capital
El aerolito que 'cayó' en Cádiz hace 25 años: «Felipe, sin querer o queriendo, se quedó con media España»
Se cumple un cuarto de siglo de una de las páginas que hacen de la Tacita de Plata algo distinto al resto del mundo
Fueron varios los trozos de hielo que tuvieron protagonismo en apenas una semana en distintos puntos de España y el caso del barrio de La Viña fue tratado por Jesús Quintero en el programa 'El Vagamundo'
La noticia, que se confirmaría como falsa en unos tiempos en los que las redes sociales aún no tenían tanta repercusión ni fuerza como hoy día, se extendió como la pólvora: un aerolito había caído en el barrio de La Viña de Cádiz.
Corría el 16 de enero de 2000 y este jueves 16 de enero de 2025 se cumple un cuarto de siglo de una de las páginas que hacen de la Tacita de Plata algo distinto al resto del mundo.
Toca recordar la historia, aunque los hechos son de sobra conocidos para los más viejos del lugar. El 8 de enero de 2000, un bloque de hielo de origen desconocido cayó en Soria. Dos días después, un vecino de Tocina (Sevilla) tomaba tranquilamente un café cuando otro fragmento cayó sobre el capó de su coche.
El día 12 se repitió el fenómeno en l'Alcúdia, concretamente en una nave industrial de la empresa Viferma. Se apuntaba: «Sus trabajadores estaban acostumbrados a los ruidos, pero uno muy inusual provino de una uralita. Era un pedazo de hielo que se precipitó desde el cielo y tras atravesar cuatro planchas de este material se golpeó contra una viga en el interior de la fábrica». También se registraron episodios similares en Elche, Enguera, Xilxes, Huelva, Algemesí, La Unión... Y, como no podía ser de otra manera, en Cádiz.
La prensa y la televisión de la época se volcaron de lleno con el fenómeno y la ciudadanía en algunos lugares se vio inmersa en una psicosis colectiva ante el temor de estar expuestos al impacto de más bloques de hielo. En el conjunto de España, en apenas dos semanas se documentaron 50 casos, aunque muchos resultaron ser un fraude.
El particular caso de Cádiz fue tratado por el tristemente desaparecido Jesús Quintero en el programa 'El Vagamundo' con el protagonista de esa página que hace de la Tacita de Plata algo distinto al resto del mundo: el también tristemente desaparecido Felipe Martín, propietario del histórico restaurante Ca´Felipe.
Esta fue la magistral presentación de Jesús Quintero: «Es gaditano, es carnavalero, es corista, y es dueño de Casa Felipe. Con estos antecedentes, es imposible negar que le gusta el cachondeo y que es un guasón. Hace unos días, aprovechando la psicosis de los aerolitos, Felipe, sin querer o queriendo, se quedó con media España».
Y luego llegaron preguntas a las respuestas para dilucidar de una manera única qué había pasado realmente en La Viña ese 16 de enero del año 2000.
«Yo me creí que era Anelka. Lo sacaron todos los medios nacionales», destaca Felipe Martín, que aseguró a Jesús Quintero que no lo hizo con la intención de que pareciera uno de esos aerolitos que tanto dieron que hablar...
El asunto del famoso aerolito no pasó desapercibido en el Carnaval de Cádiz de ese año 2000. Y Juan Carlos Aragón, quién si no, y hay que escribir por tercera vez tristemente desaparecido, le dedicó un cuplé de su chirigota 'Flamenkito Apaleao'.
Esta es la letra del cuplé:
«El año de Los yesterday
La cosa fue tan increíble
Que provocamos las envidias y los celos más terribles
Tú fíjate como seria
Que dijo Dios desde los cielos
¿Quién coño son Los yesterdays
Y quien carajo es el Carmelo?
