Educación

«Los alumnos salen con hambre de los comedores de 12 colegios públicos de Cádiz»

FLAMPA Gades, la asociación que representa a padres y madres, denuncia que el servicio de comedor es muy deficitario y enumera hasta 14 faltas graves o muy graves

Destacan la insuficiente cantidad y la falta de calidad de la comida servida, el elevado rechazo de los platos por parte del alumnado y el incumplimiento de ratios de cuidadores

L. V.

LA VOZ

Cádiz

FLAMPA Gades, en un escrito dirigido a la Agencia Pública Andaluza de Educación (APAE) y a la Delegación Territorial de Desarrollo Educativo en Cádiz, ha detallado hasta 14 categorías de incumplimientos de contrato por parte de la empresa Servei D'Apats, del Grupo Mediterránea, en la prestación del servicio de comedor en 12 colegios públicos de la capital gaditana, del que ha sido adjudicataria desde diciembre de 2020.

La FLAMPA solicita a la APAE que abra expedientes de penalización contra la empresa contratista y que no se permita la concurrencia de las empresas del Grupo Mediterránea a nuevas licitaciones del servicio público de comedor escolar por falta de solvencia técnica.

Los incumplimientos que se detallan en la denuncia, tipificados en su mayoría como graves o muy graves, cubren todos los ámbitos de actividad del servicio, desde la elaboración de la comida a la gestión del tiempo de ocio en el comedor. Destacan la insuficiente cantidad y la falta de calidad de la comida servida, el elevado rechazo de los platos por parte del alumnado, el incumplimiento de ratios de cuidadores, la deficiente información a las familias o el boicot a los mecanismos de participación de las AMPA en el control de la calidad del servicio.

Especialmente grave resulta que, de forma sistemática, la empresa haya estado distribuyendo a los centros menos comida de la que debería. Se han detectado mermas de entre el 15% y hasta más del 50% de la cantidad total de algunos platos respecto a la que debería haber para el número de comensales presentes.

Estos cálculos no son una estimación de las AMPA, son datos de los informes del Plan EVACOLE (Evaluación de la Oferta Alimentaria en Centros Escolares de Andalucía), elaborados por personal funcionario de la Consejería de Salud y Consumo. Para FLAMPA, la reiteración en el incumplimiento de los gramajes demuestra que se trata de un método planificado e intencionado de la empresa adjudicataria, que persigue aumentar el beneficio industrial a costa de la calidad del servicio.

Esta merma de comida suministrada tiene consecuencias especialmente graves en el caso del alumnado incluido en el Programa de Refuerzo de la Alimentación Infantil (PRAI), que atiende las necesidades de alimentación básicas de las niñas y niños que se encuentran en una situación de exclusión social o en riesgo de padecerla. Si este alumnado sale con hambre del comedor, es posible que no pueda compensarla comiendo en casa, como hace la mayoría del alumnado.

Por otro lado, el rechazo, es decir, el porcentaje de cada plato que el alumnado no se come, es muy elevado en algunos casos, debido a un cocinado inadecuado o a un aspecto poco apetecible. Según las evaluaciones del Plan EVACOLE, platos de ensalada, pescados, legumbres o verduras presentan a menudo rechazos por encima del 50%. La empresa tiene la obligación de modificar el menú cuando el rechazo supera dicho porcentaje y no lo está haciendo. Ni siquiera aplica el procedimiento de cálculo, que consiste en pesar la comida servida antes y después para comprobar cuánto se ha consumido realmente.

La merma en la cantidad de comida servida y el elevado rechazo de algunos platos explican una de las principales quejas de las familias, que con frecuencia el alumnado sale con hambre del comedor.

«Mediterránea ha incumplido además varias de las mejoras que ofertó y por las que consiguió adjudicarse el contrato», apuntan. «La APP de información a las familias comprometida nunca, en 4 años de vigencia del contrato, ha llegado a existir. Tampoco las comisiones de seguimiento, formadas por dirección, AMPA y empresa, que tendrían que haberse reunido mensualmente, han llegado a celebrar más de 2 o 3 reuniones en 4 años por la negativa de la empresa. Estos incumplimientos son muy graves, pues el Grupo Mediterránea se adjudicó el contrato engañando».

Denuncia

Para FLAMPA Gades, más allá de los incumplimientos de contrato por las empresas adjudicatarias, el problema del servicio público de comedor escolar está en que la administración educativa ha apostado por sustituir las cocinas tradicionales de los centros escolares, donde la comida era cocinada cada día por personal propio, por un servicio prestado por empresas que fabrican y distribuyen menús a gran escala.

FLAMPA reclama la recuperación de las cocinas tradicionales de gestión pública. «En contraste con ese modelo, tres colegios de Cádiz, los CEIP Gadir, Santa Teresa y Josefina Pascual, mantienen auténticas cocinas tradicionales en sus instalaciones, donde la comida es cocinada cada día por personal de la Junta de Andalucía. La diferencia de calidad de la comida ofrecida en estos comedores con los gestionados por las multinacionales del catering es abismal«.

FLAMPA Gades reclama un cambio radical de rumbo de la alimentación escolar, recuperando las cocinas en los centros escolares gestionadas y atendidas por personal propio, que aleje a las multinacionales del catering de algo tan importante como la alimentación de nuestros hijos e hijas. Recuperar el carácter público del servicio de comedor escolar es lo único que puede garantizar su calidad y sostenibilidad.

La vigilancia de la Junta

Desde la Junta de Andalucía aseguran que los menús que se sirven en los comedores escolares públicos andaluces siguen todas las recomendaciones del Ministerio de Sanidad y de la Consejería de Salud y Consumo en cuanto a alimentación saludable. Promueven una alimentación completa y equilibrada que, entre otros aspectos, se caracteriza por la presencia diaria de la verdura y la fruta fresca en los menús; el uso de aceite de oliva virgen extra; una mayor proporción de pescado que de carne, que debe ser magra; la limitación de los alimentos precocinados y fritos; y la apuesta por la dieta mediterránea y los productos ecológicos.

"Los menús son supervisados por técnicos del Plan de Evaluación de la oferta alimentaria en comedores escolares andaluces (EVACOLE), de la Consejería de Salud y Consumo, que comprueban mensualmente su adecuación a los criterios nutricionales y de calidad establecidos en los pliegos y, además, realizan verificaciones in situ en los centros educativos, que se suman a las auditorías que también realiza la Agencia Pública Andaluza de Educación", apuntan.

En los pliegos de contratación del servicio de comedor escolar vigentes se establecen de forma estricta y pormenorizada los parámetros para la confección de las comidas, que son de obligado cumplimiento por parte de las empresas adjudicatarias.

"Cualquier problema que se comunique en el servicio de comedor es atendido de inmediato, bien mediante visitas de técnicos de esta Agencia, bien mediante inspecciones de EVACOLE. Las posibles desviaciones son atendidas y corregidas con la supervisión de los técnicos de EVACOLE o, en su caso, dan lugar a las penalizaciones oportunas por parte de la Agencia Pública Andaluza de Educación, que pueden llegar hasta la resolución de los contratos en caso de que se evidencien incumplimientos de las condiciones esenciales de los mismos".

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