo, me encanta como lleva las redes sociales vuestra compañera. -Pero qué compañera, si es un chaval!'. Incluso también mandan mensajes diciéndome 'muchas gracias, guapa, no sé qué no sé cuánto'. Cada vez que doy una charla comento esta anécdota; todos los años participo en el Máster de Gestión y Administración Pública que organiza la Universidad de Cádiz.

-¿De qué trata su charla?

-Es una ponencia de cuatro horas que explico cómo es llevar las redes sociales de una administración pública. Entonces, una de las cosas, que cuento es que mucha gente se piensa que soy una mujer. Será porque ven el logotipo y, no sé, inconscientemente, se creen que soy una mujer. Incluso alguno me escribe por privado para intentar quedar creyéndose que soy una mujer. Jajaja. Ojú.

-Más allá de su forma de llevar las cuentas, siempre tiene presente que representa a una institución pública.

-Claro, cuando yo escribo, es una responsabilidad, porque escribo en el Patronato de Turismo, pero también escribo para la Diputación, una institución.

-¿Cuántos tuits, post o publicaciones sube al día? ¿Son las mismas para todas?

-Yo, aunque no te lo creas, llevo Facebook, Instagram, Twitter...

-Me lo creo, eh.

-Jajaja. Pues eso, llevo las cuentas de Facebook, Instagram, Twitter, TikTok, Linkedin, el canal de WhatsApp y el canal de Telegram. Y claro, cada red social tiene un público objetivo. Facebook, Instagram y TikTok tienen un público más de ocio y turismo, y, sin embargo, Linkedin y el Twitter lo dedicamos más al tema profesional; empresarios o profesionales del sector. Por ejemplo, una noticia de que hemos ido ahora a la World Travel Market de Londres promocionando la provincia solo la pongo en el Twitter y el Linkedin porque es donde hay más empresarios. Esta es, más o menos, mi labor aquí. Y la verdad que es un orgullo que de ser unas cuentas que se crearon por crearse hayan pasado a ser unas cuentas que son bastante influyentes. La (cuenta de la) siguiente provincia, a nivel turístico, tiene la mitad o menos que nosotros de seguidores. Mi objetivo, no sé si será políticamente correcto o no, pero bueno, lo digo, mi objetivo es superar a Turismo Andaluz.

-Palabras mayores.

-Tenemos 136.000 seguidores en Instagram y Turismo Andaluz 142.000, o sea que, en el momento que superemos a Turismo Andaluz va a ser un pelotazo.

-Olé.

-Que la cuenta de una provincia pueda superar a la de una región es para alegrarse.

-Y tanto. Una vez presentado profesionalmente, vayamos a la persona. ¿Y ese apellido acabado en Z?

-Tengo que explicarlo, sí. Realmente, tengo que apuntar que soy Montañés con S, de los montañeses de Cádiz que vinieron de Cantabria; mi abuelo es montañés con S, pero a mi madre, no sé si fue el del registro, como las cosas que pasan en los chistes, le pusieron Montañez con Z; llevo toda la vida explicándolo.

-Vamos, que en su DNI le sale con Z.

-Sí. Por eso tengo que estar diciendo siempre, desde que era un niño, '¡David Ibáñez Montañez, con Z!' porque me lo ponen con S, no con Z.

-¿Dónde nació?

-Yo nací en el año 1977 en el Hospital de Mora. El 13 de agosto de 1977. Bueno, el primer diploma que yo tengo, que es del que más orgulloso estoy, es uno que pone 'David Ibáñez Montañez, nacido en el Hospital de Mora en el año 1977'.

-Será del que más orgulloso esté, pero fue el que menos se ganó, eh.

-Jaja Claro, claro. No te da puntos para las oposiciones ni nada, pero bueno. Ahí lo tengo en mi casa, y no lo tiene todo el mundo, eh.

-Y del Hospital de Mora a...

