Política
Cayetana Álvarez de Toledo: «El PSOE está abocado a elegir entre refundación o extinción»
Cádiz
La portavoz adjunta del Partido Popular en el Congreso de los Diputados asegura que España puede pasar de «una democracia plena a una democracia fallida»
«Entiendo la frustración, la indignación, la angustia de mucha gente», dice respecto al papel de Carlos Mazón en la DANA de Valencia, pero responsabiliza al Gobierno de no haber desplegado todo el poder del Estado por un «cálculo político»
«El PSOE de Sánchez se ha convertido en un burro de Troya que solo quiere colonizar el Estado»
Troya y troyanos
Cayetana Álvarez de Toledo, portavoz adjunta del Grupo Popular en el Congreso de los Diputados y una de las voces más respetadas del PP en las últimas décadas, estuvo el viernes en Cádiz, donde protagonizó en la Casa de Iberoamérica la conferencia 'Demócratas de ambos hemisferios'.
En una entrevista llevada a cabo en LA VOZ, la diputada analiza el desempeño del Gobierno de Pedro Sánchez, la gestión política de la DANA en Valencia, la llegada de Trump a la presidencia de Estados Unidos y sus implicaciones geopolíticas o el primer año de Milei al frente de Argentina.
- ¿Cómo está España en términos políticos?
- España no tiene un gobierno en sentido estricto, lo que hay es un proceso de mutación constitucional que nos lleva de una España de ciudadanos libres e iguales a un Frankenstein de muñones identitarios enfrentados. Y también un proceso que nos lleva de una democracia plena a una democracia fallida.
Y esto es responsabilidad de una persona cuyo único horizonte y proyecto es el poder personal. Y que ante el altar del poder personal está dispuesto a sacrificarlo todo.
- ¿Incluso a sacrificar el futuro de su propio partido?
- Desde luego ha sacrificado el presente y la historia del partido. Yo creo que el Partido Socialista está abocado a un proceso de elección entre refundación o extinción. Es decir, el objetivo de cualquier demócrata español hoy es lograr una derrota contundente de Pedro Sánchez en las urnas que llevaría en el frente del centroizquierda, de la socialdemocracia, a, como te digo, un proceso de elegir entre refundación o extinción.
Ahora se cumplen 50 años del Congreso de Suresnes. En aquel Congreso, Felipe González renuncia al marxismo para poder convertir al Partido Socialista en una fuerza hegemónica en España. Y yo creo que tendrá que llegar un joven nuevo líder socialista que diga «vamos a romper con el guerracivilismo y con el separatismo», que son los dos grandes flagelos españoles y las dos grandes banderas que ha levantado el Partido Socialista, para poder convertir una vez más al PSOE en una fuerza que aspire a ser hegemónica. Hoy el Partido Socialista, si lo ves, es simplemente una bisagra en muchos territorios y es una fuerza que solamente puede gobernar España en alianzas contra España. Y eso no tiene ningún recorrido, ningún futuro. El problema es el destrozo que va causando mientras está en el poder y eso es lo que nosotros tenemos que frenar y revertir.
«El objetivo de cualquier demócrata español hoy es lograr una derrota contundente de Pedro Sánchez»
- Siempre ha sido una de las voces más críticas con el independentismo catalán. ¿Cómo valora la amnistía?
- La amnistía es una transacción corrupta sin precedentes. Jamás unos políticos habían borrado delitos de otros políticos a cambio del poder. Yo se lo he preguntado muchas veces al señor Bolaños en el Congreso de los Diputados: dígame un solo presidente que haya hecho una transacción corrupta de estas características borrando delitos a otros políticos a cambio del poder? Jamás ha sido capaz de contestarme. Porque al señor Bolaños tú le preguntas qué hora es y el señor Bolaños te contesta «ultra, ultra, facha, facha». No hay conversación posible con el señor Bolaños. Esta amnistía, como digo, no tiene precedentes. Coloca al Estado a los pies de los caballos y le da la razón a los golpistas. Y liquida el principio de igualdad entre españoles, la igualdad jurídica entre españoles.
