SOCIEDAD
Un británico compra una casa en Cádiz y se entera después que comparte cocina con otra familia
El reconocido periódico 'Daily Mail' publica un reportaje sobre Steven Najda, que se hace con la propiedad de Casa Palacio del Conde del Águila, en Arcos, y se ha encontrado con esta situación
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Arcos de la Frontera, en foto de archivo.
El reconocido periódico 'Daily Mail' recoge en un reportaje la experiencia de un británico que explica que después de hacer la compra de una casa en la localidad de Arcos, «comenzaron a aparecer extraños en su cocina».
Pues bien, se trata de Steven Najda, un británico de 67 años que soñaba con tener un hogar en la provincia de Cádiz. Es la Casa del Conde del Águila, situada en el corazón de esta localidad gaditana. Como bien se recoge en el medio de comunicación, Najda vio un cartel de 'Se vende' y no se pensó mucho. Compró la mitad de la planta baja por 135.000 euros. Pero lo que no sabía es que compartiría cocina...
«Todo empezó una mañana cuando una desconocida apareció con su perro. Cuando le pregunté qué estaba haciendo, me enteré de que había dos puertas que conducían directamente desde otras casas a mi cocina», relata Steven en 'Daily Mail'.
El británico asegura que lo habló con su abogado, pero resultó que no tenía razón. «Fue completamente devastador, la compré pensando que sería la base para una nueva vida en España, pero ahora apenas vengo porque no quiero vivir bajo la amenaza de que gente al azar se siente en mi cocina».
Revisar las escrituras una vez que al casa está comprada
Najda insiste en que pidió específicamente al vendedor, a su abogado e incluso al notario municipal que revisaran las escrituras para asegurarse de que la cocina era suya.
El problema se centra en que ambos vecinos tienen «derechos de acceso y llaves para entrar. A pesar de que ambos tienen sus propias cocinas, ninguno ha cedido sus derechos», confirma.
Una situación que ha generado mucha polémica entre estos vecinos. Pues también perdió todas las plantas y un sistema de riego que había instalado en el patio comunitario. Y luego un vecino conectó ilegalmente una tubería a su agua, desviando su suministro.
«Me estaba recuperando de un derrame cerebral cuando todo esto ocurrió», continuó. Me ha afectado mucho, tanto financiera como mentalmente», concluye.
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