Sociedad
Charo Sáez: «En ciertos aspectos es imposible competir contra los gigantes como Amazon»
Charo Sáez trabaja como encargada en la librería Quorum y señala la atención personalizada como el principal fuerte de los negocios locales en relación a comprar por internet
El 36,2% de los gaditanos afirma haber comprado libros impresos en el último año a través de internet. La revolución tecnológica ha agilizado las compras digitales, facilitando adquirir cualquier tipo de producto desde el sofá de casa sin la necesidad de tener que salir a la calle. Un aumento en las compras online que está afectando al comercio local, a los negocios tradicionales que ven sus ventas resentidas y teniéndose que subir al tren de promociones como el 'Black Friday' para seguir atrayendo al comprador.
En un mundo en el que la lectura cada vez está más digitalizada, las pequeñas librerías locales compiten ante gigantes como Amazon. Es el caso de la librería Quorum en Cádiz capital, en la calle Ancha número 27. Su encargada, Charo Sáez, trabaja en la empresa desde 1991. «Lo primero que quiero hacer es una defensa del comercio tradicional, del comercio local, porque creo que vamos a conseguir una desertización comercial y vemos como va a ir desapareciendo el pequeño negocio local, y creo que una ciudad sin negocios se empobrece, no es lo mismo una ciudad con escaparates y con la belleza que ello lleva consigo, que encontrarte la nada».
Reconoce que «en ciertos aspectos es imposible competir contra los gigantes como Amazon», como puede ser Amazon, pero una librería, si tiene que competir con este tipo de webs, puede ser con «la atención al cliente, la recomendación personal«. A cada persona que entra »le hacemos un pequeño interrogatorio (risas) y preguntamos que ha leído últimamente, los libros que has leído y te han interesado« o si es un regalo »conocer un poco los gustos de esa persona«. Al final el librero »actúa como como un detective del libro, y de esa forma damos una atención personalizada que es prácticamente imposible con la compra online«.
Además, en las librerías «tenemos páginas webs y existe la plataforma 'Todos tus libros' en las que eliges la librería entre las que dispones el libro que estás buscando y te lo mandan en un plazo de 24 y 48 horas», asegura.
El trato personalizado
El «punto fuerte» del negocio local «es el trato personalizado». En internet «puedes tener recomendaciones que tienes online, recomendaciones de libros por ejemplo, pero esa atención personalizada no la vas a encontrar en internet«.
«Hay que tener en cuenta que los libreros y que las libreras no nos limitamos a poner las novedades en las estanterías, en la medida en la que nos lo permite el trabajo leemos reseñas, las editoriales nos dan mucha información de los libros que van a editar, muchas veces nos llevamos el trabajo a casa», afirma.
En Quorum «como nos vamos intercambiando en las horas de trabajo, todos controlamos mas o menos todas las zonas, pero es cierto que otra compañera y yo controlamos las novedades en novela o la zona de Historia, hay una persona mas especializada en el área de Psicología... es un poco de todo, vamos intercambiando puntos de trabajo y tenemos que conocer todos los temas, pero tenemos alguna cierta especialización. Esto es imposible encontrarlo en internet».
Por ejemplo, para una persona al que le guste la Historia, recomendaría «Sapiens. De animales a dioses: Breve historia de la humanidad, de Yuval Noah Harari, que se sigue vendiendo mucho a día de hoy», «Fuego cruzado, la primavera de 1936 de Fernando del Rey y Manuel Álvarez Tardío», «Primavera Revolucionaria, de Christopher Clark», «Ni una, ni grande, ni libre, la dictadura Franquista de Nicolás Sesma» o «España diversa de Eduardo Manzano Moreno».
«La librería, al menos la nuestra, yo la veo como un lugar de ocio y encuentro. Las personas quedan en la librería como si fuera un punto de encuentro, como si fuera un bar, se colocan en la sección que les interesa, empiezan a hablar de los libros que le gustan, se van recomendando unos a otros los amigos, y si llega alguna persona que no es de ese grupo, se involucra... al final la librería es un espacio para socializar, yo lo veo así, y sería una pena que se perdieran estos puntos», concluye.