Y yo tengo la esperanza de que nunca llegue a aplicarse del todo. De hecho el Tribunal Supremo ya ha dicho que no se le puede aplicar ni a Junqueras ni a Puigdemont. Yo siempre se lo dije al señor Bolaños y se lo advertí a él y a los separatistas en el Congreso: «Ustedes pierdan toda esperanza. Ustedes podrán aprobar lo que sea en esta Cámara, pero España es un Estado de Derecho. Si esto va contra la Constitución y contra el derecho europeo, no se va a poder aplicar». Y efectivamente va a ser así.
- ¿Cree que Pedro Sánchez conseguirá los equilibrios necesarios para agotar y finalizar la presente legislatura?
- No lo sé, porque no tengo bola de cristal. Sí sé que él hará lo imposible y venderá la casa común si es necesario para conseguirlo. Sé que él no tiene ningún escrúpulo ni límite. Porque lo sé, no porque estoy especulando, sino porque ya lo hemos visto en acción. Ha vendido la igualdad material de los españoles, la igualdad jurídica de los españoles, los consensos constitucionales, la dignidad de las instituciones y su independencia.
Estamos viendo, como decía, un proceso que nos lleva de democracia plena a democracia fallida. Ese proceso tiene algunos hitos. Los hitos más importantes en esta legislatura son, primero, la amnistía, que se acaba de cumplir un año. Cuando el Partido Socialista firma con Junts en un documento el «yo te doy la amnistía a cambio de que tú me des el poder». El segundo hito es esa carta a la ciudadanía que Pedro Sánchez redacta después de cogerse una baja por victimismo de cinco días porque hay jueces investigando a su esposa y a su hermano. Y en esa carta él dice «yo voy a ir a por los contrapoderes del Ejecutivo». Los contrapoderes imprescindibles a una democracia plena, que son los medios de comunicación, la justicia y la oposición.
El tercer hito de ese proceso es en este verano, cuando él, para conseguir el poder en Cataluña, liquida la igualdad material de los españoles anunciando un cupo separatista. El cuarto hito es el asalto a RTVE, nada menos que en las circunstancias más dramáticas y trágicas que cualquiera pueda imaginar, coincidiendo con las riadas terribles en Valencia. Y el quinto hito de ese proceso va a ser el Congreso, que le llaman Federal, del PSOE, pero que va a ser un paso más en la ni siquiera deriva confederal del partido, sino una deriva puramente de implosión hacia un Frankenstein de muñones identitarios enfrentados por agravios y discriminaciones.
-¿Cree que los casos de Koldo García o de Begoña Gómez harán mella dentro del Ejecutivo o parece que hay cierre de filas respecto a Sánchez?
- Yo creo que hay cierre de filas porque todo su destino está ligado ya al de Pedro Sánchez, pero es un muy mal destino. Es decir, la campaña de linchamiento a los jueces, orquestada por parte nada menos que el ministro de Justicia, es de los espectáculos más espeluznantes de las últimas décadas. Empezamos la legislatura con los socios más extremistas del Gobierno atacando a los jueces desde la tribuna del Congreso. Míriam Nogueras, de Junts, gente de Esquerra, gente de Podemos, insultaban a los jueces con nombres y apellidos.
Y el señor Bolaños se comprometió entonces a defender a los jueces. Se comprometió ante el Tribunal Supremo, de hecho, en una reunión. Pues hoy es el propio ministro de Justicia, el propio Gobierno, quien ataca a los jueces. Al señor Peinado por investigar las presuntas corrupciones de la mujer del presidente lo han sometido a un linchamiento feroz. E incluso desde el Supremo están dando a entender que la sala segunda del Tribunal Supremo prevarica por haber decidido imputar al fiscal general del Estado. Es el propio Gobierno, el propio ministro de Justicia, quien está atacando, insultando y calumniando a los jueces de este país. Y eso es, insisto, un proceso que nos lleva de democracia plena a democracia fallida. Atacar a uno de los pilares del Estado.
