CáDiz
Boris Izaguirre se pasea por Cádiz para conocer los ataques corsarios de Francis Drake y el conde de Essex
El televisivo presentador repasa las incursiones de los corsarios que bombardearon Cádiz con el beneplácito de la reina de Inglaterra
Boris Izaguirre y el guía gaditano Jesús Carrillo en la Punta de San Felipe
Boris Izaguirre pone a Cádiz en el foco de la televisión nacional con su nuevo programa 'Desmontando'. El presentador ha estrenado en la Sexta un programa de divulgación científica y en su primer capítulo recrea los ataques y bombardeos de sir Francis Drake y el duque de Essex a la capital gaditana, que por aquellos años era la puerta de entrada a Europa del Imperio Español de ultramar.
Para explicar la importancia histórico de la ciudad, puerto naval clave y punto estratégico de las rutas y expediciones bajo el reinado de Felipe II, Boris recurre a la colaboración del guía gaditano Jesús Carrillo que aclarar que «los corsarios eran ladrones de mar que estaban respaldados por un documento muy importante, que era la patente de corso; un documento que te daba el rey o la reina que te permitía hacer ciertas acciones, expediciones y robos que sin él no sería legal hacer, porque entonces, serías un pirata«,
El profesor y guía oficial relata, mientras camina con Izaguirre por el Paseo del Almirante Pascual Pery, que cuando Francis Drake bombardeó la ciudad en la primavera de 1587 los gaditanos estaban reunidos en la actual plaza del Ayuntamiento. El corsario (pues tenía patente de corso de la reina de Inglaterra) no pudo llegar a tierra pero hundió numerosos barcos de la Corona que defendían el importante enclave español.
El ataque de Drake no fue el único que padeció Cádiz. En 1596 fue el conde de Essex, Robert Devereux, quien bombardeó y arrasar la ciudad llegando con su flota desde el mar. Tras destruir la armada española presente en la bahía de Cádiz, las fuerzas atacantes 'anglo-holandesas' desembarcaron, capturando y saqueando la ciudad; antes de su retirada tomaron varios rehenes de entre las principales personalidades de la ciudad, que fueron llevados a Inglaterra y aprisionados en espera del pago de su rescate.
Cádiz fue incendiada, al igual que la flota y las pérdidas económicas fueron muy cuantiosas. España se declararía en quiebra ese mismo año. «Fue un auténtico descalabro. Imagínate, cuando vieron llegar esa flota enorme de Robert Devereux, muchos gaditanos salieron huyendo, dejando a la ciudad totalmente desprotegida», explicaba Jesús Carrillo.
Ver comentarios