PROVINCIA
El 'boom' de las camper y autocaravanas sacude el litoral gaditano entre críticas y negocios de éxito
La pernoctación libre continúa disgustando a vecinos y autoridades mientras los aparcamientos con licencia proliferan como espacios necesarios para acoger a este tipo de turistas
«De hotel solo he estado una vez y no quiero ir más porque al segundo día siempre es lo mismo. Y después lo que te cuesta… Con 980 euros yo me paso un mes entero en mi furgo comiendo todos los días en el bar». Así de contundente se muestra Juan Antonio Zambrano, vecino de Los Palacios y Villafranca, al comparar unas vacaciones convencionales de hotel con su estilo de vida desde hace ya siete años: la vida en furgoneta camperizada.
El turismo de 'camper' —como se nombra a este tipo de vehículos en el mundillo—, caravanas y autocaravanas (sector caravaning) suma cada vez más adeptos y lleva varios años viviendo un 'boom' que ha sacudido al litoral gaditano a base de un doble rasero. Por un lado, cada vez hay más zonas acondicionadas con electricidad, depósito de aguas residuales (aguas grises, que incluyen el orín y el agua utilizada en duchas y fregaderos; y aguas negras, que incluyen aguas fecales) y seguridad, lo que se ha convertido en una fórmula de negocio de éxito creando espacios donde los turistas pueden convivir respetuosamente con el entorno. En el frente opuesto subyace la crítica a quiénes aparcan sus camper y autocaravanas de forma libre, algo que, en ocasiones, implica actitudes que distan de respetar a los vecinos aledaños y el medio ambiente que los rodea.
El portal estadístico Statista registra en un informe de 2022 en el que confirma »que en España se estima que había a finales de ese año unas 235.750 caravanas, más de 78.100 autocaravanas y 17.825 campers». Cifras que no han dejado de crecer: en abril de 2024 626 autocaravanas y campers nuevos, un aumento del 39,4% respecto al mismo mes de 2023. También aumentaron las matriculaciones de caravanas nuevas, pasando de 121 en abril de 2023 a 134 en abril de 2024, como corroboran los datos de la Asociación Española de la Industria y Comercio del Caravaning (Aseicar). Según la Guía práctica especializada de la Junta de Andalucía, existen 24 áreas de pernocta en la comunidad de las cuales dos están en Cádiz (Área Caños de Meca, 60 plazas; y Camper Park Sanlúcar, 70 plazas). Aunque la información disponible no parece estar actualizada ya que tan solo en El Palmar hay tres aparcamientos que actualmente cuentan con todos los permisos indispensables para pernoctar.
Dolores de Melo, Delegada Especial para el Desarrollo de El Palmar: «Hay un problema importante con este tema»
La zona de mayor capacidad en esta playa es El Palmar Beach Caravan Area, donde disponen de un total de 158 parcelas. «Abrimos en 2022 y cada vez mejoran las cifras, tanto de invierno como de verano, del año anterior. Y también cada vez hay más turismo que viene y se queja de la falta de más zonas como esta», revela Marisa Gómez, empleada. Junto a ella completan la plantilla un total de 16 trabajadores, entre oficina, mantenimiento, limpieza y vigilancia de seguridad. Una creación de empleo que se reduce en temporada invernal a siete personas, cuando anochece antes y el aparcamiento cierra más temprano. A una media de veinte euros por noche y vehículo, tan solo en los meses de mayo —ya que llevan con el cartel de 'completo' desde el puente del Día del Trabajador—, junio, julio y agosto estaría generando 379.200 euros. Cantidad a la que habría que restar los gastos de suministros, deshecho de aguas residuales, sueldos y seguridad social de los empleados, etc.
El perfil de usuarios en temporada baja suele ser un público de alto nivel adquisitivo en el que predominan surferos, familias jóvenes y jubilados; mientras que en temporada alta se disparan las familias de clase media con hijos. ¿Y qué ventajas tiene pagar por pernoctar en este tipo de áreas? «Frente a la acampada libre es necesario por varios motivos. El primero es la seguridad: tienes un sitio vigilado con guarda en el que puedes dormir tranquilamente. Yo, por ejemplo como mujer, estaría más cómoda sabiendo eso. Disponemos de electricidad para los usuarios. Y por último y súper importante el tema de las aguas grises y negras: aquí pueden desecharlas de forma legal», matiza Marisa, quien denuncia haber sufrido «siendo vecina de El Palmar» como unos turistas en furgoneta «vaciaban sus aguas grises en la puerta de casa».
