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Los bomberos de Cádiz desplazados a Marruecos tratan de apagar su impotencia: «No había vida, había olor a víctimas»

El equipo de la unidad canina del Consorcio Provincial regresa a casa sin hallar supervivientes en las tareas de rescate por el trágico terremoto. «Gente que tenía poco, se queda sin nada», lamentan

Bomberos del Consorcio Provincial de Cádiz desplazados a Marruecos, con el equipo canino LA VOZ

JOSE M. VILCHES

CÁDIZ

Lo más duro para un bombero, más allá de presenciar una tragedia en sí misma, con víctimas mortales, debe ser la impotencia de no poder hacer nada por salvar vidas. Y esa impotencia la están tratando de apagar estos días los efectivos del Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz desplazados a Marruecos para ayudar en las labores de rescate por un terremoto que ha sacudido algo más que la tierra de un país tan cercano como lejano. La ayuda, por un cúmulo de adversidades, una de ellas la forma de proceder de los dirigentes marroquíes, se quedó en el camino. Se toparon con una gran piedra, literalmente, pero también chocaron con un muro.

No son los únicos españoles que han vuelto de Marruecos «con un sabor agridulce», como ellos mismos han explicado este viernes en una rueda de prensa en el Parque de Bomberos de Cádiz para relatar su experiencia. Los bomberos han contado con el agradecimiento y el respaldo de José Ortiz, nuevo presidente del Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz tras tomar el relevo de Francisco Vaca García, y de Bruno García, alcalde de la capital gaditana.

El primero en tomar la palabra ha sido Moisés Delgado, jefe del Grupo de Localización y Rescate (GLR) del Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz, que ha explicado con todo tipo de detalles cómo fue la llamada a la acción, el viaje de ida, la labor en Marruecos y la vuelta a España. Todo, una odisea saldada con esa impotencia final por no haber salvado ninguna vida.

El equipo, compuesto por seis efectivos de bomberos, cinco perros y tres vehículos autónomos con el material para actuar y para su mantenimiento, estuvo durante varios días en tareas de rescate sobre la zona de Tafingoult, en una aldea de montaña al sur de Marraquech conformada por viviendas de adobe. Moisés Delgado ha explicado que este tipo de construcciones no cuentan con «cimentación ninguna». «Al producirse un derrumbe, el deslizamiento del terreno provoca que no haya huecos de vida y, en consecuencia, que no hubiera probabilidades de encontrar supervivientes», ha lamentado.

«No había vida, había olor a muerte. Nos marchamos de allí sin poder hacer nada. La respuesta ha sido tardía, sólo en organizar el viaje, conseguir los permisos y demás, se tarda un día. Y hemos visto solo una pequeña parte de ese terror, unas aldeas. Una pena, esperábamos otro tipo de faena. El pueblo se ha volcado con nosotros y no paraban de decirnos 'gracias amigos, gracias amigos' una y otra vez», ha relatado.

«Si esto pasa en España nos morimos de miedo. Ellos tienen poco y lo llevan de manera ejemplar, a nosotros con que nos arranque el coche ya nos venimos abajo...», ha destacado el jefe de los bomberos gaditanos, que ha arropado en todo momento a su equipo. «Mis compañeros se han estrenado y les he dicho que siempre es así», apuntaba recordando su participación en países como Paquistán o Chile.

Moisés ha concluido criticando la tardanza con la que fueron activados. El terremoto se produjo un viernes por la noche y a ellos no les dieron el permiso para acudir hasta el domingo. «Al pasar tantas horas, las posibilidades de vida van desapareciendo poco a poco, tanto que los únicos que consiguieron sacar a gente con vida fueron los medios locales de allí que ya estaban en el sitio», ha señalado.

«Las primeras horas sólo dieron permiso a equipos de Catar y Turquía. Y, después, en una segunda oleada, llegamos nosotros. Ni los de Cádiz ni equipos del resto de España pudimos hacer nada por salvar vidas, nadie lo ha conseguido por lo que tengo entendido», ha lamentado Moisés.

También han intervenido en la rueda de prensa dos miembros del equipo liderado por Moisés Delgado. Antonio ha explicado que «volvería a hacerlo con los ojos cerrados» pese a que se vio obligado a dejar atrás a su mujer y a sus tres hijos. «Aprendes mucho y te traes muchas cosas positivas de allí», ha resumido.

Federico se ha expresado en la misma línea: «Es una experiencia agridulce y a nivel personal, al no poder hacer finalmente nada, un poco chocante. Gente que tiene poco se queda sin nada, es muy duro. Un hombre había perdido a su familia y la escena era tremenda. Íbamos con la esperanza de encontrar gente con vida y sólo vimos escombros y olor a víctimas».

José Ortiz: «No han encontrado vida humana, pero han dado y han recibido calor»

El nuevo presidente del Consorcio de Bomberos de la Provincia de Cádiz, José Ortiz, ha trasladado su agradecimiento y reconocimiento al equipo humano desplegado en Marruecos con cuatro perros.

«Dicen que vienen defraudados porque no han podido encontrar vida humana, pero creo que todos tenemos que agradecerles el esfuerzo que hicieron. Han dado y han recibido calor. No dudaron en trasladarse, en dejar a sus familias, algunos en pleno cumpleaños, para trasladarse a Marruecos para ayudar. Creo que ese es el espíritu de este Consorcio de Bomberos», ha expresado el presidente de este organismo.

«Que mejor que empezar un mandato poniendo de manifiesto esa vocación de servicio público de nuestros bomberos, que anteponen la vida de los demás a la suya, que sacrifican vida personal por ayudar a quienes más lo necesitan», ha argumentado Ortiz, quien les ha asegurado que aunque no hayan podido salvar a nadie «cuando han estado por allí, creo que sí han dado calor humano y han recibido calor humano».

Bruno García: «Hay que hacer un reconocimiento público de su trabajo»

El alcalde de Cádiz también ha querido estar presente en la rueda de prensa que ha tenido lugar en el Parque de Bomberos de Cádiz. «Cuando nos enteramos de lo ocurrido nos sobrecogimos, pero ellos se sobrecogieron y movieron ficha poniéndose sus uniformes y tirando para Marruecos. Hay que hacer un reconocimiento público de su trabajo y especialmente de este caso en concreto, ayudando a nuestros hermanos de Marruecos», ha adelantado Bruno García.

«Que sepa el Consorcio de Bomberos que cuenta con la colaboración del Ayuntamiento de Cádiz: quiero saber de vuestras necesidades», ha añadido el alcalde antes de recordar que el Consistorio mostró su solidaridad con la embajada de Marruecos, también con el Ayuntamiento de Kenitra, una ciudad hermana, para dar su apoyo. El Consejo Local de Cooperación se reunió y acordó asignar 25.000 euros para poder cooperar.

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