- ¿Qué opina del reciente caso de Íñigo Errejón?
- Bueno, Íñigo Errejón es el inquisidor incinerado. Es un hombre que ha hecho de las denuncias, de la inquisición a cualquiera, su modus operandi en política y ahora se ha visto quemado por aquellos métodos y prácticas que él mismo propagó y utilizó.
«Errejón se ha visto quemado por aquellos métodos y prácticas que él mismo propagó y utilizó»
- Centrándonos ahora en la DANA que desgraciadamente ha azotado de forma muy virulenta a Valencia, ¿cómo valora la gestión de Carlos Mazón en la Comunidad Valenciana?
Mazón ha pedido perdón y hay voluntad de transparencia. Y eso es muy importante explicarlo para que los ciudadanos tengan toda la información. Sin embargo, el Gobierno está pretendiendo salir de aquí inmaculado cuando tiene una enorme responsabilidad. Aquí voy a poner el acento en dos cuestiones.
Primero, la declaración de emergencia nacional. Yo escuché el otro día en el Congreso de los Diputados a Marlaska decir que eso él no tenía atribuciones para hacerlo si no fuera por petición del gobierno autonómico. Y eso es mentira, eso es falso. De hecho, el señor Marlaska tuvo la osadía de subirse a la tribuna y decir «voy a leer los artículos 28 y 29 de la Ley de Protección Civil que me dan la razón». Y los leyó y le quitaban la razón en la tribuna. Es decir, un Gobierno nacional tiene la competencia para actuar de manera inmediata y declarar la emergencia nacional simplemente comunicándolo a un presidente autonómico. No pidiendo permiso, comunicándolo. Eso para empezar. Tiene la facultad legal de hacerlo y debió hacerlo.
Y en segundo lugar, tengo la certeza, hubo un realmente atroz y abyecto cálculo político. Es decir, el Gobierno calculó, midió si le convenía o no actuar de manera rápida para proteger y salvar a una comunidad autónoma. Hizo un cálculo político, vio que era una comunidad autónoma de un color político distinto y decidió retrasar su actuación. Y eso es absolutamente inaceptable desde el punto de vista moral, político, institucional y de todo orden. Eso se ve en las primeras horas. Es como cuando un hijo tuyo se cae al agua o a la piscina y está ahogándose. Tú no te quedas del otro lado diciendo «oye, si necesitas más recursos o más ayudas, me lo pides». Saltas inmediatamente. Eso es lo que un presidente del Gobierno hace. Inmediatamente tomar las medidas, todas. Movilizar todos los recursos que están a tu disposición, el Estado al completo, para minimizar daños, para mitigar el enorme impacto que tuvo para salvar vidas. Y eso no se hizo. Y francamente hay que preguntarse si esa comunidad autónoma hubiera estado gobernada por el Partido Socialista, si el gobierno hubiera actuado de la misma manera. Y mi respuesta es que estoy segura de que no.
- En el caso de la prevención, que es lo que más se le achaca a Carlos Mazón, ¿entiende las críticas y las peticiones de dimisión?
- Yo entiendo la frustración, la indignación, la angustia de mucha gente que considera que las instituciones no actuaron antes, durante, después, a lo largo de toda esta tragedia para impedirla. Eso lo entiendo perfectamente. Y hay que remontarse también a qué se ha hecho a lo largo de todos estos años para impedir que un barranco que era conocido por su peligrosidad, por las riadas que traía, pudiera haber derivado en una tragedia así. Luego, las peticiones de dimisión interesadas, eso ya no. Ese cálculo político, eso ya sólo se entiende desde la lógica puramente partidista.
