con 'c' de cádiz
Andrés Gatica: «Campeones nada más que hay uno, pero en el Falla se canta a muchísimos»
andrés gatica del castillo. chirigotero
Chirigotero de pura cepa, Andrés Gatica añora los carnavales de los 80, 90 y principios de los 2000 y reivindica la figura del aficionado que va al Falla a disfrutar y no a criticar. Esta noche vuelve a las tablas con 'Los del veredicto'
Tiene la voz tomada de estar ensayando toda la semana, pero la memoria la tiene 'plenti'. Habla de su glorioso pasado chirigotero como si fuera ayer cuando las historias se remontan a décadas pretéritas. Y forma parte de esa guardia pretoriana del 3x4 puesto que formó grupo con los míticos Manolito Santander, el Petra, el Bolita y tantos otros que marcaron una época tanto en el Falla como en el Andalucía.
Aquel grupo cantó la músicas y letras de insignes como Antoñito Martín, Manolito Santander, los hermanos Alcántara, Carapalo, el Noly o el Libi. Y ese conjunto de gaditanos perpetuó una forma inequívoca de moverse, muy viñera, muy de Cádiz, muy chirigotera. Su estilo caló hondo en la cantera de la época antes de que llegasen otros menos añejos y más proclives a gustar fuera de 'Cádi, Cádi'.
Andrés Gatica del Castillo (Cádiz, 1963) me recibe en su kiosko de la ONCE del Corte Inglés, donde igual habla con sus clientes del robo al Cádiz que de los quehaceres cotidianos de cada cual mientras reparte suerte y alegría. Está en la semana en la que volverá a pisar las tablas del Falla, él, un veterano que añora los tiempos de Los pabellones, allí donde hizo tantos amigos como recuerdos. Muchos de ellos, ya le faltan, pero él volverá al teatro repartiendo sonrisas y exhibiendo su elegante forma de moverse al compás de su chirigota, que desde hace 25 años es la de su amigo Juan Manuel Braza Benítez, el Sheriff.
-¿Por dónde pasea sus primeros recuerdos de la niñez?
-Mira, yo soy de la calle Regimiento de Infantería de Cádiz, al lado de Pasquín. En el barrio ese siempre ha habido gente muy carnavalesca y se veían muchos ensayos. Por allí estaban bares míticos como El Gavilán; también, en lo que es ahora el Ali Pama, había un almacén donde arriba ensayaban muchas agrupaciones juveniles. Allí nos poníamos de chico la radio.
-La radio, la magia de la radio. ¿Qué recuerda de esa radio y de esas voces?
-Enrique Treviño, Carmen Coya, Pepe Benítez... Eran voces míticas de la radio que escuchábamos de niño. Enrique Treviño siempre me preguntaba por cómo me iba. De hecho, me entrevistó en el año 85 en Radio Juventud con el Pepón y todo.
-¿Y dónde estudió?
-Yo estudié en el colegio Arbolí, aunque hice parvulitos en La Palma con mi baby azul hasta el cuello. Allí echamos la infancia. Recuerdo el árbol grande que había en el patio y allí nos colocaban a todas las clases juntas y nos decían. '¡Cubrirse!, ¡Firmes!'. Nos ponían a rezar el Padre Nuestro. Eran los últimos años del franquismo.
-Y ya va aficionándose al Carnaval.
-Digo, pero no solo yo, casi todos los niños del barrio. Me acuerdo de la primera comparsa juvenil en la que salió mi amigo Caracol, que iba de caja en 'Romance caletero'.
-¿Y cómo era esa infancia para jugar?
