patrimonio histórico
Cádiz amplía su oferta cultural museísitica con el Testaccio de Gades: el vertedero romano
La UCA inaugura la musealización de este yacimiento arqueológico «de gran proyección para la ciudad» que se encuentra en el sótano del Centro de Transferencia Empresarial El Olivillo
A finales de noviembre está prevista la organización de visitas para la comunidad universitaria y el público en general, y será a inicios de 2025 cuando se sacará a licitación para que las visitas puedan ser gestionadas por una empresa
La cripta arqueológica del El Olivillo y la gran montaña de residuos del canal Bahía-Caleta
La Cripta Arqueológica del Testaccio de Gades, enclavada en el sótano del Centro de Transferencia Empresarial El Olivillo, ha sido inaugurada esta tarde tras un completo proceso de investigación, análisis y puesta en valor realizado por un equipo de investigadores de la Universidad de Cádiz desde el año 2016. El rector de la UCA, Casimiro Mantell, junto a la vicerrectora de Emprendimiento y Empleabilidad, Carmen Camelo, y el catedrático del departamento de Historia, Geografía y Filosofía, Darío Bernal (y arqueólogo encargado de la dirección de los trabajos de musealización), han presidido un acto que pone el acento en la permanente labor de estudio, protección y divulgación del patrimonio impulsada desde la institución universitaria gaditana.
Mantell ha manifestado su satisfacción por la apertura de este espacio: «Es la primera vez que ocurre, a nivel nacional, que una universidad alberga un yacimiento arqueológico, y la intención es poner en valor estos restos que se encontraron cuando se reformó este edificio». Es por ello que la institución académica gaditana está trabajando en una licitación pública -que previsiblemente saldrá en enero de 2025- para que las visitas puedan ser gestionadas por una empresa. No obstante, en las próximas semanas, tiene previsto iniciar un programa de visitas guiadas concertadas para la propia comunidad de la UCA y para público en general. En principio se van a organizar dos jornadas de puertas abiertas en la última semana del mes de noviembre para cuatro grupos de 20 personas que deberán inscribirse a través del correo electrónico del Vicerrectorado de Emprendimiento y Empleabilidad.
¿Y con qué se van a encontrar las personas que visiten el sótano de El Olivillo? Pues con «un vertedero romano» que acumula «muchísima información en sus distintas alturas» y que contribuye a «definir cómo era la ciudad en esa época», ha resumido el máximo responsable de la Universidad gaditana.
Se trata de un espacio de unos 140 metros cuadrados de planta, donde se puede visualizar una amplia estratigrafía de más de 4 metros de altura y unos 100 metros cuadrados de superficie total del Testaccio haliéutico de Gades, la gran montaña que sirvió entre época de los Cornelios Balbos y Nerón para el reciclado de los residuos urbanos. Era el gran vertedero de la ciudad romana.
El Testaccio haliéutico de Gades se data en el año 50 antes de Cristo y se cree que perdura hasta medio siglo después, cuando se construye lo que sería ahora el barrio del Balón de la capital gaditana. Era una zona al borde de las orillas de las dos penínsulas separadas por un estrecho o lo que también se llama canal Bahía-Caleta. En este espacio singular, alejado de la urbe, se ubicaba ese vertedero o gran montaña de residuos, donde se quemaban los restos de atunes y demás basuras, junto a artesanos de producción de púrpura (conchas, cañaíllas), factorías de salazones, tintorerías, comercio de ánforas e industria auxiliar portuaria.
Además, el discurso museográfico está reforzado por una selección de materiales arqueológicos recuperados en las excavaciones -y que hasta ahora se encontraban depositados en el Museo de Cádiz- y por recursos museográficos orientados a profundizar en tres aspectos fundamentales de la Historia Antigua de Gades: el comercio marítimo a través de las ánforas, la explotación de recursos marinos (pesca, garum y salazones de pescado) y el descubrimiento del Testaccio haliéutico como parte de la topografía del Cádiz romano.
Así, la Cripta Arqueológica del Testaccio de Gades no sólo cuenta la historia del gran vertedero público de la ciudad romana de Gades sino que, a través de ella, el visitante se adentra en conocer las principales características de la economía de dicha ciudad, tomando especial atención el llamado ciclo haliéutico que viene a significar el análisis de las industrias conserveras que procesaron y comercializaron la riqueza piscícola de este territorio.
