Cádiz
La asociación de vecinos Segunda Aguada acusa de mentir al Ayuntamiento
Asegura que el Consistorio no les ha presentado, como ha asegurado, la estrategia para generar entornos escolares seguros y que ésta es innecesaria en los centros del barrio, con necesidades mucho más acuciantes
Entrada al CEIP Profesor Juan Carlos Aragón.
Este martes el Ayuntamiento de Cádiz presentaba la Estrategia de Mejora en Entornos Escolares «con la intención de generar entornos y caminos seguros para el alumnado y que estos, a su vez, crezcan en cuanto a autonomía. El objetivo, además, es que los niños y las niñas puedan ir al colegio solos y se creen para ello unos itinerarios seguros». Un documento que, según el Consistorio, se había «dado a conocer a las Ampas, las direcciones de los colegios e institutos y a las asociaciones de vecinos para que vieran cómo efectivamente estas actuaciones pueden mejorar el entorno de los centros y repercutir también en los barrios».
Y se realizarán intervenciones en los entornos de seis colegios e institutos de la ciudad de Cádiz: Salesianos, IES Alberti, CEIP Juan Carlos Aragón, IES Columela, IES San Severiano, CEIP Tierno Galván, y el Amor de Dios.
Pero la asociación de vecinos Segunda Aguada, a través de un comunicado, ha querido «dejar claro, que en ningún momento han sido citados, ni informados de los proyectos de seguridad que se iban a llevar a cabo en los entornos a los colegios e institutos como indica la nota de prensa emitida por el Ayuntamiento».
Es más, considera que en el caso del CEIP Profesor Juan Carlos Aragón, «donde acuden los menores del barrio, no existe ningún riesgo a la entrada de los niños a dicho centro educativo como indica el concejal de movilidad Martín Vila».
Y explica que «hace 11 años aproximadamente cuando se urbanizó la calle Medina Sidonia, la asociación de vecinos Segunda Aguada, solicitó al ayuntamiento un paso de peatones y el rebaje de la acera frente a la puerta de entrada que tiene dicho centro por esta calle para seguridad de padres y niños».
Así pues, el «Ayuntamiento, hace unos años, tomó la decisión de sustituir algunas plazas de vehículos de la mencionada calle, para convertirla en plazas de aparcamientos de motocicletas para ofrecer una mayor y mejor visibilidad del paso de peatones. Inclusive, se reservó una plaza de minusválido para uno de los niños con problemas de movilidad, medidas que los representantes vecinales vimos de forma acertada y objetiva.
Sin embargo, no se ha tenido en consideración a los padres y alumnos, mientras esperan la entrada y salida de sus hijos, de adaptar una pérgola o voladizo en el patio del colegio, a la entrada del mismo, sin perjudicar el paso de peatones, que los protejan los días de lluvias.
Consideramos que, con estas medidas llevadas a cabo, son suficientes para la seguridad de nuestros jóvenes y no tienen porqué perjudicar al resto de los vecinos, algunos de ellos, padres de estos menores, quitándoles la posibilidad de aparcar sus vehículos».
Destacan que, por el contrario, desde hace años reiteran la «propuesta de apertura de las pistas deportivas de este centro, para que puedan ser utilizadas por nuestros niños en la práctica deportiva de forma gratuita».
«Entendemos que, siendo el barrio con mayor densidad de habitantes de toda Andalucía, es necesario que se dispongan de espacios adecuados para la promoción de un ocio sano y saludable. A pesar de esta densidad de población, el barrio cuenta con tan sólo dos plazas públicas, lo cual es claramente insuficiente y contraproducente para mezclar descanso con juegos de pelotas», subraya la asociación de vecinos.
En relación al Instituto Rafael Alberti, «deberían llevar a cabo las obras del paso de peatones elevado que lo comunica con la asociación vecinal Segunda Aguada, entre las calles Medina Sidonia, Trille y Amiel, que minorizaría la velocidad de los vehículos, asegurando el pase de los peatones, como dieron a conocer la concejala de Educación, Ana Fernández y el concejal de movilidad, Martín Vila».
Asimismo, «hemos solicitado en innumerables ocasiones el peligro que supone para los alumnos del IES Rafael Alberti, la falta de visibilidad de los conductores con motivo de la existencia de un kiosco sin utilidad, cerrado y abandonado desde hace muchos años en la calle Amiel, frente al instituto, junto a un pase de peatones», destacan.
«Es una convulsa obsesión por parte de nuestros gobernantes de suprimir plazas de aparcamientos donde no es necesario, sin embargo, no dan soluciones a los problemas de aparcamientos que existen en la zona conforme al número de habitantes. Por ejemplo, la apertura del parking existente bajo la plaza Real Hospital de la Segunda Aguada, -86 plazas-, las cuales llevan años sin utilidad pública, siempre basándose en la falta de documentación presentada por la empresa municipal de estacionamiento EMASA, o el inutilizado espacio entre la avenida del Perú y la calle Barbate, con el conocido seudónimo del «Campo del Cura», propiedad del ayuntamiento, o los aparcamientos en superficie en la avenida del Perú y calle Amiel».
Ver comentarios