-Siempre estábamos jugando al fútbol; en la calle, en la Caleta, donde nos bañábamos también. Pero sobre todo le dábamos a la pelota en todos lados. Ya desde entonces iba al fútbol con mi padre porque soy del Cádiz de toda la vida y socio desde hace 40 años. Por cierto, que no veas el robo que nos acaban de hacer (contra el Elche). Llegué a jugar como lateral derecho en los juveniles del Panamá, el equipo del barrio. Nos federábamos todos los niños. Igual jugábamos en la playa, que en la calle, que en el campo hondo, que en el Complejo, donde podíamos entrenar una vez a la semana. Recuerdo estar entrenando sin luz ni nada en el campo hondo un montón de veces.
-¿Cómo era la equipación del Panamá que no me acuerdo?
-La equipación era como la del Betis y la segunda no sé si era blanca y azul las calzonas. Recuerdo que los que jugábamos en el Panamá entrábamos de balde en el fútbol a ver el Cádiz en la vieja preferencia. Ya ahí empezábamos a montar chirigotas que acababan desbaratándose.
-¿Y por qué?
-Se desbarataban porque comenzábamos con ganas pero a lo largo de los meses de ensayo muchos se iban o nos íbamos por ahí a jugar al fútbol, a la playa o al cine Caleta... Vamos, que con 14 o 15 años podía haber salido ya en el Teatro, pero nunca se llegaba a ensayar del todo para ir al concurso.
-Vamos, que se veía venir que en breve se subiría a las tablas en cuanto diera con un grupo medianamente serio y con un director.
-Claro, claro. Entre el cachondeo, el fútbol y la calle pues las chirigotas no acababan de salir pese a que teníamos ideas. Hasta que un día del año 81 estaba en el Campo del Sur, en la calle Pasquín, y coincido con Manolo Santander, que andaba por ahí buscando al primo de Fali Mosquera, Carlos, porque entre los dos estaban montando una chirigota juvenil. Carlos Mosquera ya había sacado comparsas y chirigotas juveniles, y con los grandes también había salido. Manolito Santander acababa de sacar en el 81 'Los ases del Jazz', con el que se había llevado un primer premio. Y ya el segundo año se fue a buscar a Carlos y ahí es donde entro yo.
-¿Cómo fue su captación?
-Siempre cantábamos en el Campo del Sur para pasarlo bien. Ya sabes, con la guitarrita, la cervecita y los amigos. Manolito cantaba conmigo y él sabía que yo me enrollaba, lo que pasa es que todavía no había salido en ninguna. Así que cuando me lo vi buscando a Carlos le pregunté si podía ir yo. Y como él hablaba me dijo: '-Vente tú también pa'llá. Y el que sea bueno, 'po' se queda'. Allí también saldría el Chiquilín, hijo del Pepón, que también me conocía de haberme visto canturrear en algún lado. Nos pasamos por el ensayo y me probaron como se probaba antiguamente, cantando solo y con una guitarra. Canté y me dijo Manolito: '¡Tú te quedas!'. Ya antes el Chiquilín me había dado confianza porque sabía que me quedaría.
-Y se quedó y con qué debuta.
-En el 82 con Manolito Santander en 'Los Tom Sawyer'. Y el siguiente, también en juveniles, con 'Los piratas de la cascada', primeros también. Manolito Santander se llevó tres años seguidos ganando en juveniles. Y es ya cuando pasamos a adultos en el 84 con 'Las bruja Piti'.
-Debuta a lo grande con los grandes y con un grande de la música.
-Y tanto. El Noly, que venía de salir en el 83 en 'Los paños de cocina' y de ponernos la música a 'Los piratas de la cascada'. Pues bien, el Noly quería sacar una grande con su hermano Joaquín Sánchez Alba, que sería el letrista de la música. Los dos eran del barrio de Capuchinos, donde nos solíamos reunir todos.
-Menuda fábrica de chirigoteros, ¿no?