Para el arqueólogo, Darío Bernal, este martes, 29 de octubre, es «un día muy emotivo» con motivo de la inauguración, porque «llevamos trabajando más de 3.000 días aquí». «El 18 de julio de 2016 -con Casimiro Mantell entonces como vicerrector de Investigación-, la Universidad encomendó a nuestro grupo de investigación estos trabajos, y han pasado ya ocho años y tres meses... Estamos muy satisfechos porque se ha cumplido ya lo que se suele llamar el Ciclo Integral de Patrimonio Histórico: este yacimiento no se conocía, se descubrió y se ha investigado; se ha protegido gracias al esfuerzo de la UCA; se hizo un modificado del proyecto, con sangre, sudor y lágrimas, porque fue durante la fase de ejecución de la reforma del edificio con el fin de que se pudiera construir la cripta; se ha podido conservar el yacimiento in situ; y ahora se ejecuta la fase de transferencia de conocimiento a través de la creación de un museo para que pueda ser visitado por el público«.
Y además, ha añadido, «se integrará en la oferta cultural museística de la ciudad de Cádiz, que todos sabemos que no es la mejor del mundo y que faltan muchas cosas por hacer...». «El Testaccio de Gades va a tener una gran proyección para la ciudad. Aunque es un sitio pequeño en el que caben 20 personas por turno, está en un lugar maravilloso, frente a la playa de La Caleta, y hemos seleccionado unos contenidos museológicos que no se exponen en ningún otro espacio museístico de la ciudad».
La musealización de la Cripta Arqueológica del Testaccio de Gades es un proyecto, iniciado en 2016, por investigadores de la Universidad de Cádiz con la colaboración de la Delegación Territorial de Cultura de la Junta de Andalucía para, de este modo, crear un nuevo espacio museístico en el casco histórico de Cádiz.
Desde 2016 hasta ahora, los investigadores de la UCA, liderados por el profesor Bernal, han realizado excavaciones arqueológicas y su investigación y posterior publicación de resultados por el grupo HUM-440 de la UCA. En paralelo, se ha ido preparando el espacio específico para musealizarlo con el objetivo de hacerlo visitable para, una vez abierto, sumarlo, como ha señalado Bernal, a los activos culturales de Cádiz. En este sentido, se ha optado por un desarrollo decontenidos museográficos en línea con los museos existentes en la ciudad.
Bernal ha informado que ya se han publicado dos libros y 20 artículos de investigación sobre el Testaccio de Gades que han sido presentados en foros nacionales e internacionales. E igualmente ha resaltado que en este yacimiento arqueológico han participado más de 50 investigadores, de los cuales más del 70% son de la propia Universidad gaditana.
En este punto, ha destacado el nombre de sus dos compañeros, los profesores José Juan Díaz y José Manuel Vargas, «que desde hace nueve años están trabajando en este proyecto», al tiempo que ha resaltado el nombre de tres vicerrectores de diferentes equipos rectorales, como son José María Mariscal Chicano, Carlos Rioja del Río y Carmen Camelo, que han permitido que esta gran apuesta por el patrimonio histórico de la ciudad «sea hoy una realidad».
Al acto de inauguración también han acudido, además de otros miembros del actual equipo rectoral de la UCA, las tenientes de alcalde de Cultura y de Turismo, Maite González y Beatriz Gandullo, respectivamente, así como el delegado del Estado en la Zona Franca de Cádiz, Fran González.
Ballenas en el Estrecho de Gibraltar hace 2.000 años
«La mayor fuente de información se encuentra en un vertedero», ha afirmado con rotundidad el arqueólogo Darío Bernal durante el recorrido realizado por la Cripta Arqueológica del Testaccio de Gades tras su inauguración. Y es que, en la montaña de residuos se pueden contemplar diferentes restos y materiales que contribuyen a definir cómo era la ciudad en época romana.
Así, se observa perfectamente cómo asoman unas mandíbulas de animal, así como otros huesos de otros animales e incluso humanos, además de restos de ánforas o vasijas rotas o inservibles, restos de la potente industria pesquero conservera, de garum, de producción de púrpura, tintorerías, y de la industria auxiliar portuaria.
Y llama la atención, como ha resaltado Bernal, la aparición de restos de ballenas. «Hace 2.000 años había ballenas en el Estrecho de Gibraltar, como hemos podido comprobar gracias a este Testaccio de Gades«, resaltando así su importancia y valor.
En el Testaccio de Gades se han recuperado miles de restos de animales marinos que han permitido demostrar la amplia variedad de capturas y la existencia de modelos de pesca diversificados. Incluso se destaca en unos paneles de la Cripta que el mayor tamaño de algunas especies permite hablar de la sobrepesca a la que se han sometido nuestros caladeros.