-Mi infancia es muy humilde; yo me he criado en la calle Pasquín, en el 27, que era un patio de vecinos; allí vivía con mis primos, con mis hermanos, con todos. ¡Allí vivía 'to' el mundo! Una casa antigua de Cádiz con solo un cuarto de baño, que era 'pa' verlo. Vivía mi abuela, mi abuelo, el hermano de mi abuela, el hermano de mi abuelo, mi tía… ¡'To' el mundo! Eso era dos plantas, la planta baja y la planta primera, 'po' la planta baja era casi toda de nosotros. Y ahí me he criado yo.

Fotografía realizada por el protagonista de esta entrevista desde la Catedral de Cádiz. D. I.

-Buenas historietas han debido salir de ahí.

-Bueno... Te voy a contar lo que era mi infancia, porque a raíz de ahí, pues ya yo me iba mucho a pescar con mi abuelo al Campo del Sur, o sea que yo… He vivido una vida muy gaditana, 'sabe' lo que te digo. Es más, yo no sabía que he vivido una vida muy gaditana hasta que he sido consciente de mayor. Aparte de criarme en lo que es la calle Pasquín. Porque te digo una cosa, los pasquineros siempre nos hemos sentido mucho de La Viña, la Cruz Verde. Aunque hay gente que dice que Pasquín no es de La Viña, porque la calle Sagasta, digamos, es el límite, pero bueno. Desde chico he estado siempre por el Campo del Sur; muchas veces me iba con mi abuelo a pescar a los bloques; horas y horas pescando. Y allí que me iba con él [y tamborilea con sus dedos sobre la mesa como emulando al niño pequeño que correteaba saltando entre bloque y bloque del Campo del Sur]; un niño con su abuelo, que iba con la caña del país. O sea, yo viví una vida totalmente gaditana.

-Pues sí.

-Y ahí estaba yo, un niño de diez años bajando por los bloques como si fuera eso [y vuelve a repetir su tamborileo sobre la mesa]. Un día coge mi abuelo y me dice: 'David, venme a comprar a la plaza camarones que se me han acabao'. Y me fui a la plaza y, claro, yo estaba en 'entortao'; cogí y en vez de comprarle camarones normales le compré camarones cocidos. Y cuando volví con los camarones cocidos: '¡Chiquillo, qué has comprao?' Había un farmacéutico, que también estaba pescando por ahí, que desde ese día me llamaba el niño de los camarones cocidos. jajaja. Otra que tengo de 'entortao' es cuando me perdí en la plaza cuando era chico; mi abuela me dejó con una que vendía números. Ella me dejó allí, en la puerta por donde entraba el 'pescao'. ¿Qué pasa? Que me fui y me perdí. Y mi abuela buscándome y gritando por la calle y el 'mercao' '¡Daviiiiiiiid, Daviiiiiiiid!'.

-Jajajaja. ¿En qué colegio estudió?

-En Valcárcel hice toda la EGB, el BUP y el COU, cuando ya se llamaba Instituto La Caleta. Como ves, mi vida se movió siempre por ahí; mi abuela me llevaba al colegio todos los días por la calle de La Palma. Yo veía a la Petróleo vendiendo números y diciendo barbaridades todos los días. También veía mucho a Carlos el Legionario, o a Carlos Cocoroco, que se metían con él diciéndole 'Carlo, que te pica el coco. Coco, coco, coco, cororoco'. O sea, que yo vivía lo más 'Cádi, Cádi, Cádi', vamos.

-Jejeje. ¿Y qué hace cuándo termina COU?

-Terminé los estudios y me fui a estudiar Magisterio en Puerto Real. Pero 'cúchame', que cuando yo me enteré que querían poner Magisterio también en Valcárcel... ¡Fíjate, hubiera sido estudiar la EGB, BUP, COU y la universidad también en Valcárcel!

-¿Y cómo es salir del barrio?

-Claro, ya tocaba estudiar y trabajar, que lo estuve haciendo aquí en un centro de formación. Mi vida siempre ha girado en torno a Cádiz hasta que me casé, o un poco antes, que ya tuve que exiliarme a San Fernando. Eso sería en el 2009 o por ahí.