-¿Eso? ¡Eso era un barrio increíble! Toda esa manzana es tremenda. Ahí nació el Noly, Juanelo, Fali Mosquera, el Caracol (en los callejones), Antonio Martín (en San Vicente)... Me puedo incluir yo. Y mi hermano Kuki, que también escribe y es bueno y salía con Manolito Santander. Gente antigua como Mauricio, Lolo García (que salía en coros), Manolín Gálvez, El Chiqui (un amigo mío que salía con nosotros en 'Los hermanos Lupi'), el Perá; Ya más lejos aún Cañamaque (en Pasquín)... Esa zona es impresionante.
-¿Y cómo quedó en su estreno de adultos con 'Las bruja Piti'?
-Nos quedamos a las puertas de la final; un jurado nos llegó a decir que éramos muy jóvenes y que había otras agrupaciones, con más años en la modalidad, que debían pasar antes. Y eso que entraban seis por entonces. Sé que estábamos en el cajón para entrar y nos quitaron de en medio. Entonces eran dos semifinales y la final. Creo que pasaron 'Los indiotas', que eran de Puntales; 'Tebeo', 'Las abejas de Ruinasa, de Juan Rivero; 'Pulpo a la gallega', de Antonio Martín; 'Los llaveros solitarios', de Paco Rosado y que fueron primer premio. 'Las brujas Piti' fue una chirigota mítica; mucha gente decía que éramos de final.
-Es cierto que los muy entendidos siguen hablando de esa chirigota bastante.
-Lo sé. Es más, de aquel año recuerdo que muchos de 'Los llaveros' decía: 'Quillo, señores, ya hay otra chirigota de pibes que se van a poner a competir con nosotros'. Y era verdad que el conjunto que teníamos era muy joven. Estaba el Tano, José Luis Sánchez Butrón Selu 'el Bolita' de caja, que ya había salido antes en juveniles con 'Los hispanomericanos', 'Los jamaicanos' o 'Brasil', donde salía el Ramoni, que comenzó antes que yo en infantiles. Y como no, también el Petra, entre otros.
-Otro grande de esto. ¿De dónde era el Petra?
-El Petra era de la Viña, de San Bernardo, aunque después se fue a vivir ya a PuertaTierra, por Carlos Haya, en Loreto. Este año le han dado el antifaz de oro póstumo.
-Sin duda, un gran recuerdo del debut.
-Y no solo fue eso porque para esa chirigota, Joaquín Sánchez Alba dijo que nos quería a Manolito Santander y a mí. Pero la paradoja fue que Manolito Santander tuvo que hacer la mili ese año y yo me salvé de hacerla. Y aunque escribió sus cositas para la chirigota no pudo salir ese año en el Teatro Falla. A modo de anécdota, yo canté antes en adultos que él, que venía triunfando en juveniles, donde comenzó antes que yo. Lo que son las cosas, ¡él que me sacó a mí, debuto después que yo en el Falla!
-Pero ya al año siguiente se uniría. ¿Con cuál fue?
-Con 'Que viene el coco', que nos quedamos fuera de la final también. Un año después sacamos 'Los locos de la colina' y terminamos con el Noly.
-¿Cómo recuerda en esos primeros años con el Noly ese salto de juveniles a adultos? ¿Notó la diferencia?
-Más allá de las clasificaciones del jurado, la verdad es que yo no lo noté porque yo cantaba igual de tranquilo en juveniles que en grandes. Como me sentía tan seguro, siempre iba bien.
-¿Y después del Noly?
-Después, en el 87, vino Alcántara, con 'Las olas der Campo Ersu' y 'Los del perejil lacio' en el 88 .
-Primeras finales.
-Sí, la primera fue con 'Las olas der Campo Ersu', que fuimos cuartos. Al año siguiente, con 'Los del perejil lacio' fuimos segundos.
-¿Cómo recuerda esa primera final?
-Ufff, impresionante. ¡No dormimos en 'to' la noche! Cantamos en el primer bloque y luego nos abrieron Los pabellones 'pa' nosotros toda la noche. Ese año ganaron 'Los guanaminos'; segundo fue 'Terror terrorífico' y terceros 'Los alcaldes de barrio', de la peña Los Catorce.
