Carnaval de Cádiz
Un agosto en pleno Carnaval
Los comercios del centro de Cádiz aprovechan estos días para incrementar sus ganancias
El Carnaval de Cádiz no es únicamente carruseles de coros, tablaos y callejeras, también es una gran oportunidad para ganar un dinero extra. En una ciudad tan castigada por el paro, con una tasa de desempleo rondando siempre el 25%, cualquier ocasión para obtener ingresos es siempre bien recibida.
Según datos de la Patronal de Hostelería de la provincia de Cádiz (HORECA) en la última edición de la fiesta celebrada en febrero se congregaron en la ciudad hasta 400.000 personas y dejando un impacto económico entre 5 y 10 de millones de euros con una ocupación hotelera de un 91% en el primer fin de semana en la capital y un 93% el segundo, cifras que podrían mejorar incluso en 2023.
El carnaval es improvisación, una fiesta en la que los bocadillos están a la orden del día, o si no, que se lo digan a Esther. «El domingo pude hacer más de 500 bocadillos».
Esta gaditana trabaja en uno de los quioscos del Mercado Central de Abastos cuenta que «el domingo a las dos de la tarde ya no me quedaba ni jamón ni chicharrones». Muchos critican los precios de esta clase de productos en estos días: «La gente lo quiere todo regalado».
«Yo me levanto a las seis de la mañana, y empiezo a preparar las cosas, cuando tengo el pan empiezo a hacer bocadillos y dejo unos 200 bocadillos hechos y luego los vamos haciendo sobre la marcha», señala.
Ramón y su esposa Carmen venden latas por el centro de la ciudad. «El domingo nos quedamos sin cerveza».
«A nadie le gusta venir cargado de casa, es más cómodo comprar la lata en un momento», aseguran.
«Cargamos las neveras en casa y nuestro hijo nos trae en coche» relata el matrimonio. «Llevamos más de diez años vendiendo en Carnaval y nunca hemos tenido ningún tipo de problema».
Los bares están llenos, las terrazas no cuentan con sillas libres y muchos prefieren comer y beber en la calle antes de sentarse en cualquier establecimiento. Laura y sus amigos lo tiene claro: «Carnaval es estar en la calle, es comerte un papelón en la calle y beberte una botellita con amigos escuchando algún coro en un tablao».