Cádiz a la espera de más medusas este verano
Las altas temperaturas y la ausencia de depredadores hacen pensar a los expertos que aumentará la presencia de esta especie a partir del mes de agosto
«Son un fenómeno natural a finales de verano. El ciclo de la medusa hace que aumente la población a lo largo de la temporada estival, alcanzando el pico entre agosto y septiembre», explica el biólogo y profesor de San Fernando Salvador Belizón.
Las medusas, que cada año pican a bañistas en aguas de Cádiz, están abocadas irremediablemente a volver a las costas. Y es que, como señala este biólogo, se está produciendo un aumento de poblaciones de medusas tanto en el océano Atlántico como en el mar Mediterráneo. Este hecho puede estar relacionado con el aumento de la temperatura del agua, pero también con otros factores «como la ausencia de depredadores. Entre los que están el atún y la tortuga marina», dice Belizón.
Hace unos días, en una red social uno de los usuarios le preguntaba al biólogo isleño por una medusa encontrada en la playa de La Calita, en El Puerto. «Creo que no tengo dudas, es una Cotylorhiza tuberculata, también llamada medusa huevo frito», respondía Salvador. Y muchos que no habíamos oído hablar nunca de esta especie, nos preguntábamos si era nueva por las aguas gaditanas. «Es una de las especies propias de aquí, no es invasora», contesta el biólogo.
Hola gentes! Me preguntan sobre la identificación de una medusa 👇, (Cádiz) . Estoy casi convencido de que es una Cotylorhiza tuberculata,
— Salvador Belizón (@SrBelizon) July 26, 2022
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La medusa huevo frito, ¿cómo es?
La medusa huevo frito es común y muy abundante, sobre todo, en el Mediterráneo y el Mar Menor, tanto en la costa como en aguas abiertas. Su sombrilla, aplanada, marrón amarillento con cierto grado de verde en función de las algas simbiontes que viven en su interior, y con una destacada protuberancia central pardo anaranjada, es muy característica. Tiene un diámetro de entre 20 y 35 centímetros y ocho brazos orales cubiertos de apéndices a modo de pequeños tentáculos con el extremo en forma de botón blanco o azulado. Su peligrosidad es baja y la capacidad urticante de sus tentáculos muy pequeña, así que cuando pica no pasa de irritación de la piel y pico, a no ser que haya alergia, por supuesto.
El biólogo dice que, aunque no se considera especialista en la materia, tanto la falta de depredadores como el aumento de la temperatura del agua le hace prever que es probable que en los próximos meses haya más medusas en las playas de Cádiz de las que ya hubo el año pasado.
¿Hay riesgo de que el levante acerque medusas a las playas de la provincia de Cádiz?
Los fuertes vientos favorecen una posible llegada de estos animales marinos a las costas
En 2021 fue especialmente relevante la llegada de medusas gigantes, Rhizostoma luteum, a nuestras costas. Algo que Belizón relaciona directamente con la mencionada disminución de depredadores naturales de estas especies de medusas. Estas medusas gigantes, que llegan a alcanzar los 12 kilos de peso, aparecieron en las playas de Cádiz, Barbate, Chiclana , San Fernando, El Puerto, Zahara, El Palmar, Conil o Sanlúcar e incluso obligaron a prohibir el baño en varias ocasiones. Son típicas de esta zona y su picadura no es peligrosa. Además, no pican a no ser que se toque sus tentáculos.
Y en 2019 varias playas de Cádiz tuvieron que poner bandera amarilla por la presencia de carabelas portuguesas o Physalia physalis , con la que sí hay que tener especial cuidado, ya que según el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, su peligrosidad es muy elevada y el «contacto con sus tentáculos puede tener consecuencias muy graves para las personas». Su potente veneno con «propiedades neurotóxicas, citotóxicas y cardiotóxicas pueden llegar a producir en algunas situaciones un shock neurógeno provocado por el intensísimo dolor, con el consiguiente peligro de ahogamiento. En cualquier caso puede producir quemazón y dolor vivo, y laceraciones en la piel como consecuencia del intimo contacto con los tentáculos que se enredan y adhieren en el intento de desembarazarse de ellos». Sus tentáculos pueden alcanzar los 20 metros de longitud o incluso más y es típica de las aguas templadas del Atlántico.