-¿Cómo era la composición de esa chirigota de los Alcántara Pedemonte?
-Manolito (Santander) metía su manita en donde podía, pero casi todo era creación de los hermanos Alcántara; Luis era el que afinaba y Paquito escribía. De ambos tengo un grato recuerdo. Ellos eran del Mentidero.
-¿Y tras los Alcántara que tocó?
-Vino el Carapalo. Pepito Martínez ya hizo la música de los pasodobles y Manolito Santander ya se mete por derecho en la autoría y en los arreglos de la música. Y ganamos con 'El crimen', en el 89. Fue de escándalo, aunque en la presentación más de uno tembló en lo alto de la tarta donde nos montamos. Era un conjunto muy bueno. Creo que ese año. con permiso de 'Los del perejil lacio', que también iba muy bien de afinación, empezamos a darle a la chirigota un empujón gordo en cuanto a cantar fuerte y por derecho. Porque antes, sin desmerecer en absoluto a nadie, se cantaba como las de Paco Rosado, muy bonito y muy tranquilito, y a partir de ese año con 'El crimen del mes de mayo' se comenzó a subir la voz.
-Cierto, cierto. ¿Quién la afinaba?
-Entre Manolito Santander y los guitarras.
-Fueron años de obras en el Falla y por las que el concurso se trasladó al Andalucía. ¿Qué recuerdo le queda de aquello?
-Muy buenos. Allí fuimos cuartos con las 'Las olas', segundos con 'Los del perejil lacio', que íbamos de San Pancracio y primeros con 'El Crimen del mes de mayo'. Y ya con 'Bebé a bordo' en el 91 se volvió al Falla. Se llegó a hacer hasta un disco de vinilo de la final que aún conservo. Tengo muy buenos recuerdos porque había también mucho ambiente fueras donde fueras.
-¿Y no resultaba más incómodo para las agrupaciones? ¿Cómo llevó el grupo esos años? ¿Se echaba mucho de menos el Falla o también se le cogió cariño al Andalucía?
-Quizás fuera más problemático porque nos teníamos que vestir en la Torre Tavira, al lado de la cuesta. Allí habían montado como unos vestuarios para las agrupaciones. Era más incómodo porque era muy pequeño y había mucha gente pero se sobrellevaba porque a todos nos gustaba el motivo por el que estábamos allí.
-Ganaron con 'El crimen' y comenzaron una interesante dinastía .
-Sí, sí, porque tras el primero del 89 llega otro con 'Los legionarios'. Fueron unos años muy buenos para nosotros, que fuimos segundos con 'Bebé a bordo' y 'Qué bien nos distes coba Cristóbal', en el 92.
-Chirigota ('Hasta que la muerte nos separe') en la que compone Antoñito Martín. ¿Cómo fue ese año en el que el niño de San Vicente hizo triplete con 'Batmonos que nos vamos' y 'Mar de coplas'?
-Fue un año perfecto. Antonio es que moría con nosotros. De hecho, luego estuvo con nosotros otros años. Con nosotros han entrado autores que han muerto con nosotros. De bien, eh.
-Tras 'Hasta que la muerte nos separe' llega 'Bebé a bordo'.
-Pedazo de chirigota. Fuimos segundos porque coincidimos con 'Los príncipes encantados'. Y al año siguiente, con 'Bien nos dista coba, Cristóbal', otra vez segundos, por detrás de 'Los borrachos'.
-Y después de eso, ¿el desierto?
-Es cierto que después llegaron años en el que nos quedamos fuera de la final. Ahí comenzó la decadencia de ese grupo.
-¿Qué motivo esa decadencia?
-No lo sé, pero seguramente nos equivocamos. O más simple, comenzó el ciclo de otros. Llegó fuerte el Selu.
-¿Qué autores tenían entonces?
