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Así se ve Cádiz desde la misteriosa torre de la Bella Escondida
Es la única torre mirador con planta octogonal de la ciudad y su ubicación en la azotea del edificio sobre el que descansa la hace 'invisible' desde la calle
Vistas de Cádiz desde la Bella Escondida
Cádiz es bonita desde muchos puntos de vista. Y no todo el mundo ha podido disfrutar de las vistas desde uno de los puntos más misteriosos de la ciudad: la torre de la Bella Escondida.
La Tacita de Plata es mundialmente conocida por un elemento arquitectónico que la hace única: las torres miradores. Ninguna ciudad en el mundo puede presumir de contar con tantas torres mirador como Cádiz, 134 preciosas torres se conservan en la actualidad de las 160 con que llegó a contar la ciudad en el siglo XVIII, su época dorada y de mayor esplendor.
Y entre ellas, capítulo aparte se merece la Bella Escondida, la única torre mirador con planta octogonal de la ciudad y su ubicación en la azotea del edificio sobre el que descansa la hace 'invisible' desde la calle, de forma que sólo determinadas torres miradores o azoteas situadas a su alrededor tienen el privilegio de poder contemplarla.
El conocido guía turístico de la ciudad Jesús Carrillo (Jesús Guía Cádiz) ha compartido un vídeo que alegra los ojos de los más fieles amantes de la Tacita de Plata y su historia. «No es un monumento turístico, es una casa privada», recuerda dejando claro que la visita no está al alcance de todo el mundo.
Guarda una curiosa historia: la torre de la bella escondida fue construida por el propietario del palacete para que su hija la pudiera contemplar desde el convento en el que había ingresado. Gracias a la torre, además, el padre también podía observar a su hija cada vez que esta se encontraba en el patio del convento.
Una torre singular
La Bella Escondida es una de las torres de vigilancia, aquellas que florecieron para que las familias burguesas de comerciantes controlasen la llegada de sus barcos desde Indias. Esta es una de las más bonitas de Cádiz y también la más desconocida, tanto que el periodista gaditano Bartolomé Llompart la bautizó con el apodo con el que se le conoce hoy.
La torre forma parte de una típica casa de comerciantes del siglo XVIII, ubicada en la calle José del Toro, que continúa siendo de propiedad privada. No está abierta al público, a pesar de ser una de las más interesantes de las 140 torres que tiene Cádiz y es muy difícil verla desde la calle, por lo que hay que buscar una azotea cercana que deje ver su preciosa decoración barroca.
La bella escondida se encuentra en un palacete situado en la calle José del Toro número 13, en pleno centro histórico de Cádiz. Para poder verla, es necesario subir a alguna de las terrazas que se encuentran cercanas al palacete, ya que no es posible ver la torre desde la calle.
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