-Antes de 'exiliarse', ¿siempre vivió en Pasquín?

-Siempre, siempre. Ya, evidentemente, aquí no podía seguir porque mi mujer es de San Fernando, bueno, de Sevilla, pero vivía allí, y bueno, total, que me tuve que exiliar a San Fernando.

-Exiliar dice. Jajajaja

-Es que para mí fue exiliarse porque lo pasé súper mal. Al principio, tú fíjate que yo estaba acostumbrado al Campo del Sur, a sentarme allí, y yo qué sé, a pensar en mis cosas, en las novias que me habían dejado, yo me relajaba. Jajajaja.

-Jajajajajajajaja. Se relajaba con sus catacrocker. Está bueno eso.

-Jajajajajaja. No, es broma, joe. Pero es verdad que yo me ponía allí en la muralla a pensar en mis cosas así en plan melancólico mirando a la luna. Jajajaja. 'To' eso lo vivía yo allí. Y, claro, verme yo en mi Campo del Sur, o el hecho de ir a la playa saliendo de mi casa con mi toalla 'na má' a verme en San Fernando, que allí no tenía 'na' de entrada. ¿'Sabe' lo que te digo, no? No era lo mismo.

-Lo entiendo, lo entiendo. Y muy bien explicado, además. ¿Qué aficiones tenía en Cádiz?

-Pues mira, yo soy súper aficionado a la Semana Santa de siempre. He pasado por muchas hermandades. A mí el Carnaval me ha gustado, también. Siempre he sido un fan de Martínez Ares, de su época más clásica. De hecho, todavía lo escucho en el coche; 'La Ventolera' y todas esas.

-Pero ha sido más capillita que carnavalero.

-Sí, y de siempre, no sé por qué, porque no me he criado en el mundo de la Semana Santa, sin embargo, a mis hijos los estoy criando en la Semana Santa y nada. Pasan tres kilos. Y yo de siempre; empecé saliendo en la hermandad de La Columna.

-¿Qué era lo que le tiraba para que le gustase tanto?

-No sé, pero había algo que decía que me gustaba a pesar de que nunca nadie había tirado de mí. Pero el caso es que empecé saliendo en la hermandad de La Columna cuando tenía diez años, pero qué pasa, que como antes los niños estaban 'encarajotaos', pues no conocía ni las calles; yo iba con la procesión y me parecía que estaba en Londres. Yo, por cada calle que cogía, pensaba 'dónde estoy, dónde estoy' jajaja. 'Asustao perdío'. Y, claro, cuando en una calle vino mi padre, me fui. Jajajaja. Pero vamos, ya más adelante, fui saliendo en El Caído, donde me llevé diez u once años.

-¿En qué se basaba para salir en una hermandad o en otro?

-Eran hermandades que me gustaban. Entiendo que de pequeño la vería un día por la Catedral yendo con mi madre y le dije que quería salir ahí, y ya fui cogiéndole cariño. Después de esos once años, no sé si te acordarás, la hermandad de la Sanidad entró en declive, por la época del final del siglo pasado, el año 2000, por ahí. Entonces, otro grupo de hermanos la cogió y me metí dentro para hacer cosas. Por ejemplo, yo firmé el contrato con Luis González Rey para que hiciera las tres mujeres hebreas que están en el paso. Yo estaba en El Caído, pero fui a ayudar a Sanidad porque tenían el local en un garaje del Campo del Sur. Y así, que si esto que lo otro, y como me gustaba tanto, pues ya me dijeron que si quería ser vocal de juventud. Venga, 'pum'. Y me metí en la Junta de Gobierno, donde ya después fui segundo secretario. Para mí es un orgullo saber que colaboré a que la hermandad esté como está ahora después de quedarse un año o dos sin salir al estar en ruinas; hasta que unos hermanos la cogieron, sacaron los enseres de un garaje, se los llevaron al Campo del Sur y buscaron ayuda. Yo formaba parte del Grupo Joven que financió un porcentaje de las tres mujeres hebreas. Fue ahí cuando decidí salirme del Caído porque, pfffff; salía dos veces a la semana y eso era mucha tela ya. jajajaja.