-En el 93, con 'Retrato de familia', nos hizo la música el Geli (Miguel Villegas Mejías). Y los autores eran el Libi y Manolito Santander. Esa fue muy buena chirigota, pero lo cierto es que no cuajó. Hubo un pasodoble mítico que se cantó al Cádiz CF y qué decía 'Ya lleva más de ocho años sin un duro y en Primera, salvándose de milagro con la cantera y poco más...' Ya con el tiempo, Manolito sacaría el mítico de los Pepperoni que se ha quedado.
-¿Cómo fue evolucionado el grupo?
-El grupo seguía siendo muy bueno, pero íbamos haciendo cambios con los años. En el 94 nos dejaron fuera por la cara con 'Los muertos del Carnaval', que íbamos de zombis. Ahí entró Nandi Villegas, que nos hizo la música del cuplé, donde también colaboraron un poco el Libi y mi hermano el Kuki. La del pasodoble nos la hizo Rosado. Quedamos quintos, pero entrábamos en todas las quinielas. Estaba de jurado Agustín González 'el Chimenea'. Seguíamos llevando a la perra disfrazada.
-¡Hooombre!, mítica haciendo de cabra de la legión en 'Hasta que la muerte nos separe'.
-Sí, sí. Era de Pepín, que ya murió, el de la venta La Sierra. Pepín era un grande y allí, en su bar de la carretera donde había un paso a nivel en Santo Tomás, cerca del Cerro del moro, nos querían mucho. La verdad es que esos años fueron muy buenos; sentir el apoyo de esos bares, como Los Pabellones, que también estábamos como en casa. Lo que tenía Pepe el de Los Pabellones con nosotros era maravilloso. Éramos su chirigota, al igual que la comparsa de Antonio Martín. De hecho, su hijo Roberto Fabio sale conmigo ahora y nos está escribiendo muy bien junto a Juan Blanco y el Sheriff.
-Nos hemos quedado un poco en esa odisea sin finales.
-En el 95 sacamos 'Los duros de mollera', donde Paco Rosado seguía haciéndonos el pasodoble y Nandi Villegas los cuplés. Ya en el 97 vuelve Antonio Martín a componernos el pasodoble para '¡Hasta las mismas trancas, Cádiz!'.
-Uff, pasodoblón que llevaba esa chirigota. Recuerdo uno a Antonio Muñoz.
-Digo. Pero en aquel momento Antonio Muñoz dio el paso de coger al Cádiz en un momento delicado CF, después ya cambió.
-Con esa chirigota volvieron a levantar la cabeza.
-Es verdad que gustó mucho. Esa chirigota estaba dirigida por el Petra y los autores eran el Libi, mi hermano el Kuki y de Antonio Martín.
-Su agrupación siempre ha defendido el pasodoble de Cádiz. Y ha solido gustar, pero después en las puntuaciones eso no se valora tanto en la chirigota. ¿Está de acuerdo en el modo de calificar?
-Hombre, si al jurado le gusta se debe valorar. Hay gente muy radical que le gusta una cosa u otra. Y eso no debe ser así. Es como el del Barça y el del Madrid; el uno nunca dirá que Messi es bueno y el otro que Ronaldo. Pero te digo una cosa. ¿Al final que es lo que se queda?
-El pasodoble siempre es lo que se canta en la calle.
-Yo lo digo siempre, que es lo que se queda. Lo mítico es el pasodoble, tanto en chirigotas como en comparsas.
-¿Sería partidario de mejorar la puntuación de los pasodobles en cuplés?
-Yo no digo que se suba la nota a los pasodobles, pero sí que sea equiparable. Debería valer todo igual, que sea todo global. Que se califique a la chirigota en su conjunto.
-¿Qué siguió a 'Las trancas'?
