Provincia

El bronco estilo de Ruiz Boix incomoda a los suyos y 'agrada' a sus oponentes

Política

El secretario general del PSOE de Cádiz continúa elevando el tono en sus intervenciones ante la prensa y algunos compañeros dudan ya de la eficacia de su estrategia

Ruiz Boix llama a «emprender una oposición radical y sin cuartel» contra el PP

Ruiz Boix pide a la militancia que «defienda con orgullo el legado de Manuel Chaves» y los gobiernos del PSOE

Juan Carlos Ruiz Boix, el pasado lunes en la sede provincial del PSOE. L. V.
Álvaro Mogollo

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Juan Carlos Ruiz Boix, secretario general del PSOE gaditano, es una de las figuras más batalladoras de la política andaluza. Su ruda forma de entender la vida pública hace tiempo que es notoria, llamando la atención su gusto por entrar al cuerpo a cuerpo.

En sus habituales convocatorias de prensa de los lunes, suele lanzar duros dardos al Partido Popular, principal oponente de su formación, como ha hecho en muchas ocasiones por los acuerdos suscritos con Vox en algunas comunidades autónomas y que asegura que quieren replicar en otros territorios y a nivel nacional.

El Gobierno de la Junta de Andalucía suele ser objeto de ácida crítica del también alcalde de San Roque, afirmando que la gestión de la sanidad autonómica es nefasta y que, de forma solapada, el teórico colapso busca dar paso a la privatización del modelo.

También se ha mostrado muy áspero con la Diputación, administración de la que fue presidente hasta hace apenas un año. Al gobierno que preside Almudena Martínez le acusa de haber suprimido los planes de empleo y de tener un trato de favor con los municipios en los que el PP está en la alcaldía. Sus intervenciones en los plenos provinciales hasta que delegó las funciones de la portavocía socialista han sido siempre muy mordaces.

La Línea 100x100, formación localista que lidera el alcalde Juan Franco y que fue la mano derecha del PSOE en el anterior mandato provincial, ha recibido igualmente varios 'palitos' de Ruiz Boix, que aseguró que los dirigentes linenses traicionaron su confianza y el compromiso de reeditar el gobierno de la Diputación.

Arremetió además contra el PP de San Roque, indicando que estaba detrás de una información publicada por El Español que vinculaba al comisionista Víctor de Aldama, una de las figuras relevantes del caso Koldo, con dos concesiones del consistorio sanroqueño, algo que el regidor sostiene que siguió todos los preceptos establecidos por la ley.

A principios de mes pasó al ataque tras las resoluciones del Tribunal Constitucional que han terminado con la excarcelación de los principales cargos socialistas en prisión por el caso de los ERE, acusando al PP de poner en marcha hace tres lustros «una maquinaria de descrédito, bulos y mentiras en torno a los ERE, similar a la que se orquestó en los años 90 entre José María Aznar y diversos medios de comunicación para tumbar al Gobierno de Felipe González».

Y esta misma semana, en la que el Centro de Estudios Andaluces ha publicado un barómetro cuyos sondeos apuntan a una nueva mayoría absoluta de Juanma Moreno en caso de celebrarse nuevas elecciones, el secretario general gaditano ha llamado a «emprender una oposición radical y sin cuartel, librando todas las batallas para desenmascarar al PP». Sostiene que el gobierno de Juanma Moreno acumula incumplimientos en materia de sanidad, educación o dependencia, por lo que ha invitado a pronunciarse de forma enérgica en las calles.

Discrepancias internas

Las formas de Ruiz Boix, al que algunos consideran una suerte de Óscar Puente gaditano, no terminan de gustar entre sus propios compañeros de partido. Muchos son los socialistas que estiman más adecuado un tono más moderado y edificante en un partido no muy dado históricamente a este histrionismo.

En el partido hay voces que siguen prefiriendo la cercanía y los modos de la expresidenta de la Diputación Irene García, que utilizaba la vía de la dureza en ocasiones contadas y de forma excepcional. Aunque son pocos los que abogan por decirlo públicamente, tras un ciclo electoral completo de derrotas a nivel provincial en municipales, autonómicas, generales y europeas, creen que es momento de dar una vuelta a la estrategia en vista del éxito obtenido.

La 'rebelión' en la agrupación de Jerez, en la que dimitieron prácticamente la mitad de los miembros de la ejecutiva local, puede ser una muestra de ello. El desgaste en la ciudad más grande de la provincia era ya importante, pero el salto a la política nacional de Mamen Sánchez y el propio Ruiz Boix, después de que el PSOE pasara de sacar 52.000 votos de diferencia al PP en las municipales de 2019 en toda la provincia a perder por 15.000 el año pasado, no sentó nada bien y es, de momento, una herida que no ha sanado.

El PP, 'encantado'

«En la provincia dedican gran parte de su tiempo muchos lunes prácticamente a insultarnos», decía Bruno García sobre el PSOE tras valorar los resultados de las elecciones europeas. El presidente provincial de los populares aseguró que la deriva de su oponente político es lo que ha habría llevado a los socialistas a ser segunda fuerza por primera vez en la historia en esos comicios.

A su juicio, el actual modelo del PSOE «se dedica más a generar distancia, dividir, segmentar, poner muros, enfangar e incluso a insultar», expresó. Pero a la vista de los resultados obtenidos, aseguró que no le molesta que sigan por el mismo camino: «A nosotros nos va bien así», la verdad.

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