-Por eso y porque se implicó más con Sanidad.

-Claro, porque estaba más 'metío'; es que date cuenta que yo venía de las feria de Conil.

-Espere, espere. ¿Qué tiene que ver la Semana Santa con la feria de Conil, David?

-Jajaja. Te cuento, te cuento. Yo es que le ponía mucho sacrificio a las cosas de la hermandad. Vamos, que venía a las siete de la mañana de Conil y a lo mejor me tenía que levantar un domingo a las ocho para ir a Santa Cruz a preparar los cultos. ¿'Sabe' lo que te digo? Vamos, que he estado súper metido. Actualmente salgo en El Descendimiento. Me hice hermano y procesiono el Viernes Santo.

-Porque es de las más cortita, ¿no?

-Jaja. Claro, claro. No, en serio, es que hice la comunión en la Iglesia de la Pastora, en la calle Sagasta y me bauticé en San Lorenzo y como ese es mi barrio, pues mira, decidí salir otra vez, ¿entiende?

-¿Alguna anécdota de penitente?

-Miles, pero hay una que te quería contar muy importante. Yo soy, aunque tú no te creas, la única persona en Andalucía e incluso me atrevería a decir en España, que le han robado el capirote en plena procesión.

-Jajajajajajajajajajajajajajajajaja. Cuente, cuente. Por favor.

-¿Tú no 'sabe' eso?

-Yo que voy a 'sabe', David. ¿Que fue de pequeño?

-¿De pequeño? ¡Tenía yo 20 años!

-Jajajajajajajajajajajajajajaja Vamos, que seguía 'entortao'.

-Jajajaja ¿'Entortao'? Peor. Salió publicado y todo. 'Cúchame'; esto salió 'publicao' al día siguiente porque salió hablando el hermano mayor de la Sanidad en aquella época, que era el director del Banco Santander del Palillero. Pues bueno, salió publicado el día siguiente esto que había pasado, queeeeeee, ¡¡¡¡¡¡¡¡atención!!!!!!!!!!! Me puso como una de las excusas para que la hermandad dejase de salir en la madrugada del Jueves Santo. Es más, yo tengo un vídeo que me hicieron sin el capirote justo después de que me lo quitasen y el hermano mayor salió diciendo en el medio que a un penitente suyo le habían quitado el capirote. Esa fue unas de las excusas que puso para pasarse al Martes Santo. ¡Y con toda la razón!

-Ah, claro. Que eran aquellos años donde las procesiones pasaban por los 'botellódromos' instalados en San Francisco, Plaza Mina y demás. Vale, vale, vale... ¿En qué calle pasó y cómo fue?

-Mira, atención.

-Jajajajajajaja

-Jajaja. Yo iba iba de diputado de Cruz, porque la Sanidad metió esa imagen que es muy de Sevilla. ¿Qué es diputado de Cruz? Pues en la Sanidad había un hombre con un palermo, que en Cádiz no había palermo; yo fui la primera persona que salió en Cádiz con un palermo, que es con un palo con el que se va golpeando el suelo para mandar andar.

-Hombre, de ahí el gran programa sevillano de humor cofrade 'El Palermasso'. Venga, cuéntelo.

-Pues yo iba delante de la cruz de guía. Entonces, ¿qué pasa? Que allí no había uno haciendo 'clanclanclanclanclan' [exclama imaginando al clásico hermano varilla que va haciendo sonar la vara en los husillos para ordenar andar a la procesión]. El que lleva el palermo es como una imagen más sobria. Entonces, aquí no se iba haciendo 'clanclanclan' [repite mientras golpea la mesa al unísono]. Me dijeron: 'Quillo, tú calcula cuando esté el paso cerca, anda una tirá y te para; anda una tira y te para. Y así'. Y yo tenía que estar calculando y cuando yo andaba, andaba 'to' la hermandad entera. Y cuando paraba, pues se paraba 'tola' procesión.

