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Bruno García, «partidario» de derribar la Aduana: apuesta por un parque delante de la antigua estación de Cádiz

El Pleno municipal aprobó en junio de 2021 solicitar a la Junta de Andalucía el inicio del expediente para la descatalogación del edificio y obtener así luz verde para su demolición, pero tres años y medio después no se ha producido ninguna novedad al respecto

El Ayuntamiento adjudica los 27 millones de euros para las tres grandes obras en la ciudad

Una plaza pública en la trasera de Valcárcel «por petición expresa» del alcalde de Cádiz

El edificio de la Aduana, emplazado justo delante de la histórica terminal ferroviaria de 1905. francis jiménez

Recuperar espacios públicos para la ciudad e incrementar las zonas verdes en la capital gaditana. Estos son dos objetivos que se ha marcado el equipo de Gobierno de Bruno García, como el propio regidor ha remarcado en diferentes ocasiones en los últimos meses. Además de la decidida apuesta del Gobierno local por materializar el Parque del Cementerio, también tiene intención de invertir cinco millones de euros -condicionados a la venta del Campo de las Balas- en una gran plaza en la trasera de Valcárcel con zonas ajardinadas y juegos infantiles. Y una vez se construya el parking subterráneo de la Plaza de Sevilla para 900 vehículos, se hará realidad el Parque de la Muralla, junto a la estación de trenes y a pocos metros del edificio de la Aduana. Un edificio que no entra en los planes del primer edil conservar, ya que se muestra «partidario» de derribarlo y destinar esa explanada a un nuevo parque para la ciudad.

«Estamos trabajando ya para que haya una transformación en esa zona de la ciudad, con el nuevo aparcamiento subterráneo que llevará encima el Parque de la Muralla. En esa zona baldía que se utiliza para aparcar, en el futuro habrá un lugar para el esparcimiento de los gaditanos y gaditanas. Y esto podría verse complementado si se lleva a cabo el proyecto original en Aduanas, con una zona verde delante de la fachada de la antigua estación«, comparte García con este medio.

Cabe recordar que en junio de 2021 el Pleno municipal, con la anterior Corporación, acordó de forma unánime trasladar a la Junta de Andalucía que iniciara el expediente para la descatalogación del edificio de la Aduana y su exclusión del inventario de Bienes Reconocidos del Patrimonio Histórico Andaluz, para así poder proceder a su demolición. No obstante, tres años y medio después, no se ha producido ninguna novedad al respecto.

Es la administración andaluza la que debe realizar los trámites para revertir la decisión tomada en 2009, cuando la administración andaluza decidió proteger el edificio incluyéndolo en el catálogo de Bienes Protegidos del Patrimonio Histórico Andaluz. Dio este paso con la gestión de la entonces delegada de Cultura en Cádiz, la socialista Yolanda Peinado, y apoyando la reivindicación de una plataforma ciudadana -apoyada por instituciones como la Academia de Bellas Artes y el Ateneo Literario, Artístico y Científico de Cádiz- que recogió miles de firmas y presentó un informe de un arquitecto especializado en la arquitectura del siglo XX que defendía el valor de este inmueble.

De esta forma, se trastocaron los planes del entonces equipo de Gobierno de Teófila Martínez, que planteaba la demolición de este edificio de la administración central con el fin de destinar ese espacio a una gran zona verde, justo delante del edificio de la histórica terminal ferroviaria de 1905, como pretende hacer ahora Bruno García.

A pesar de la defensa que en su día hizo la Junta de Andalucía del edificio de Aduanas, cinco años después la propia administración autonómica socialista abría la puerta, sorprendentemente, a la reversión de tal decisión.

Y fue en 2021 cuando se volvió a hablar del derribo del edificio, cuando el grupo municipal del Partido Popular llevó una moción a Pleno para sacar a Aduanas del Catálogo y que fue aprobada por todos los grupos políticos con representación municipal.

Ahora es el alcalde de Cádiz quien desempolva este asunto con su intención de recuperar ese espacio con el fin de que albergue una zona ajardinada como antesala a la antigua estación, tal y como lo diseñó César Portela, el arquitecto que se encargó de la rehabilitación de la estación vieja de 1905 y que dejaba su fachada en primera línea, sin estar obstaculizada por la Aduana y con una zona ajardinada delante.

No obstante, antes de que el equipo de Gobierno pueda dar un paso para llevar a cabo esta actuación urbanística, el Gobierno andaluz del Partido Popular debe eliminar primero la protección del edificio, dando así luz verde para poder realizar una modificación del PGOU que permita la demolición de la infraestructura del siglo pasado. Eso sí, si finalmente se procede a su derribo, habría que buscar un equipamiento alternativo a los departamentos dependientes de la Agencia Tributaria que se encuentran en la Aduana.

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