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El auge del golf en la provincia abre la puerta a un negocio turístico todo el año
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Este deporte es un elemento fundamental en la desestacionalización del turismo
Cádiz es desde hace muchos años un destino de referencia en el mundo del golf. Gente de medio mundo viene hasta la provincia para disfrutar de su deporte preferido en un entorno agradable en el que la temperatura suele acompañar la mayor parte del año.
Muchos negocios dan buena cuenta de esta circunstancia y no solo en los meses en los que es habitual ver gran afluencia de visitantes en la mayoría de localidades, sino también en los meses de temporada baja, ayudando así a desestacionalizar el turismo.
Grandes conocedores de esta materia son Emilio Lustau, director de Sherry Golf Jerez y empresario muy vinculado a este deporte, y Antonio Arcas, director del Observatorio Turístico. Ambos coinciden en destacar la capacidad dinamizadora de este deporte.
«Cádiz es un destino consolidado de golf. Llevamos más de 20 años trabajando en este mercado y lo mejor que puede ofrecer esta tierra es la infraestructura de instalaciones que tiene. Son campos modernos y muy bien hechos, con una dimensiones magníficas. La base es eso», comienza exponiendo Lustau.
«Las instalaciones que tenemos de golf y los hoteles son nuevas y bien conservadas y eso hace que estemos bien posicionados en el mercado del golf. En 1997 se jugó la Ryder Cup en Valderrama y nos puso en el mapa del golf internacional. También competiciones como la Volvo Masters», cuenta Arcas.
La temperatura de esta zona es un factor importante, pero en caso contrario al resto de turistas, no para la temporada de verano, sino para la primavera y el otoño, como expone Emilio: «Durante el verano, un golfista de Alemania o Suecia juega al golf en su país. En esas fechas pueden practicarlo en sus casas y ahí no les interesa venir. Lo interesante para esas personas del norte de Europa o del norte de Estados Unidos o Canadá es venir a sitios en los que hace buen tiempo y pueden practicar su deporte favorito cuando la climatología lo impide en su país».
Esa cuestión es clave para desestacionalizar el turismo y que Cádiz no dependa exclusivamente del flujo turístico de los meses de sol y playa. Lustau es categórico al respecto: «Si no fuera por el golf, muchísimos hoteles de costa no podrían vivir. Estarían cerrados. Incluso algunos campos sin la venida de jugadores extranjeros».
«Las temporadas de octubre, noviembre, febrero, marzo o abril son temporadas altas de extranjeros al cien por cien. Ese es el factor más importante del golf. Los hoteles hace décadas se abrían tres meses en verano. Ahora se pueden abrir ocho o diez meses, nada más que cierran diciembre o enero, y algunos ni eso. Una de las actividades más importantes que tienen es el golf», expone.
La oferta complementaria hace también de Cádiz un destino muy atractivo por su buena gastronomía, la cultura, sus ingentes parajes naturales o la belleza de los pueblos y ciudades que componen la provincia.
Cuando el turismo depende del extranjero en los meses de temporada baja, alta en el caso del golf, las conexiones se presentan como un elemento imprescindible para la viabilidad del sistema turístico: «El mayor problema son las conexiones internacionales. Puedes tener el mejor producto. Y no lo puedes acercar al cliente, tiene que venir el cliente al campo de golf. Pero para eso hay que traerlo y debe ser de forma cómoda, no pegando cinco saltos por cinco aeropuertos europeos y españoles. Porque se buscan un sitio más fácil de ir», dice Emilio Lustau.
«Nos conocen, los turoperadores internacionales saben de nuestros productos, de nuestros hoteles y nuestras infraestructuras, que no están masificadas como otros destinos. Y siempre nos encontramos con la misma pregunta:¿Cómo vamos? Y querer, quieren venir, porque la relación calidad precio es excelente», continúa.
Cuestionado sobre si la solución pasa por potenciar el aeropuerto de Jerez, no las tiene todas consigo: «Creo que lo mejor sería repartir las conexiones entre el aeropuerto de Jerez y el de Sevilla. A veces nos miramos mucho el ombligo y la solución puede venir por la unión. El de Málaga es grande porque no hay ningún otro cerca, aquí tenemos dos a 90 kilómetros pero ni el de Sevilla funciona bien ni el de Jerez».
Aboga por aunar fuerzas para llegar a masas críticas y que se puedan establecer vuelos directos: «Creo que son decisiones más políticas que comerciales, cada institución quiere su Reino de Taifas. Huelva tiene el aeropuerto internacional de Faro a una hora y van allí y cruzan rápidamente a Huelva. Yo al aeropuerto de Jerez lo quiero mucho como jerezano que soy, pero hay que fomentar primero que haya más masa».
¿Hay suficientes campos en la provincia? Antonio Arcas cree que sí: «Se cubren las expectativas y la demanda de los golfistas, con un buen servicio. La prueba más clara es que suelen repetir y la trayectoria de Cádiz ya es larga».