-Jajajajajaja. ¿No me diga que se lo quitaron ejerciendo del penitente más serio del cortejo?

-Claro. Fue una vez que pasamos la carrera oficial por la calle San Francisco; a las tres y media, cuatro de la mañana. Estábamos en la calle San Francisco de camino a Corneta Soto Guerrero, la que va a Diputación; estaba hablando yo con el fiscal de la hermandad; la cruz de guía aquí [y señala hacia atrás] y nosotros, solos, delante, y hablando; y en eso que yo escucho un ruido. Fíjate tú, de madrugada; la gente 'dormía'; una hermandad sobria, 'to' el mundo en silencio.

-Muchos dormidos y algunos borrachos...

-Claro. Y miro 'patrás' y me veo a dos tíos 'to' grandes, rubios y 'sentaos' en el suelo; 'to' borrachos. 'Vaya gente, vaya plan', le dije al fiscal, con el que seguía hablando. Total, que seguimos hablando y siento 'fum' y cuando miro me digo extrañado '¿esto qué es? ¿qué bien veo! [cuenta como el que lo está volviendo a vivir e imitando a todo aquel al que se le quita un capirote de manera inesperada].

-Jajajajajajajajajaja

-Pero, quillo, lo que no sabía esa gente es que el capirote va amarrado por debajo; se creerían que éramos del Ku Klux Klan o algo así, pero qué pasaba, que el capirote tenía ya un montón de años y las grapas estaban 'gastás'; el nota se levantó, me cogió el cucurucho... 'paaaaa' [y gesticula como el que siente un tirón en el coco mientras pone cara de circunstancias].

-Jajajajajajajajajajajajaja

-Mira, que me hizo así y miré 'patrás' y me veo al tío 'to' grande, con el capirote negro corriendo por la calle Corneta Soto Guerrero en dirección a la Diputación; pero quillo, así por la calle. [Y se levanta de la silla y se pone a correr reviviendo la carrera del nota que se llevaba su capirote en la mano en plena madrugada del Jueves Santo].

-Jajajajajajajajajajajajaja ¿Y qué hizo?

-Lo único que se me ocurrió fue gritarle '¡Quilloooooooooooooooooooo, quillooooooooooo! ¡El capiroteeeeeeeeeee!'. Y 'to' el mundo en silencio. Un numerito.

-Jajajajajajaja. ¿Cómo acabó la procesión?

-Bueno, ahora me dice el fiscal. '-Quillo, qué ha pasado. -Pues qué va a pasar, que el tonto este me ha pegao un tirón pensándose que esto es un gorro'.

-Jajajajajajaja ¿Le llegó a hacer daño o alguna herida?

-No me hizo daño porque ya tenía muchos años el capirote y estaba medio suelto por lo de las grapas. Total, que me dice el fiscal: 'Po quillo, la procesión tiene que andar; esto no puede quedarse parado. Te voy a busca un gato aunque sea'. Tuve que dar dos o tres 'tirás' delante de la procesión sin capirote. La gente mirándome y, qué pasa, que casualmente me hizo un vídeo una amiga que estaba viendo la procesión en esa calle y se me ve a mí con la cara blanca llegando por la calle San Francisco y con la cara más blanca que un mimo 'asustao'. Todavía no me habían traído el gato de una de los maniguetas de debajo del manto del palio. No se ve muy bien porque está grabado con las cámaras de la época. Un poco más tarde ya me me dieron un gato de los que van debajo del palio y ahí fui yo. Tú, fíjate, 'to' el año trabajando en la hermandad y esperando el día de la salida y coge y me pasa eso. Yo cogí un 'amargaso' horrible.

-Jajajajajajaja

-Y yo como un tonto fui después, cuando me recogí, a las tantas de la mañana buscando el capirote; me di una vuelta por la plaza España pero qué va, imposible picha.

-¿Siguió saliendo años siguientes?

-Seguí saliendo incluso algún año intercalado como acólito en el Nazareno de Santa María.

-¿Y no le ha dado por la carga?

-Sí, sí. Mi sueño fue cargar El Caído, pero no se dio.

