PROVINCIA

El boniato arraiga en Sanlúcar y ya es el mayor productor de Europa

SANLÚCAR

En la última década su consumo se ha multiplicado y ha hecho que este tubérculo sea uno de los mayoritarios en la Algaida y Los Llanos

Recolección de boniatos en Sanlúcar. L.V.

Álvaro Mogollo

Sanlúcar

Algunos estudios sitúan su origen en Centroamérica, otros en Japón, pero en cualquier caso el boniato es un alimento que cada vez se consume más en casi todo el mundo. La pujante demanda de este tubérculo ha hecho que Sanlúcar, con una condiciones excepcionales para su cultivo, se haya convertido en el principal productor y exportador de toda Europa de la también llamada batata.

Bajo en calorías, sin grasa y muy rico en fibras, fue calificado como superalimento debido a los beneficios atribuidos a su consumo. Casi un cuarto de su composición son hidratos de carbono, por lo que se convierte en un alimento muy interesante para quienes practican deporte. Además se recomienda comerlo con la piel, puesto que es antioxidante.

Por todos estos motivos, la demanda del boniato se ha disparado en los últimos años. En Sanlúcar, epicentro de la batata en el viejo continente, es muy habitual comerla asada, como postre o merienda agregando, o no, un poco de azúcar. Sin embargo, su utilización en platos salados es creciente y es como más se suele comer en los países del norte de Europa.

La Sociedad Cooperativa Andaluza Frusana es la entidad que encabeza en números la producción de este preciado ingrediente en dos zonas agrarias muy prósperas de Sanlúcar como son la Algaida y Los Llanos, aunque son muchas las empresas que se dedican a ello. Este año, unas 25.000 toneladas de boniato habrán salido de la arena sanluqueña.

El presidente de Frusana, Juan Manuel Rodríguez Molinares, da una muestra de lo que ha crecido el interés por lo que en algunos países se denomina patata dulce: «La producción ha aumentado un 1.000% en los últimos 10 años». Sin embargo, los guarismos han descendido un 30% en este curso puesto que no ha sido el mejor año.

El auge de este carnoso alimento ha hecho que tuvieran que desplazar a otros cultivos tradicionales de la zona: «Los agricultores de la Algaida y Los Llanos somos muy intensivos y al tener poco espacio, la idea es sacarle la máxima producción posible ya que estos terrenos tienen que estar sembrados los 365 días». El boniato se ha llevado por delante las siembras de la patata tardía e incluso una parte de la zanahoria.

«Se cultiva en verano porque es un producto tropical que necesita altas temperaturas», explica Rodríguez, precisando que comienzan a sembrar durante abril, mayo y principios de junio y recolectan desde agosto hasta el mes de noviembre. Las olas de calor han jugado a favor del boniato: «Es bueno para producirlo, pero este año ha sido pésimo para otros cultivos».

El boniato es exportado a toda Europa. L.V.

En Frusana esperan acabar la temporada de recolección con 17.000 toneladas, una cifra nada desdeñable pero lejos de las 25.000 del año pasado y las 30.000 del anterior. «Luego empezamos con los de importación, con lo que los clientes tienen ya producción prácticamente todo el año entero».

En cuanto a las cifras de comercialización, no está en su mejor momento, como cuenta Filiberto Jiménez, de Mercado Montilla: «Este año empezó bien pero el mercado se vino abajo. Ahora está muy barato porque entra boniato de importación de países como Egipto y esa competencia hace daño al precio. El precio para el agricultor ronda entre los 38 y 40 céntimos».

Además de su uso para cocinar, cada vez se destina mayor porcentaje a procesado, cuentan desde Frusana: «Antes iba fundamentalmente para alimentación infantil, pero ahora hay una gran variedad entre chips, bastones fritos o deshidratado».

Se siembra en arena como la patata, otro producto estrella de Sanlúcar: «El cultivo es parecido y se saca de la arena con una maquina para su posterior recolección a mano», dice Filiberto Jiménez. «Al crecer en arena, y no en tierra, la raíz del tubérculo se desarrolla a la perfección, por lo que el boniato de Sanlúcar tiene mayor calidad y le da un plus de valor», apunta Juan Manuel Rodríguez

El presidente de Frusana explica que su cooperativa abastece a un supermercado muy conocido en España, por lo que tienen una importante implantación también en el mercado nacional. En Europa, los países con los que más trabajan son Alemania, Bélgica y Países Bajos.

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