INDUSTRIA
El astillero de San Fernando vuelve a la normalidad tras un acuerdo sobre el despido de un trabajador
El comité de empresa mantendrá el lunes en Madrid una reunión con el presidente de Navantia para ultimar los detalles de una posible reincorporación
El conflicto laboral ponía en serio riesgo el calendario de entregas de las tres últimas corbetas saudíes
![Imagen de la concentración el jueves de trabajadores en la puerta del astillero isleño](https://s1.abcstatics.com/lavozdigital/www/multimedia/provincia/2022/10/07/FOtoNavantia-RjbydMoT5XI49UeeRNaDI9H-1240x768@abc.jpeg)
El astillero de San Fernando ha vuelto este viernes a la normalidad después de la jornada de protesta que protagonizó su plantilla el jueves contra el despido de un trabajador. El comité de empresa hizo un llamamiento a secundar un paro interno, que fue respaldado en asamblea el miércoles por la totalidad de los empleados de la factoría. La jornada de brazos caídos paralizó por completo la actividad industrial en la fábrica durante más de 24 horas, al tiempo, que los representantes sindicales advirtieron a la dirección de Navantia que el paro sería indefinido hasta la reincorporación del trabajador despedido.
Finalmente, la medida de presión ha surtido efecto. El comité de empresa de la planta isleña y la dirección de Recursos Humanos mantuvieron este jueves por la tarde un encuentro con el ánimo de zanjar el onmflicto laboral planteado. Después de varias horas de reunión, comité y dirección han acercado posturas y,con ello, la vuelta a la rutina de la factoría. Los detalles del acuerdo alcanzado se verán y debatirán el próximo lunes durante una reunión con el presidente de Navantia, Ricardo Domínguez, que recibirá al comité isleño en su despacho en Madrid.
El conflicto laboral ha tenido su origen en la carta de despido que recibió uno de los trabajadores de la última remesa de nuevas incorporaciones a Navantia. Se trata de las contrataciones que recoge el plan estratégico para rejuvenecer plantilla, incluido en el proyecto Astillero 4.0. Este nuevo contingente accedió a los centros de trabajo el pasado mayo. El trabajador despedido pertenecía al Control de Calidad de Sistemas del astillero isleño y el motivo que alegó la compañía, según los sindicatos, era que no había superado la evaluación. El comité de empresa de la factoría rechazó desde el principio los argumentos expuestos por Navantia y apuntó que se trataba de una medida que estaba adoptada con antelación por falta de empatía.
Ante esta situación, la dirección de Navantia aclaró el mismo jueves que se había adoptado la decisión de finalizar el contrato del trabajador «debido a que las tareas específicas ligadas a su posición habían llegado a término». La situación laboral de este empleado, según Navantia, se encontraba en una etapa en la que había que decidir la conversión de su contrato temporal en indefinido. Así, la dirección, en el ejercicio de sus competencias, había adoptado una decisión que consideraba «correcta, reflexionada y plenamente motivada». Navantia entiendió los paros comvocados por la plantilla como una «medida de presión injustificada».
Finalmente, las aguas han vuelto a su cauce y el conflicto ha quedado en vías de solución. La movilización convocada ponía en serio riesgo los plazos de obra de las corbetas que se construyen en San Fernando para la Marina saudí. Esta situación es la que ha llevado a la dirección de la empresa a mover ficha con rapidez y evitar así un deterioro en el calendario de entregas de las tres últimas unidades.
El parón que sufrió la planta isleña desde el pasado miétrcoles, cuando se tuvo conocimiento de la carta de despido, respondía también a un toque de atención de las fuerzas sindicales ante la ausencia de carga de trabajo que se avecina en el centro a partir del próximo año, una vez que la construcción de las corbetas saudíes llegue a su fin.
No hay que olvidar que el tiempo empieza a jugar en contra del astillero de San Fernando. El pasado 26 de julio tuvo lugar el acto de entrega de la segunda de las cinco corbetas que Navantia construye para la Marina Saudí y el proyecto encara su recta final con la entrega del resto entre 2023 y 2024. La construcción de estos cinco barcos cumple de manera escrupulosa con los plazos marcados en el contrato, pero la obra se encuentra ya en su última fase y Navantia no tiene, por ahora, nada cerrado para garantizar carga de trabajo futura en la factoría isleña.
Con este planteamiento, la planta de San Fernando no tiene relevo industrial a corto plazo, es decir, Navantia, de mometo, no ha firmado ningún contrato para asegurar la continuidad de la carga de trabajo a pesar de que en los últimos meses se ha especulado con la posibilidad de que Arabia Saudí realice un nuevo encargo naval.