-'Los que perdieron el poder'. Ahí es ya cuando termina la mítica chirigota del Petra. Era el 97 y en el 98 el Petra descansa, que es cuando yo salgo con 'Las madrinas', con el Sheriff ya. En el 98 cambio yo de rumbo porque el grupo de divide. Muchos nos vamos a otras conjuntos como Bernardo Moreno, sobrino de Manolo Moreno (el que salía con Paco Alba), que se va con Juan Carlos Aragón, a la chirigota.
-¿Y qué hizo en el debut con el Sheriff?
-Fuimos quintos, a uno de la final.
-¿Cómo fue cambiar de una familia (la del Petra y cía) a otra (la del Sheriff)?
-Ante todo, tengo que decir que el director de 'Los aleluyas', José Miguel Choza, se portó muy bien conmigo porque cuando estaba haciéndola me preguntó si yo tenía pensado seguir con el Petra. Le respondí que sí, pero le dije que si para el año siguiente yo no salía con el Petra, sin saber yo que 'Los aleluyas' serían primero ni nada, y se seguía acordando de mí que me llamase. Y me llamó. Se portó muy bien conmigo. Eso sí, si el año anterior le hubiera dicho sí me hubiera llevado el primero jejeje. Eso sí, en agosto del 97, cuando ya entro en el grupo, viajo con ellos cantando en los contratos con 'Los aleluya'. Fui con ellos a Madrid y sin saberme apenas nada del repertorio fui a varios sitios. Me ponía por detrás y canturreaba lo que podía. Me acuerdo que un niño en Chipiona se dio cuenta y me dijo: 'Tú no te sabe 'ná', eh' (risas).
-La lealtad es lo que tiene, Andrés. ¿Y qué hicieron con 'Los que perdieron el poder' y usted el primer premio ...?
-No entramos en la final. Nos hizo la música del pasodoble el Pacoli.
-Y desde 'Las Madrinas' a hoy, que no es poco.
-Fíjate. De hecho, el Choza me dijo: 'Me voy a ir yo y tú vas a seguir con el Sheriff'. No se equivocó porque ahí estoy.
-Con el Sheriff también le pasó como con su anterior grupo, es decir, éxitos y fracasos.
-Tuvimos muy buenos años y otros más tranquilitos, no tan buenos.
-¿Cómo han sido estos años con el Sheriff?
-Perfectos. Siempre ha sido una familia, aunque también hemos hecho cambios. Ya no está el Lulu y el Choza, que en mi tercer año, también se fue. Empezamos a meter gente, pero siempre cuidando cantar bien y llevando buenos pasodobles como le gusta al Sheriff.
-¿Quién hace la chirigota hoy en día?
-Llevamos tres años en los que están Roberto Fabio, Juan Blanco y el Sheriff. Entre los tres la hacen, aunque la música del pasodoble siempre es del Sheriff. Se compenetran muy bien y se nota en la chirigota, que va para arriba aunque nos quedásemos fuera con 'Los niños de la Petróleo', que era una pedazo de chirigota. Y venimos de ser segundos.
-Este año, con 'Los del veredicto'. ¿Cómo ve la cosa? ¿Qué sensaciones tiene?
-Muy buenas. Yo no sé cómo irán los otros conjuntos pero yo te puedo asegurar que el nuestro es el mejor que hay (jejeje). No pongas eso, joe. (jejeje)
-¡Home, cómo qué no? Si no lo dice usted, quién lo va a decir (risas). ¡Cuántos años junto al Sheriff?
-Este año creo que hacemos 25. Llevamos 23 de concurso y dos de antología, en los años que no salimos. Han sido y sigue siendo de escándalo. A la vista está, que aún seguimos juntos de lo que nos queremos. Y estar más de veinte años con un amigo es difícil. Además, Juanma exige mucho en los ensayos.
-¿Cómo llevaba el Sheriff y el grupo esos años en los que perdieron el favor del jurado y de la afición?
