cádiz. semana constitucional
Cádiz vuelve a brillar y a hacer historia constitucional
El Tribunal Constitucional celebra en el Oratorio de San Felipe Neri una sesión extraordinaria para conmemorar el aniversario de la Pepa recordando su validez democrática y liberal: «Es nuestra razón de ser»
El presidente del órgano, Cándido Conde-Pumpido, aboga por mantener el espíritu de diálogo y el pluralismo de La Pepa para lograr «el consenso y los grandes acuerdos democráticos»
El Tribunal Constitucional avala en Cádiz la igualdad para las mujeres trabajadoras de familias monoparentales
Hasta el cielo permitió por unas horas que en pleno temporal Cádiz volviera a brillar como siempre. A alumbrar con la luz de su sol las libertades y rememorar aquellos triunfos de los primeros padres constitucionalistas que devolvieron al pueblo su soberanía y dejaron para siempre marcado el camino de lo que tenía que ser el respeto por los derechos fundamentales. De nuevo, el Oratorio de San Felipe Neri, era el mejor escenario para albergar otra cita histórica que quedará grabada para siempre en su insigne calendario de efemérides. Este 18 de marzo, a unas horas de que La Pepa cumpla 213 años, el Tribunal Constitucional con diez de sus magistrados ha celebrado de manera completamente extraordinaria un plenario en este simbólico rincón de la capital gaditana al que le deben, como destacaba su presidente Cándido Conde-Pumpido, su «razón de ser».
Porque este acto no se hubiera ni producido sin aquella primera Carta Magna, la que tuvo quizá menos recorrido en tiempo, pero la que significó el principio, el origen, la conquista. Así lo han querido reconocer y rememorar las autoridades que han participado en un acto institucional posterior al pleno celebrado.
Y así lo destacaba el presidente del Tribunal Constitucional también antes de dicho encuentro. «Cádiz está intrínsecamente vinculada a nuestro trabajo que es defender la Constitución». Conde-Pumpido confesaba además sentirse «emocionado» al pisar el lugar que fue la cuna de dichos logros. «Para nosotros es un honor y estamos muy agradecidos», expresaba aún togado.
Además, el plenario celebrado también tenía un significativo resultado. Un sentido acerca de esos valores logrados acerca de, entre muchos otros retos, la igualdad. Los magistrados han estimado el recurso de amparo de cuatro mujeres, madres biológicas de familias monoparentales, a las que se les había denegado la ampliación de la prestación por nacimiento y cuidado de hijo.
Y tras la sesión se celebraba este encuentro ante la presencia de diversas autoridades judiciales, políticas, sociales para ensalzar el papel todavía «presente» de la Constitución de 1812 y también la de 1978 que este año cumple su 47 aniversario.
«No son tiempos fáciles»
En primer lugar tomaba la palabra el alcalde de la capital gaditana, Bruno García quien agradecía la celebración del pleno en la ciudad. «Cádiz tiene una enorme historia: es fenicia, romana, marítima, americana pero sobre todo es constitucional», comenzaba. «Aquí 185 diputados aprobaron la Constitución por la que se pasó de ser súbditos a ciudadanos... fue un refugio, un punto de luz, se dieron las herramientas para un futuro con más libertades y progreso», continuaba. «La de 1978 fue la heredera, y también su consenso nos permitió la convivencia y el poder avanzar».
En la misma línea se pronunció el consejero de Justicia de la Junta de Andalucía, José Antonio Nieto, quien también ensalzó los logros de La Pepa. «Durante la Guerra de la Independencia la ciudad resistió siendo el refugio de las Cortes, pero también siendo el refugio de los derechos», afirmó. «Este Pleno es mucho más que un acto institucional, es un tributo a la historia de aquellos hombres y mujeres que supieron dar lugar a los valores constitucionales».
Para el consejero, esta labor continúa. «El Tribunal tiene el rigor para seguir con ese papel. No son tiempos fáciles... España está en una etapa crítica en el equilibrio de peso entre los poderes y la ley y el Tribunal tiene que velar por ello». Por ello abogó por la «independencia» de sus miembros y la importancia de saber separar dichos poderes.
-U13467625758kMx-758x470@abc.jpeg)

-U38238317378wzk-278x329@abc.jpeg)
Y fue el turno para el 'presidente' de este martes de este Oratorio convertido de nuevo en un salón plenario de jueces. «No había mejor lugar para ello, donde se sentaron las bases del Derecho al ciudadano. Fue revolucionaria y por eso Cádiz es un referente del liberalismo tanto en España como en Europa».
Un guión que continuaron las siguientes cartas magnas, como la del 78, que, como insistió, recuerdan «que el pluralismo y el espíritu de diálogo pueden dar lugar al consenso y a grandes acuerdos democráticos. Un consenso que necesariamente requiere de respeto hacia las instituciones, hacia los derechos fundamentales y hacia los cimientos de nuestro Estado social y democrático de derecho», advirtió.
En cuanto a este respecto -tan cuestionado en la actualidad por las decisiones tomadas en referencia a asuntos legales que marcan la política- Conde-Pumpido quiso defender los avances logrados a pesar de tres «enemigos» con los que tuvo que marcar su sitio la Constitución: el golpe militar del 81, la lucha contra ETA, y el reciente desafío secesionista en Cataluña.
«Sus redactores eran conscientes de que el consenso era clave para afrontar los diferentes puntos de vistas. Ello «no excluye que se produzcan los desacuerdos propios de una sociedad avanzada; pero sí excluye, radicalmente, la violencia en todas sus formas y, al cabo, los enfrentamientos civiles. Es un pacto en el que todas las personas pueden y deben participar. Un pacto que garantiza, de forma indiscutible, la unidad indisoluble de la Nación Española y la fortaleza del Estado Social y Democrático de Derecho», subrayó.
«Vinculante para todos los poderes»
Por todo ello, el presidente del Constitucional recordó que la Constitución es vinculante para todos los poderes públicos, que deben proteger la separación de poderes y de los derechos fundamentales de los ciudadanos: «Todos los poderes públicos deben actuar sometidos a la ley y al Derecho; especialmente, a la ley de leyes que nos dimos en 1978».
Conde-Pumpido valoró también la relevante función del órgano que encabeza para la efectiva vigencia de la Constitución, dado su triple papel de «juez de las leyes, juez de los conflictos y juez de los derechos fundamentales». «Estas relevantes funciones de control son llevadas a cabo por los magistrados que componemos el Tribunal Constitucional, quienes son elegidos democráticamente siguiendo el mandato constitucional, atendiendo única y exclusivamente a la Constitución y a su Ley Orgánica, sin presiones directas o indirectas de ningún poder», insistía.
El Constitucional, en definitiva, destacaba Conde-Pumpido, es «el último bastión de las garantías constitucionales, en su papel de máximo intérprete de la Carta Magna. Un último bastión que le permite configurarse como el último guardián de las libertades».