«Entiendo la frustración, la indignación, la angustia de mucha gente que considera que las instituciones no actuaron antes, durante y después de la DANA»
- ¿Por qué el Partido Popular quiere impedir la designación de Teresa Ribera como vicepresidenta de la Comisión Europea?
- Por su manifiesta e inaceptable abdicación de sus responsabilidades como ministra competente en la materia que estamos tratando, en la tragedia que hemos vivido en Valencia. Teresa Ribera era la ministra competente del ramo y lleva meses desaparecida del Congreso también, simplemente utilizando su cargo como ministra como plataforma de lanzamiento para ser comisaria europea. De hecho, por eso se quedó hasta el último minuto, calculando, como siempre. ¿Qué es lo que me conviene a mí? Eso es lo primero. A mí me conviene quedarme como ministra hasta el último día, por si acaso no me sale bien lo de ser comisaria. Entonces, si no me sale bien, vuelvo al ministerio. Ella debió abandonar su cargo en el ministerio. Pues bien, decidió quedarse hasta el último minuto. Si tú te quedas hasta el último minuto como ministra, entonces eres responsable hasta el último minuto como ministra y vicepresidenta. Y ella sigue siéndolo.
Por lo cual, su responsabilidad está tanto en la gestión previa de limpieza de ríos u otros asuntos medioambientales como en lo sucedido durante la tragedia y posteriormente. Y ahora quiere irse a Europa tranquilamente sin asumir ninguna de esas responsabilidades, ir de rositas a Bruselas. Y eso no nos parece aceptable.
- ¿Se circunscribe el rechazo únicamente a ese asunto? A ojos de otros países europeos, el hecho de que haya sido propuesta por Von der Leyen, que pertenece al Partido Popular Europeo, y ahora sea rechazada por los populares españoles, llama la atención.
- Bueno, está propuesta por un pacto, una coalición que se ha hecho entre socialistas y centroderecha, pero propuesta por el Gobierno de España. Sánchez ha propuesto a la señora Ribera, no es que Von der Leyen o el Partido Popular Europeo proponga a la señora Ribera. Es Sánchez quien propone a la señora Ribera y quien puede decir «dejo de proponer a la señora Ribera y la voy a cambiar por otro señor u otra señora. Elijo otro ministro, otro técnico, otro profesional, un grandísimo comisario, el mejor que podamos elegir, incluso consensuado para demostrar mi buena voluntad con el primer partido de España que es el Partido Popular». Eso haría un estadista. No impongo yo primero una persona que tiene un discurso de fanatismo climático que no ha sido beneficioso para España, que tiene el campo español incendiado contra ella, que ahora está defendiendo en Europa aquello que no defendía aquí. La hipocresía radical que supone ir a Europa y decir «yo sí acepto nucleares en Europa», pero me he dedicado a desmantelarlas en España. ¿Por qué hace eso? Porque lo único que le importa es su silla y ahora en Europa vuelve a estar entre las posibilidades razonables y sensatas volver a apostar por lo nuclear y entonces ella se apunta a eso. Eso es una utilización mezquina y puramente, insisto, egoísta de su cargo.
- Uno de los grandes temas comunitarios, que a buen seguro se va a hablar mucho durante este mandato, es la inmigración. ¿Qué espera al respecto de la Unión Europea?
-Bueno, es uno de los grandísimos debates de las próximas décadas en Europa, sin lugar a dudas. Hay dos frentes. Un frente que es el de cuántos inmigrantes podemos acoger en Europa para que esto sea una sociedad económica y socialmente sostenible, que funcione bien, que los servicios públicos puedan abarcar. Nosotros necesitamos, lógicamente, mano de obra inmigrante en Europa. Quien diga lo contrario, miente. Pero tiene que haber unas cifras razonables porque esto no pueden ser unas puertas abiertas para todos. Entonces hay un debate sobre la cantidad de inmigrantes y luego hay otro sobre la integración de esos inmigrantes. Los dos debates son igualmente importantes.