Y como Dios es muy celoso
Y encima ahora le ha dado por los cubatas
Y se pone muy patoso
El otro dia morao
Se asomó por una esquinita del cielo
Y vio que por la calle de La Palma
Iba el célebre Carmelo
Se mosqueo, se bebió el cubata
Y le tiro el hielo«
Los aerolitos y el CSIC
El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) anunciaba el jueves 20 de enero de 2000 que no recogería más bloques de hielo, supuestamente caídos del cielo, para centrar sus esfuerzos en el análisis del fenómeno. En esos días se habían producido cinco nuevos casos en Valencia, Ibiza, Huesca y Granada, al tiempo que se comprobaba la falsedad de otros tres, no sólo el del barrio de La Viña de Cádiz.
Fuentes de este organismo oficial de investigación, que coordinaba la comisión multidisciplinar que estudiaba la composición y origen de los más de 30 bloques de hielo aparecidos por toda España, informaban de que no se recogerían más piezas, aunque se pide que se conserven en un congelador protegidos por dos bolsas de plástico.
Los científicos aseguraban trabajar «a marchas forzadas» y se apuntaba que cuando se obtuviesen las conclusiones se tomaría una decisión sobre los bloques hallados en las últimas horas.
En concreto, el CSIC informaba de que el bloque hallado por cinco mujeres en Manresa era «agua del grifo», según determinaron los análisis del laboratorio municipal. Respecto a Cádiz, se apuntaba que el dueño del mesón 'Ca' Felipe informaba de que el bloque de hielo que encontró un transeúnte el domingo en una calle del barrio de La Viña procedía de su nevera, que estuvo limpiando el sábado por la noche.
Además, la Subdelegación del Gobierno en León detallaba que una de las tres piezas recogidas en la provincia, hallada en la carretera Nacional 120, era un bloque de nieve helada y no sería enviado al CSIC.
Aunque se comenzaron a desvelar casos falsos, el CSIC recibía por esos entonces hasta 15 llamadas en el teléfono habilitado por este organismo con motivo del desconcertante fenómeno, y en el que se informaba, sobre todo a ayuntamientos y policías locales, de los pasos a seguir para conservar las piezas.
Los científicos seguían barajando hipótesis sobre la procedencia de los aerolitos que se habían precipitado sobre nuestro país. Un miembro del grupo de investigadores del CSIC, el catedrático Fernando López, sentenciaba que el hielo se había formado en las atmósfera, por lo que origen cósmico estaba casi descartado.
El profesor López explicaba que ya se había realizado la planificación del estudio y que en esos momentos se encontraba en la fase analítica, añadiendo que el análisis era tecnológicamente muy difícil, porque al ser hielo, las muestras presentaban una mineralización muy pequeña, lo que se añadía al problema de la fundición. «Las muestras recogidas son muy irregulares, ya que presentan tamaños y formas muy diversas, y para cada tipo análisis químico e isotópico se requiere una muestra nueva», apuntaba.
En contra de un origen cósmico
Para López, la hipótesis menos probable era que estos bloques de hielo tuvieran un origen cósmico o extraterrestre, ya que el hielo se había formado en la atmósfera. No obstante, en el caso de que los aerolitos no fueran un fraude, y se tratase de objetos congelados en la alta atmósfera, el equipo investigador, compuesto por más de 16 personas, pasaría al análisis de texturas y de microorganismos, añadía.
«Deseamos que las bolas de hielo sean una realidad, porque se trataría de un reto científico», reconocía López. Los estudios se efectuaban en España, aunque el Instituto de Meteorología se puso en contacto con los centros homólogos de Portugal, Marruecos y Francia, por si se encontraban objetos similares a los de España.
Rápidamente se acuñó el término 'aerolito', aunque las investigaciones científicas lo descartaron. Y todavía hoy, medio siglo después, son muchas las preguntas que genera la extraña caída de fragmentos de hielo a inicios del año 2000 en varios puntos del territorio español, entre ellos Cádiz.
Ver comentarios