educación
El colegio Argantonio fomenta los recreos inclusivos y activos
El centro ha elaborado este curso un calendario con las actividades y deportes que el alumnado puede realizar en el patio durante la media hora de descanso, creando un espacio respetuoso de convivencia
Los lunes y los miércoles, juegos de mesa, ajedrez, cartas, cubo de Rubik, baile, juegos de tapones, elásticos y cuerdas... Los martes y los jueves, fútbol, voleibol, ping pong, palas, baloncesto, el matar, el pilla-pilla... Y los viernes, libres. Así organiza el colegio gaditano Argantonio los recreos de su alumnado de Primara y Secundaria.
Este curso escolar 2023-24 es el primero que este centro educativo -de titularidad privada y aconfesional- ha elaborado un calendario con las actividades que los estudiantes pueden realizar en el patio durante la media hora de descanso, y el resultado no puede ser más positivo y satisfactorio tanto para los beneficiarios como para el profesorado. Así lo aseguran la jefa de estudios,Esther Marcos, y varios alumnos del colegio con los que ha hablado La VOZ DE CÁDIZ durante uno de esos animados recreos.
Y es que los centros docentes, por normativa, deben organizar en el marco de su autonomía «recreos inclusivos y activos» con el objetivo de «potenciar las interacciones que se establecen entre el alumnado». Así lo establece la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional de la Junta de Andalucía en su orden del 30 de mayo de 2023, especificando que se podrán realizar «juegos y actividades lúdicas» del interés del alumnado y que sean «transmisores de la cultura, de los valores y que contribuyan a desarrollar hábitos de vida saludable», tales como «talleres de ajedrez, de debate, de juegos tradicionales, de baile, de decoración y de lectura, entre otros de naturaleza análoga».
Pero lo cierto es que en Argantonio vienen desarrollando esos objetivos desde hace varios años, con la diferencia de que este año es el primero que han elaborado un calendario para que los recreos sean más estructurados. «Por ley nos lo exigen, pero es verdad que en este colegio ya llevamos bastante tiempo aplicando fórmulas al recreo, porque consideramos que debe ser un espacio donde debemos procurar que los alumnos estén contentos, socializando, relacionándose por igual chicos y chicas, donde se fomente la relación entre las distintas clases y, por supuesto, donde se juegue de manera activa, no con un móvil ni con una tablet«, explica Marcos.
No obstante, señala que con motivo de la pandemia, «todo lo que habíamos avanzado con los recreos inclusivos y activos se perdió y nos dejó bastante marca, pues el recreo dejó de ser un espacio donde socializar...». «Cuando se fueron acabando las restricciones, los propios niños nos reclamaban volver a lo de antes», agrega la jefa de estudios, que resalta especialmente el trabajo desarrollado por el profesor de Educación Física, José Javier Rosendi, en el recreo, creando distintos espacios delimitándolos con redes para así evitar que el fútbol monopolizara todo el patio y favorecer que los escolares practicaran otros deportes y juegos.
Este curso, además de estructurar los recreos de lunes a viernes, se han creado también varias comisiones formadas por una treintena de alumnos mediadores que están ayudando a que los recreos discurran con tranquilidad y normalidad, velando por la inclusión de todo el alumnado, así como por el buen uso y cuidado del material deportivo y de los juegos de mesa que se ponen a su disposición durante el recreo, y por el buen uso de los bidones de reciclaje de envases y de restos orgánicos del desayuno. «Hemos conseguido que el recreo sea un espacio cordial, inclusivo y respetuoso. Y nuestro papel como profesores es estar vigilantes para que se cumplan todos estos objetivos«, comparte la docente.
Guille Romero, alumno de cuarto de Secundaria y mediador, se muestra encantado con esta planificación de los recreos y con su labor de inspeccionar que sus compañeros utilizan adecuadamente los bidones de reciclajes durante la media hora que permanecen en el patio. «Me gusta ayudar y me considero una persona sociable, por eso me presenté voluntario como mediador«, comparte tras interrumpir unos minutos su juego al fútbol. Y antes de despedirse añade un pero: «Me gustaría que hubiera un día más de pelota en el recreo». Una petición que, asegura Marcos, reciben de muchos alumnos.
María Castro, alumna de tercero de ESO y mediadora de recreo, se encarga de la música. Para ello, emplea un bafle del que dispone el centro y lo coloca en la grada del patio, donde el alumnado escucha música y realiza coreografías, pero sin móviles. A María le encanta la música y disfruta con su papel de mediadora, encargándose también de que los temas musicales seleccionados por sus compañeros o ella misma sean «adecuados».
Y también se pronuncia Daniela Pinteño, alumna de tercero de ESO que destaca por sus dotes futbolísticas, aunque justo antes de acceder a hablar con este medio jugaba con otros compañeros al voleibol. «Me gusta mucho practicar deporte, así que aprovecho los días que tocan juegos de pelota en el recreo para practicarlos. Fútbol, voleibol...». E indistintamente con compañeros y compañeras. «Aquí jugamos niños y niñas a todo, no hay ningún problema», se despide.