Cádiz
En Cádiz, unas navidades de fiesta y seguridad
A raíz del grave incendio en la discoteca de Murcia con trece fallecidos, la administración está encima de los locales de ocio gaditanos para comprobar que cumplen con todas las medidas de seguridad
Las fiestas navideñas son días de celebraciones. En estas semanas los gaditanos disfrutan de las comidas de empresa, jornadas que empiezan a la salida del trabajo y que se prolongan hasta altas horas de la madrugada. Son días de reencuentros, de muchas comidas y cenas, con amigos, compañeros de trabajo y familiares. En cualquier fin de semana encontrar una mesa libre en una terraza es prácticamente una misión imposible. En Navidad (casi) nadie quiere quedarse en casa. Pasear por el paseo marítimo de Cádiz un sábado o un domingo a las cinco de la tarde es apreciar como los restaurantes, bares y pubs están a rebosar, y aún no han llegado los días en los que a priori se sale más e, el 23 y 24 de diciembre, el 31 de diciembre y el 6 de enero.
Los locales de restauración buscan tener su mes de agosto en pleno invierno, y no todos los gerentes cumplen las normas. En Sevilla en los últimos días varias discotecas fueron cerradas por la Policía Local debido a que se sobrepasaba el aforo. Por ejemplo, el local Maquiavelo superaba el 73% del aforo. Cabe recordar que en octubre hasta trece personas fallecían en un incendio que afectó a tres discotecas de Murcia, y recientemente se conocía que una de las salidas de emergencia de una de estas tres salas estaba completamente bloqueada ya que estaba cerrada por fuera con dos candados que impedían su uso.
En Cádiz, diversión y seguridad
En la ciudad de Cádiz la Policía Local suele hacer controles rutinarios y los diferentes pubs y discotecas reciben regularmente inspecciones en las que se analiza si cumplen con todas las medidas de seguridad, y en caso de que no fuese así, se prohíbe su apertura hasta que no sea un local completamente seguro recibiendo una nueva inspección en la que se comprueban si todas las deficiencias han sido subsanadas.
Manuel Veiga es uno de los socios de la Posada De Babylonia, una de las discotecas más populares de la capital gaditana y en la que se concentran muchos jóvenes todos los fines de semana, y ahora en plenas festividades navideñas, casi a diario.
En el caso de este local «hay una empresa contratada que nos hace el mantenimiento» de los elementos relacionados con la seguridad como «son los extintores o comprobar las salidas de emergencia» y «comprobar que todo está bien».
Además, cuenta que «la Policía Local viene regularmente y comprueban de que todo esté en orden» y «nos piden el seguro», y analizan que tanto «los extintores y las salidas de emergencia están bien».
En relación al aforo, cuenta que «se contabilizan en relación al número de entradas que vendemos».
«El local tiene un aforo, que creo que son 280 personas, y cuando se alcanza ese aforo ya no se deja entrar a nadie más», cuenta, y agrega que «nosotros vendemos algunas veces entradas anticipadas y el resto en puerta», entonces «lo que hacemos es tener un talonario con las entradas que podemos vender, y cuando se acaba el talonario, ya no se vende más».
Las medidas de seguridad que deben tener las discotecas
Para preservar la seguridad de los asistentes, las discotecas y pubs deben cumplir con una serie de medidas de seguridad. Desde el grave incendio de Murcia, las comunidades autónomas, que son quienes tienen la competencia están muy encimas de los locales de ocio, aunque después sea la Policía Local quien actúe de manera puntual.
Por un lado, las salas deben estar divididas en sectores para que el fuego no se extienda a todo el local y que los materiales decorativos y los que conforman la estructura de la propia discoteca deben ser ignífugos, es decir, que no se inflame ni que propague el fuego, así como contar con extintores y salidas de emergencia visibles y en pleno funcionamiento. Además, se deben tener un número mínimo de vigilantes de seguridad en función del aforo que tenga el local.
Los gaditanos, a mayor edad van menos a los cotillones
Si hay una fiesta típica en estas fechas son los cotillones del 31 de diciembre. Celebraciones en la que se paga un precio determinado para acceder a una discoteca en la que hay barra libre y es habitual que se regale una bolsa con artículos de fiesta para disfrazarte, tales como pelucas, gafas de plástico, antifaces o gorros, entre otros.
No obstante, como todo en esta vida, los gustos varían en función de la persona, pero en este caso van muy orientados en función de la edad principalmente. Alba tiene 19 años y va a ir a un cotillón con sus amigas en San Fernando. «Compramos las entradas hace tres semanas más o menos».
«Conocemos a mucha gente que va y creo que nos lo vamos a pasar muy bien», señala, y afirma que «¿cómo no vamos a salir en Nochevieja? Mis amigas y yo ya tenemos la ropa comprada», y apunta a que «para Nochebuena también tenemos comprada la entrada para una discoteca en Cádiz».
Distinta es la opinión de Rubén, que a sus 33 años tiene claro que «yo por la noche ya no salgo ni el día 24 ni el 31, lo tengo claro». En su caso «yo prefiero salir por la tarde con mis amigos, quedamos para tapear y después nos tomamos nuestras copas y a las siete y media de la tarde más o menos volvemos a casa a cenar con la familia».
«Al final si sales de noche es llevarte toda la noche recibiendo empujones, golpes, agobiado buscando un sitio dónde poder estar tranquilo y son días en los que sale todo el mundo», señala, por lo que «mis amigos y yo salimos por el día y la noche en casa».
En la misma línea se mueve Manuel, de 32 años. «Cuando tenía dieciocho o diecinueve años sí salía en Nochebuena y Nochevieja, pero ahora ya no lo aguanto», porque «prefiero salir por la tarde tempranito». Además «por la noche siento que ya no pego mucho, que todos son chavales con cinco o seis años menos que yo».