Durante muchos años no se quiso hablar de este asunto por miedo, por corrección política, y yo creo que no hay nada más importante que hablar con claridad de estos asuntos precisamente para evitar que algún día estallen en formas populistas o en versiones de extremos que no ayudan tampoco a la convivencia.
«Necesitamos mano de obra inmigrante en Europa. Quien diga lo contrario, miente. Pero tiene que haber unas cifras razonables»
-También en el ámbito internacional, ¿qué le parece la victoria de Donald Trump en las elecciones de Estados Unidos?
- Es un fracaso del liberalismo clásico, en el sentido europeo de la palabra, no en el americano, que es progresista. El liberalismo clásico, las ideas liberales clásicas que yo defiendo, ha sido a lo largo de estas últimas elecciones incapaz de dar una respuesta eficaz tanto al separatismo identitario de la izquierda, que es muy reaccionario y tribalista con las políticas de lo llamado woke, como a una reacción identitaria de la derecha, muy nacionalista y aislacionista. Se ha producido un movimiento pendular entre lo woke y lo MAGA, que es el Make America Great Again. Porque el trumpismo defiende aranceles, defiende una visión nacionalista de los Estados Unidos, una visión proteccionista que no es la que yo comparto.
Yo quiero un orden liberal abierto, un orden liberal con reglas, donde el atlantismo, el multilateralismo, la democracia liberal sean esos pilares. Pero es verdad que el mundo liberal clásico en las últimas décadas se ha ido replegando de esas ideas, sin saber defenderlas, dejando que el péndulo se mueva de manera visceral entre una opción y otra. Por tanto, yo creo que nuestro espacio ideológico, intelectual y político tiene que rearmarse y ofrecer una alternativa a todo eso.
-Hablando de esas opciones cada vez más distanciadas, ¿existe alternativa a la polarización actual?
- La alternativa surgirá si la construimos. La alternativa es imprescindible. De hecho, en mi opinión, no hay una alternativa de convivencia, de paz y de prosperidad fuera del orden liberal. El orden liberal hoy tiene muchos enemigos externos e internos. Los externos son los grandes regímenes dictatoriales y autoritarios, China, Rusia e Irán. Pero también tiene enemigos internos, que son la cobardía de muchos occidentales que no se atreven a defender sus valores y también los quintacolumnistas que activamente trabajan para destruir a Occidente desde el interior. Y ahí está esa deriva reaccionaria de la izquierda que tanto daño está haciendo a los valores occidentales.
Y frente a eso se produce una reacción identitaria en el lado derecho y yo creo que con ese péndulo no va a ser posible la convivencia. Tú necesitas reglas del juego en el mundo, que se respeten esas reglas para que haya convivencia. El nacionalismo lleva al conflicto y lleva a la guerra, siempre. Y si vamos a la ley de la selva, donde no hay reglas, donde se impone la ley del más fuerte, eso va a ser conflictivo, va a generar incertidumbre, se va quebrando ese orden liberal que vivimos. Con lo cual yo creo que no hay alternativa al orden liberal. Por lo menos no hay alternativa pacífica de convivencia y de prosperidad. Y depende de nosotros construirla. Por eso yo hago un llamamiento siempre a quienes defendemos los valores vinculados a la ilustración, la igualdad ante la ley, la seguridad jurídica, la democracia liberal, la separación de poderes, el atlantismo, el multilateralismo. Tenemos que trabajar y ahormar un gran proyecto político para ofrecer a la gente y volver a ocupar ese enorme espacio que es el único que permite la convivencia, la paz y la prosperidad.
- Trump dijo que en pocas horas iba a conseguir detener los conflictos en Ucrania y Gaza. ¿Espera avances significativos?
