ACTIVIDAD ECONÓMICA
Cádiz sigue en el fondo de la economía sumergida
Uno de cada cuatro euros que se mueve en la provincia es dinero negro
La picaresca supera ya el 25% del PIB gaditano
El último informe sobre su evolución coloca a España como tercer país de Europa, por detrás de Grecia, en facturas sin IVA

Uno de cada cuatro euros que se mueve en nuestra provincia lo hace en la economía sumergida. El dinero negro va a más en Cádiz. La idiosincrasia gaditana favorece en cierto modo la picaresca de eludir el IVA o el pago sin la factura correspondiente. La patronal gaditana sostiene que el 24,7% del PIB gaditano está en negro, lo que supone más de 1.500 millones de euros fuera de control. En su momento, los técnicos de Hacienda, integrados en Gestha, destacaron que esa cifra se quedaba corta, «muy corta», ya que Cádiz tiene un sector inmobiliario muy proclive a la economía sumergida. Los alquileres de verano en la costa tienen mucha culpa de ese dinero que escapa al control del fisco.
Las cifras de la economía sumergida cobran especial importancia en estos momentos debido al último informe publicado por el Centro para la Investigación Económica y sobre Políticas (CEPR), en el que destaca que España es el tercer país de Europa con mayor peso en economía sumergida por detrás de Grecia.
La patronal gaditana realizó en su día campañas contra el fraude advirtiendo que la economía sumergida es un problema social que depende de nosotros mismos. No le falta razón a la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC). La solución está en nuestra capacidad de decisión. Por ello, la pregunta «¿con factura o sin factura?» no debe existir. Esta situación resta competitividad y, según los empresarios, «nos hace más débiles». Uno de los puntos de la provincia que más dinero negro mueve es el Campo de Gibraltar, en este caso debido al negocio del narcotráfico.
No obstante, sectores que encabezan en Cádiz la picaresca de la economía sumergida son los talleres de coches, las empleadas de hogar y las pymes o autónomos dedicados al servicio de albañilería, fontanería y pintura.
Aunque es prácticamente imposible realizar una medición precisa, el escaso número de estimaciones existentes sugiere que la economía sumergida es elevada, con una media de un 17% del PIB en las economías avanzadas y de un 33% en las economías en desarrollo y los mercados emergentes. De acuerdo con el estudio, España se situaría por encima de esa media del 17% que registran las economías avanzadas, con un 24% del PIB, solo superada, a nivel europeo, por Grecia (36%) e Italia (31%). En el extremo contrario, con niveles inferiores al 10%, se sitúan Austria (0,9%), Dinamarca (0,9%), Estonia (0,8%), Eslovenia (0,7%), Suecia (0,6%) y Bélgica (0,5%).
Talleres de coches, empleadas de hogar y pymes de servicio de albañilería, pintura y fontanería se llevan la palma
Para los autores del informe Francesco Pappadà y Kenneth Rogoff, es «llamativo» que los economistas hayan prestado tan poca atención a la economía sumergida cuando claramente parece ser una parte tan grande y variable de la actividad económica global. «La economía sumergida ha seguido siendo un gran punto ciego para la política macroeconómica y financiera, y no debería seguir relegada a los márgenes de la investigación económica», han remarcado los autores en el estudio.
Los métodos anteriores de los economistas para medir la economía sumergida se basaban en aproximaciones indirectas, como la circulación de efectivo o el consumo de electricidad, o en inferencias basadas en modelos macroeconómicos muy estructurados. Sin embargo, en este análisis se presenta un nuevo enfoque algorítmico y fácilmente actualizable para estimar la actividad informal en Europa, cruzando datos del IVA y encuestas de consumo.
El dinero en efectivo es esencial para entender la evolución en este campo, puesto que es la forma principal de las transacciones opacas. A grandes rasgos, se puede hacer una estimación del dinero negro al restarle al efectivo que se genera en la economía reglada que hay en la provincia el dinero en metálico que se demandaría en caso de no haber impuestos y por tanto no existir incentivos para operar en la sombra.
Gracias a esos cálculos, se puede saber que el nivel de opacidad ha bajado drásticamente en los últimos 15 años, ya que en 2007 se tocó techo. En ese periodo, que incluye momentos de crisis económica, todo ese dinero supuso el 33,5% del PIB oficial de la provincia, más de un tercio del global, mientras que la media de España estaba en torno al 20%. Pese a la mejoría en los últimos años, esa cifra alcanza ahora el 24% del PIB de Cádiz.
Picaresca nacional
Medir la economía sumergida es una de las labores más controvertidas en la literatura económica. Entre otras razones, porque el volumen depende de la metodología utilizada. Hay, sin embargo, un consenso entre los especialistas, independientemente del método empleado: España se sitúa entre los países europeos con mayor nivel de economía sumergida y en una posición destacada entre los países avanzados.
Se calcula que el volumen de dinero efectivo destinado a realizar transacciones en la economía sumergida alcanzó su máximo histórico en el 2007 en Cádiz, en el que se empleó una cantidad de dinero para transacciones opacas de 806 millones de euros. Posteriormente esta cifra se ha reducido drásticamente, de modo que en 2020 el total de dinero efectivo en circulación destinado a transacciones ocultas en la provincia de Cádiz se situó en 75.8 millones de euros.
La estimación base indica que el peso promedio de la economía sumergida en la provincia de Cádiz en el perído 1986-2020 fue del 33,5% del PIB. Para el año 2020, el resultado fue de un 16.8% del PIB. Este hallazgo, junto con el hecho de que el patrón temporal descrito es de U invertida (con un máximo en los 90), está en línea con los resultados previos de la literatura para el caso de Andalucía y España. Una cifra del 33,5% en Cadiz implica un nivel de informalidad muy elevado y por encima de la media nacional, que para el mismo período se estimaba en el entorno del 20-21%. Este resultado es sensible a la utilización de diferentes indicadores de presión social y de la velocidad del dinero en circulación. Tener en cuenta la incertidumbre en el proceso de medición arroja un valor mas elevado para el año 2020, del 19,6% del PIB. Un problema del enfoque de efectivo es que existe un componente de la masa monetaria o dinero electrónico que se utiliza para llevar a cabo actividades sumergidas. Para tener en cuenta el cambio estructural en la tecnología de pagos y las mutaciones en la naturaleza de las actividades del sector oculto (nuevos negocios online, softwares de contabilidad doble, el auge de las criptomonedas, etc.) se ha extendido el enfoque clásico de demanda efectivo.