urbanismo
Un chalé del Paseo Marítimo de Cádiz será demolido para construir diez viviendas con garaje y trasteros
El proyecto ya tiene licencia y está previsto que las obras comiencen antes de que acabe el año para ir poniendo fin a una de las pocas casas unifamiliares que quedan en la ciudad
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Vivienda, vivienda, vivienda... La palabra más pronunciada en Cádiz desde que el nuevo equipo de Gobierno liderado por el popular Bruno García tomara las riendas al frente del Ayuntamiento, al marcarse desde el minuto uno como una de las grandes prioridades para potenciar en la ciudad durante los próximos cuatro años, va plasmándose en hechos de la mano municipal y de las manos de inversiones privadas.
Y toca volver a hablar de viviendas, en este caso de la mano de inversiones privadas. Un chalé del Paseo Marítimo de la capital gaditana, el número 17, será demolido para construir una decena de casas con garaje y trasteros. El llamativo proyecto, según ha podido saber este medio, ya tiene la licencia por parte de Urbanismo y está previsto que las obras comiencen antes de que finalice este año 2023.
Dicho proyecto corre a cargo del estudio gaditano de arquitectura La Consulta, dirigido por Venancio González, con profunda huella en la ciudad. Venancio González es el arquitecto responsable de la Catedral de Cádiz, que afronta un año cargado de proyectos y restauraciones en el primer templo de la diócesis. La promotora, por su parte, es Desarrollos Inmobiliarios Privanza S.L.
La edificabilidad consumida de la propuesta, que resulta de la suma de las superficies construidas computables según la normativa, es de 700 metros cuadrados. Y el edificio contará con siete plantas: sótano, planta baja, planta primera, planta segunda, planta tercera, planta cuarta y planta castillete.
En la planta sótano irán zonas comunes, trasteros en un espacio de unos 50 metros cuadrados y el aparcamiento, para el que se destinan 76 metros cuadrados.
Las viviendas se repartirán entre las planta baja, primera, segunda, tercera y cuarta. Irán desde los estudios de unos 55 metros cuadrados a viviendas de dos dormitorios de 60 y dúplex, también con un par de habitaciones, de 85 metros cuadrados.
Por último, en la planta Castillete irán más zonas comunes.
Adiós a un nuevo chalé en Cádiz capital
Con este proyecto se perderá uno de los últimos chalés que quedan en Cádiz, vestigio de cuando la zona era de esparcimiento de los gaditanos. La falta de suelo manda y el evidente interés económico que supone la construcción de un bloque de viviendas ha ido acabando poco a poco en la ciudad con esos chalés tan típicos de Extramuros en puntos como el propio Paseo Marítimo, Bahía Blanca, La Laguna e incluso la avenida principal.
Impera la necesidad de viviendas en la capital gaditana y hay que aprovechar no ya cada metro, sino cada centímetro cuadrado que existe. Y vaya por delante que estas diez casas que se levantarán en el Paseo Marítimo, en un punto privilegiado, una zona peatonal a pie de playa, no estarán al alcance de cualquiera.
La mayoría de los chalés en Cádiz están pasando a la historia y en este contexto llamó la atención que se construyera una casa unifamiliar hace menos de cinco años en la calle Tamarindos de Bahía Blanca. La excepción que confirma la regla.
En el barrio de La Laguna, en la calle Pintor Zuloaga con Pintor Ribera, se está haciendo otra promoción de viviendas donde antes había un chalé, un proyecto que cuenta con la dirección del arquitecto Guillermo Vilches.
El chalé Virgen de la Paz era una construcción que, según el catastro, databa del año 1945, siendo una una de las casas unifamiliares más antiguas de las que quedaban en Cádiz y una de las más emblemáticas de la zona.
En ese solar se levanta una promoción de 12 viviendas en dos edificios de seis casas cada uno distribuidas en un par de plantas y un bajo. Las viviendas tendrán entre 59 y 102 metros cuadrados, siendo de una, dos y tres habitaciones. Se cuenta también con garaje, trasteros y un jardín comunitario de entre 25 y 30 metros cuadrados de superficie.
Los últimos planes de ordenación urbanística han ido limitando las alturas de las nuevas construcciones en La Laguna para evitar el colapso de un barrio congestionado en lo que a población se refiere.