- Bueno, sería muy fácil conseguir en horas una solución si apoyas a Putin y abandonas a Ucrania. Pero eso sería una pésima solución, claro. Yo creo que en Ucrania nos jugamos muchísimo. Nos jugamos buena parte de la vigencia de ese orden liberal. Ucrania no es el único, pero es uno de los campos de juego donde se está librando la batalla entre los enemigos del orden liberal y sus defensores. Y nosotros durante mucho tiempo hemos subcontratado a los ucranianos esa defensa de manera tímida, algunas veces de manera más enfática y con más recursos. Pero yo creo que tenemos que poner todos los medios a disposición de los ucranianos para defender su integridad territorial porque en ello van también las ideas, los valores, los principios y la propia supervivencia de las democracias como las conocemos.
«En la defensa de Ucrania van también los valores, los principios y la propia supervivencia de las democracias»
- Hacía referencia anteriormente al alejamiento del atlantismo, algo que parece casar con la esquiva idea de Trump sobre la OTAN. ¿Es posible que precisamente por eso veamos durante este mandato la creación de un ejército europeo?
- Como siempre, hay que intentar ver las cosas en positivo. Yo soy muy optimista en general e intento ver el vaso medio lleno. De esta nueva posición de Estados Unidos en el mundo se puede extraer que efectivamente esto nos obliga a los europeos a espabilar. Es verdad que durante mucho tiempo los europeos hemos vivido de la protección americana, el gran hermano ha protegido a Europa y probablemente ya sea hora de que nosotros seamos capaces de asumir los sacrificios y las adultas decisiones que hay que tomar, entre otros frentes, en el de la defensa, evidentemente.
Y esas son decisiones difíciles porque durante muchas décadas los gobernantes en Europa no se han atrevido a pedir aumentos de presupuestos de defensa en sus países, hemos pregonado un pacifismo un poco a lo John Lennon. Nadie está dispuesto a asumir sacrificios como lo hicieron nuestros padres o nuestros abuelos y yo me temo que nuestra generación, que no está acostumbrada a asumir sacrificios, va a tener que empezar a asumirlos en ese frente también. Es parte de la lógica de las cosas ahora, de la dinámica de la situación geopolítica. Hay una pregunta que todos nos tenemos que hacer: ¿Estamos dispuestos a sacrificar algo en defensa de la democracia liberal? ¿Cuánto estamos dispuestos a sacrificar? ¿Estamos dispuestos a sacrificar las vidas de nuestros jóvenes, como en los años 30 del siglo pasado? ¿Estamos dispuestos a sacrificar dinero, bienestar? Esas son las preguntas adultas y difíciles que los europeos vamos a tener que hacernos y que gobernantes valientes y liderazgos claros van a tener que hacer a sus poblaciones diciéndoles la verdad. Durante mucho tiempo hemos vivido una cierta ficción de derechos infinitos y responsabilidades pocas y van a venir tiempos más recios.
-Dados sus fuertes vínculos con Argentina, ¿qué valoración hace del primer año de gobierno de Javier Milei que se cumplirá el próximo mes?
-El fin del kirchnerismo es una bendición. El fin del kirchnerismo es el fin del populismo más salvaje y de la destrucción de las instituciones y de la corrupción institucionalizada masiva. A partir de ahí ha empezado un proceso de ajuste muy severo y muy difícil para muchos argentinos pero que empieza ya a dar réditos y esa es la clave. Argentina era un enfermo en estado de coma y necesitaba terapia de shock. La terapia de shock es muy difícil de aguantar y lo importante es que tenga resultados. Que la gente perciba que sus sacrificios son útiles y que esto no es más un sufrimiento inútil.
Y yo creo que empieza a notarse en las cifras macroeconómicas que ese sacrificio va a ser útil y ahora es muy importante que empiece a llegar también a la gente de la calle, a la gente de a pie. Que la economía empiece a crecer. Tiene una enorme ventaja Milei, que es que ahora cuenta con un aliado muy potente que son los Estados Unidos. De todos los países latinoamericanos, el principal aliado y afín de Donald Trump es Javier Milei y eso evidentemente a los argentinos les va a beneficiar.