-Ojo que en breve empiezan los ensayos.

-No, no, déjate, que ya tengo la espalda 'reventá'. A principios de los 2000 cargué la Sagrada Cena, la Virgen del Mayor Dolor, en la Buena Muerte, o la Virgen de los Desamparados en el mes de mayo. Hasta que ya me desconecté de ese mundo de la carga al casarme y tener los niños.

-¿Y cómo vive la Semana Santa en la actualidad?

-Yo no puedo desconectar de Cádiz totalmente; yo tengo que tener algo que me una a Cádiz ¿Qué puede ser? Claramente, la Semana Santa. Todos los años vengo a procesionar en el Viernes Santo con El Descendimiento, porque lo pasamos de la Madrugada al Viernes por lo mismo que antes, muchos borrachos

-Se puede decir que la Semana Santa de Cádiz es muy rica de Domingo a Miércoles, pero que llegado el Jueves se viene abajo con sus últimos coletazos.

-Sí, pero también es normal porque la Madrugada es que tú pasabas por Cristóbal Colón y Cobos y las calles esas y ya se veía a la gente bebiendo. Vamos, te voy a contar algo que me pasó en la plaza Candelaria; estaba yo con el farol y me vino una tía con una copa, borracha 'perdía'; y yo así con el farol del Descendimiento, donde no se podía hablar. [y hace como el que está parado con un farol de una hermandad en plena parada] Y se pone la tía así 'chin, chin', con la copa así [como el que quiere brindar]. ¡Quería que yo hiciera 'chin, chin' con el farol y su copa! Las cosas. Entonces, cuando votaron para cambiar de día yo dije que sí.

-Hombre, como para no tener motivos. Bueno, ¿y cómo se ve Cádiz desde San Fernando?

-Ya no vengo tanto como antes, pero la verdad es que cuando vengo la veo cambiada. Ahora como que se ha externalizado más. Es menos Cádiz. Digamos que como que se ha adaptado mucho más a la gente de fuera.

-¿Qué hace cuando llega la Semana Santa?

-Pues mira, también me he acercado a la de San Fernando. Los primeros años veíamos todos los días la de allí y la de aquí, la de allí y la de aquí. Pero, claro, era un palizón. Lo que hacemos ahora es quedarnos un día allí y otro venimos a Cádiz; y ahora, con los niños, que no les gusta la Semana Santa, peor.

-¿Su mujer también es capillita?

-Sí, bueno, como es de Sevilla también le gusta mucho la Semana Santa, Triana...

-¿Nunca ha pensado en volver a Cádiz?

Sí, 'vamo a ve', lo que pasa es que San Fernando es una ciudad muy tranquila para vivir. Se vive muy bien.

-Es verdad que desde fuera se ve que ha cogido un impulso últimamente después de las sombras que dejó las obras del tranvía. Ahora, al menos, leo que los vecinos vuelven a quejarse y todo por el ruido de los bares, señal de que ha vuelto la vida.

-Yo vivo por la zona donde hay bares y eso y la verdad es que hay ambiente. Pero te digo una cosa, al principio lo pasé mal, las cosas como son. Pero, ya ahora, que tengo niños y eso, es verdad, que para mí es una ciudad tranquila para vivir. Tiene bares por todos lados, te puedes tomar un café tranquilamente. La verdad, estoy contento.

-Y desde la distancia, ¿qué cree que le falta a Cádiz en el caso de que le faltase?

-Aparcamientos. Cuando vendimos la casa de mi madre, la de la calle Pasquín, también se me fue el aparcamiento y no veas ahora 'pa vení'. Cuando he venido a un evento en Cádiz, la Magna por ejemplo, había veces que venía y me tenía que ir de vuelta. Esos eventos ya no los puedo disfrutar porque ya es muy complicado por el tema del aparcamiento y la comodidad.

-Bueno, pues que encuentre sitio para aparcar cada vez que venga porque tenerlo por aquí es todo un placer. Mucho gusto y a seguir vendiendo Cádiz con el mismo arte.

-Gracias.

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