Religión
Cádiz abre el Año Jubilar de la Esperanza: estas son las iglesias en las que obtener la indulgencia plenaria
La peregrinaciones, pero también la misericordia y obras de caridad permiten ganar esta gracia
La Iglesia de Cádiz ya vive con intensidad el Año Jubilar de la Esperanza. Siguiendo al Papa Francisco, las diócesis del mundo han dado inicio a este tiempo especial de gracia, renovación espiritual y alegría en el Señor en un domingo especial, el último del año, que coincide con la solemnidad de la Sagrada Familia. De esta forma en Cádiz se abrían las puertas santas de los templos en los que los peregrinos podrán obtener la indulgencia plenaria en este nuevo Jubileo, el 25 de la historia, que inauguró el Pontífice en Roma el 24 de diciembre.
En Cádiz, el obispo diocesano, Rafael Zornoza, presidía la celebración eucarística en la Catedral y la apertura de su Puerta Santa marcando el inicio oficial de este evento que la iglesia celebra cada 25 años. En la homilía, el Obispo destacó que «este Jubileo quiere animar la fe de los cristianos de todos nosotros que por el bautismo vivimos las virtudes teologales para abundar en el gozo de Dios y en los frutos divinos y llegar a ser portadores de la Buena Noticia de la salvación que es Cristo mismo, cimiento firme de nuestra confianza. Después de la apertura en Roma en Navidad, nos corresponde ahora a nosotros abrirlo en la diócesis, por lo tanto os agradezco de todo corazón vuestra presencia aquí. El Jubileo es un año de gracia, un camino, una peregrinación de esperanza».
«Es preciso -continuaba el prelado- reavivar la esperanza y ofrecer signos de esperanza sabiendo atender a todo lo bueno que hay en el mundo, signos de paz en medio de la guerra. Signos de esperanza también para los enfermos, los débiles, los presos, para los ancianos, inmigrantes, pobres, signos que van unidos a invitaciones apremiantes hacia la bondad y la vida».
«El tiempo de Navidad es un tiempo de especial alegría, lo cantamos en los villancicos y resuena en toda la Iglesia y resuena también en medio del sufrimiento. Entremos pues, por la puerta del nacimiento del Señor que nos llena de satisfacción porque el Verbo se hizo hombre. Por todo ello, os anuncio con gran alegría que Dios os ama y comparto este júbilo con todos vosotros. Gloria a Dios en el Cielo y en la tierra paz a los hombres de buena voluntad».
Templos jubilares en Cádiz
Durante este Año Jubilar, los fieles podrán obtener indulgencias plenarias al peregrinar a cualquiera de los templos jubilares designados en la diócesis:
Catedral de Cádiz
Santuario de Nuestra Señora del Rosario (Convento de Santo Domingo, Cádiz)
Santuario de María Auxiliadora (Cádiz)
Santuario de Nuestra Señora de la Oliva (Vejer de la Frontera)
Santuario de Nuestra Señora de los Santos (Alcalá de los Gazules)
Santuario de Nuestra Señora de la Luz (Tarifa)
Parroquia-Santuario de Nuestra Señora de la Palma (Algeciras)
Parroquia-Santuario del Sagrado Corazón de Jesús (La Línea de la Concepción)
Parroquia-Santuario de la Inmaculada (La Línea de la Concepción)
Parroquia-Santuario de la Reina de los Ángeles (Jimena de la Frontera)
¿Qué es la indulgencia plenaria?
La indulgencia plenaria es una gracia especial concedida por la Iglesia católica que permite a los fieles obtener la remisión total de las penas temporales debidas a los pecados. Borra las consecuencias terrenales de los pecados, ofreciendo una especie de «reinicio» espiritual. La indulgencia no es un perdón de los pecados en sí mismos, sino un acto de misericordia que libera de las penas asociadas a los pecados. Puede solicitarse para uno mismo o para terceros, vivos o fallecidos.
¿Cómo obtener la indulgencia plenaria?
En este Jubileo Ordinario de 2025 podrán recibir la indulgencia, con la remisión y el perdón de los pecados, todos los fieles «verdaderamente arrepentidos» y «movidos por espíritu de caridad», «que, en el curso del Año Santo, purificados a través del sacramento de la penitencia y alimentados por la Santa Comunión, oren por las intenciones del Sumo Pontífice», según las normas dadas a conocer por la Penitenciaría Apostólica el pasado mes de mayo. Siguiendo esas disposiciones, la indulgencia se podrá aplicar «a las almas del Purgatorio en forma de sufragio».
Los fieles, «peregrinos de esperanza», podrán conseguir la indulgencia si emprenderán una peregrinación hacia cualquier lugar sagrado jubilar, hacia al menos una de las cuatro Basílicas Papales Mayores de Roma, en Tierra Santa o en otras circunscripciones eclesiásticas, y participando en un momento de oración, celebración o reconciliación. También si «visitarán devotamente cualquier lugar jubilar», viviendo momentos de adoración eucarística y meditación, concluyendo con el Padre Nuestro, la Profesión de Fe e invocaciones a María. Además, con ocasión del Jubileo, se podrá conseguir la Indulgencia, con las mismas condiciones, poniéndose en camino también hacia otros lugares sagrados en Roma, como otras Basílicas y Santuarios históricos, las iglesias de los caminos jubilares dedicadas al Iter Europaeum y las iglesias dedicadas a las Mujeres Patronas de Europa y Doctoras de la Iglesia (los detalles sobre las iglesias y caminos jubilares se pueden consultar en este sitio).
Asimismo, visitando otros lugares del mundo, como, entre otros, «las dos Basílicas Papales menores de Asís: de San Francisco y de Santa María de los Ángeles; las Basílicas Pontificias de la Virgen de Loreto, de la Virgen de Pompeya, de San Antonio de Padua». En caso de grave impedimento, los fieles «verdaderamente arrepentidos que no podrán participar en las solemnes celebraciones, en las peregrinaciones y en las pías visitas», podrán conseguir la indulgencia jubilar, con las mismas condiciones, si «recitarán en la propia casa o ahí donde el impedimento les permita, el Padre Nuestro, la Profesión de Fe en cualquier forma legítima y otras oraciones conforme a las finalidades del Año Santo, ofreciendo sus sufrimientos o dificultades de la propia vida».
Otra modalidad para conseguir la indulgencia serán las «obras de misericordia y de penitencia, con las cuales se testimonia la conversión emprendida». Los fieles, «siguiendo el ejemplo y el mandato de Cristo», son estimulados «a realizar más frecuentemente obras de caridad o misericordia, principalmente al servicio de aquellos hermanos que se encuentran agobiados por diversas necesidades». Asimismo, si se dirigirán a visitar «a los hermanos que se encuentran en necesidad o en dificultad (enfermos, encarcelados, ancianos en soledad, personas con capacidades diferentes…), como realizando una peregrinación hacia Cristo presente en ellos».
El «espíritu penitencial», como se lee también en las normas, «es como el alma del Jubileo» y, por tanto, la indulgencia podrá ser conseguida también «absteniéndose, en espíritu de penitencia, al menos durante un día de distracciones banales (reales y también virtuales) y de consumos superfluos, así como otorgando una proporcionada suma de dinero a los pobres, o sosteniendo obras de carácter religioso o social, especialmente en favor de la defensa y protección de la vida». Y también dedicando una adecuada parte del propio tiempo libre a actividades de voluntariado.