-Pues mira, el Sheriff lo llevaba perfectamente porque siempre se ha tomado el Carnaval como un disfrute. A ver, en el concurso, si las cosas no salen como queremos, se mosquea igual que yo, pero no somos de esos de meternos en las redes a leer y decir pamplinas.
-Más allá de los malos resultados. ¿Hacían autocrítica?
-Claro, claro. Siempre. Incluso en los años buenos. Siempre hay que hacerla.
-¿Dónde está el secreto para este nuevo irrumpir con fuerza en la fiesta?
-Limar los fallos que hayamos tenido. Y sobre todo, renovarse. Date cuenta que en el Carnaval de hoy no solo se habla de Cádiz, se habla de todo lo que pasa fuera también. Primero, si pasan cosas en Cádiz, pues lógicamente vamos a por ellas, pero para buscar temas y gustar hay que salirse.
-¿Puede que al ser una chirigota cero amiga de las polémicas y que siempre ha desprendido buen humor dentro y fuera del Teatro, los jurados se decanten a favor de otras en vez de por la vuestra por precisamente eso?
-Puede ser, puede ser. No somos nada amigos de quejarnos en las redes y esas cosas, la verdad.
-Las redes y el Carnaval. Miedito.
-Esto es como todo, habrá gente que no le guste nuestra chirigota y le guste la de otros y al revés. Y entonces siempre están así. Como lo que decía del que es del Madrid y del Barcelona. Y eso, en el Carnaval, no debería pasar. Claro que todos, como aficionados que somos, tenemos nuestras preferencias, pero no por eso si hay una buena aunque no sea de las tuyas vas a perjudicarla. Y lo mismo pasa en el jurado.
-¿Cuando recibió el antifaz de oro?
-En el 2013, hace diez años.
-Lleva casi cuatro décadas en el Carnaval. ¿Con cuál se queda de los que ha vivido?
-Llevo 39, el año que viene cumplo 40 creo. Para mi los mejores años de Carnaval, y mucha gente lo dice, fueron los 80, los 90 y principio de los 2000. Esos años fueron impresionantes.
-¿Por qué?
-Yo qué sé. Era otro ambiente. Otro ambiente de Falla, otro ambiente de Carnaval. Era increíble.
-Comparto plenamente su opinión. Y digo más porque hay un hecho diferencial que coincide en el tiempo con el desmoronamiento de aquellos carnavales, internet. ¿Puede que su existencia haya dañado a la fiesta del Teatro y todo lo que ha originado?
-Puede ser porque antes nada más que había una o dos teles y la radio y no se veía en el Falla lo que se ve desde hace unos años. Y es que va mucha gente al Teatro predispuesta a animar a una agrupación puntual. Vamos, se ha gritado o han hecho 'campeones, campeones, campeones' a agrupaciones que te ponías a pensar y no eran mejor que otras. Campeones nada más que hay uno en la Copa de Europa, pero en el Falla se canta a muchísimos. Tú tendrás que decirle campeones cuando hayan ganado, lo otro es faltar al respeto a los demás. Y lo peor es que ha habido agrupaciones favorecidas por esos gritos de campeones.
-¿Le queda cuerda para rato?
-No lo sé, pero el día que no sirva, me voy. Todavía no lo he pensado, pero llegará el día que me vea que no puedo.
-¿Y le gusta ir a ensayar?
-Eso, la verdad, que me está empezando a costar más. Son muchos años ya. Y me cuesta salir de aquí (el kiosko) justo de tiempo, llegar a mi casa y soltar las cosas deprisa y corriendo, me recogen en moto y voy para allá; llega a tu casa a las doce de la noche y al día siguiente a madrugar otra vez. Pero vamos, se sobrelleva.
-Pues mira por donde hay ya tenemos unas pequeñas señales de una posible retirada, eh (risas).
-Jejeje Bueno, sarna con gusto no pica, como se suele decir.
-Suerte este domingo.
-Muchas gracias.