«La ocupación media de campos, salvo en agosto que vienen muchos turistas nacionales, me atrevo a decir que no llega al 50 por ciento. Algunos campos más y otros menos. Pero pienso que la oferta es suficiente», opina Lustau.
Varios campos han venido arrastrando problemas durante años por diversos motivos: «Hay campos que están cerrados o parados como en Arcos, Sanlúcar o El Puerto, por distintas razones. La pandemia dio un último estacazo a problemas que venían produciéndose durante la última década».
Sin embargo, precisamente lapandemia impulsó que se acercaran al golf muchas personas que nunca antes lo habían practicado. La razón es que es un deporte que se juega al aire libre con suficiente distancia entre participantes. Luego el entretenimiento y la mejoría paulatina hacen el resto. El negocio se vio igualmente resentido porque pudieron practicarlo aficionados y jugadores nacionales, pero no pudo venir gente de otros países durante prácticamente dos años.
El perfil del turista que viene a jugar al golf resulta interesante porque su gasto es superior al de otros, confirma Lustau: «Un golfista viene de larga residencia y pasa aquí varios meses o todo el invierno. Gasta en alojamiento, en transporte, en restauración. Sale, hace turismo y gastan. Son clientes muy interesantes para el desarrollo de la provincia».
Antonio Arcas sostiene que la oferta de golf en Cádiz es magnífica, pero no se debe caer en la autocomplacencia porque los mercados son muy competitivos. Complementar dicha oferta con alternativas propias como actividades marítimas es una opción a estudiar: «Hay que buscar siempre novedades. Si no le das cuerda al mercado, se para».
«Entre la inflación y la subida del coste de productos, el turista es sensible al alza de precios, por eso hay quehacer más atractiva la oferta. No me cabe duda que así será porque hay grandes profesionales en la provincia».
Y llegados a este punto, Arcas reclama una mejora de las infraestructuras: «Si vas a Conil, por ejemplo, que tiene unas playas espectaculares, te fijas que tiene el mismo problema que hace 30 años: los accesos. Y van a peor. Es algo que si se arregla, se puede potenciar mucho económicamente».
Una industria que genera 774 millones al año en Cádiz
El pasado mes de febrero, el vicepresidente de la Diputación de Cádiz y responsable del Patronato de Turismo, José María Román presentó el estudio 'Análisis e impacto socioeconómico del segmento de turismo de golf en la provincia de Cádiz'.
Adeitur, la consultora turística que realizó el estudio, analizó los 20 campos de golf de la provincia y sus aportaciones. Según su análisis, el turismo del golf tiene un impacto estimado de 774,2 millones de euros al año, incluyendo el efecto directo, indirecto e inducido, en la economía de Cádiz.
Si únicamente se tuviera en cuenta el impacto económico directo, dicha cifra se quedaría en 389 millones de euros al año en la provincia. Igualmente, crea en torno a un millar de empleos, teniendo en cuenta tanto los directos como los indirectos.
Los principales países emisores de este tipo de visitantes son Reino Unido, Alemania y los países nórdicos (Dinamarca, Noruega, Suecia, Finlandia e Islandia). La demanda de turismo de golf de Cádiz representa el 15% del total de turistas de esta actividad en toda España.
El gasto medio de cada uno de estos turistas roza los122 euros al día –exactamente 121,7 euros-. Si se incluyen a las personas acompañantes, dicho gasto se eleva hasta los 255 euros por día. Esto, teniendo en cuenta que la media de pernoctaciones para estos visitantes ronda las nueve noches por viaje. Otro rasgo significativo para este tipo de turistas es la alta fidelización que siente hacia Cádiz como destino: hay más de un 65% de repeticiones del viaje a la provincia en el turismo del golf.
Entre los motivos esenciales para elegir Cádiz como lugar para practicar este deporte está el clima. Se calcula que los meses en los que se produce mayor concentración de turismo de golf son marzo y octubre, y llama la atención que muchos visitantes extranjeros de este segmento eligen para su práctica los meses de otoño e invierno, con lo que es una clase de turismo que favorece la desestacionalización del sector.
En cuanto a las actividades complementarias fundamentales que realizan mayoritariamente, además de su cometido principal en el viaje, jugar al golf, ocupan un lugar destacado lagastronomía, así como las actividades vinculadas al sol y a la playa.
Estos datos, según el estudio que el Patronato de Turismo encomendó a Adeitur, son fruto de una metodología que incluye fuentes primarias o bibliográficas que abarcan desde el año 2019 hasta finales de 2021.
También el gaditano es asiduo a los campos de golf de la provincia. Tal y como ha mencionado el presidente de la Real Federación Andaluza de Golf, Pablo Mansilla, Cádiz es la cuarta provincia española, tras Madrid, Barcelona y Málaga, en número de jugadores de golf federados con 10.000 personas inscritas.
Por todo ello, el golf es una 'industria' al alza en la provincia y ayuda a que los gaditanos puedan beneficiarse de esta circunstancia.