Esta es una de las críticas que comparte Dolores de Melo, Teniente de Alcalde del Ayuntamiento de Vejer y Delegada Especial para el Desarrollo de El Palmar. «Me parece bien el auge de este turismo y de las zonas de aparcamiento que se están implementando porque hacerlo de forma descontrolada genera una imagen muy fea». La concejala se refiere a quienes pernoctan de forma libre, mostrando una especial preocupación por las furgonetas camperizadas. «No lo podemos permitir porque aparcan en cualquier sitio, se genera mucha basura y no tienen zonas acondicionadas para ducharse y hacer su vida, lo que implica que estas personas hagan sus necesidades en una esquina», detalla. Pese a hablar de un perfil de personas «bastante sensatas» reconoce que actualmente «hay un problema importante». Y es que este tipo de vehículo es «el único del sector caravaning que incrementó sus ventas en 2023, matriculándose un 20,8% más que en 2022 (2.756 unidades)», según asegura un informe del portal especializado Neomotor.
Amantes de la libertad
Francisco Losada tiene 51 años y está pasando varios días en la zona. Viene huyendo del calor de su Córdoba natal, y hace un año y medio decidió invertir en una furgoneta y camperizarla. «Los tres últimos años los alquileres de 'camper' han subido muchísimo y quería tener algo mío para no depender de nada», explica.
Como principal ventaja destaca la libertad que le concede. «Hoy estamos aquí, pero si mañana hace mal tiempo, podemos movernos e ir a donde queramos. Barato no es, pero la libertad que te da merece la pena», asegura. Frente a las críticas, admite intentar «no molestar a los vecinos y gestionar los residuos debidamente», pero insiste en que «mucha gente no lo hace así».
Francisco Losada, usuario de furgoneta: «Me multan a mí, que hago las cosas bien»
Francisco aprovecha para visibilizar los inconvenientes. «En El Palmar estamos siempre asustados porque te pueden multar y no tienes muy claro donde sí puedes parar. Yo entiendo que no molesto a nadie, no provoco daños, no ensucio… Pero voy siempre con ese miedo», lamenta.
«El otro día me multaron, supuestamente. Mi vecino de la furgoneta de al lado me dijo que habían fotografiado su furgoneta y la mía, que los dos las tenemos homologadas, y sin embargo había otras diez que no estaban homologadas y ni les molestan, y me multan a mí que hago las cosas bien», denuncia.
Como él, Juan Antonio Zambrano, ya mentado al inicio de este reportaje, quien invirtió 14.000 euros para reformar su Wolkswagen Transporter. La utiliza como vehículo de uso diario para ir a trabajar, lo que no le impide realizar sus «escapadas» cada fin de semana y, sobre todo, sacarle el mayor partido durante las vacaciones. «Es más tranquilo, hago lo que quiero, cuando quiero, como quiero, y me mudo a donde quiera cada vez que quiero… No lo cambio por nada», declara.
Quejas en Los Caños
En Caños de Meca, donde se encuentra otra de las grandes infraestructuras para alojar a este tipo de turistas, los vecinos se quejan de una zona llamada «parking de los surferos», donde puede verse además de furgonetas aparcando libremente, acampada libre en el Parque Natural de La Breña.
«No se puede generalizar, pero dejan mucha suciedad, infinidad de toallitas, colillas, aguas de camper y autocaravanas…», aclara Jorge Lecha, quien insiste en la parte de responsabilidad que concierne al Ayuntamiento de Barbate en lo que a la gestión de las basuras se refiere.
Pese a ser un tipo de turismo en auge que está generando tanto oportunidades de negocio como empleo ofreciendo espacios necesarios para el disfrute de quienes viajan en camper, autocaravana y caravana, la Delegada Especial para el Desarrollo de El Palmar, Dolores de Melo, insiste en recordar que «es necesario el respeto a la naturaleza, que se utilicen estos vehículos en los espacios adecuados y no en el campo para hacer sus necesidades», haciendo un llamamiento «a la educación y a la limpieza» y destacando que «la dehesa y las dunas son espacio natural protegido».