Universidad de Cádiz

Almudena, en el club de los 'Grandes' de la UCA

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La UCA inviste a la escritora madrileña como doctora Honoris Causa, a título póstumo, en un acto que contó con la presencia de su marido, Luis García Montero

El marido de Almudena Grandes, Luis García Montero, junto a Juan José Téllez. antonio vázquez
Nuria Agrafojo

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Almudena Grandes ya forma parte de ese prestigioso elenco de grandes figuras de la ciencia, la filosofía, la literatura, la política o el arte que han recibido la mayor de las distinciones que puede otorgar una universidad. Si la escritora madrileña y Cádiz ya estaban unidas en vida como parte de un mismo universo vital, ahora Almudena Grandes y esta provincia han sellado esta admiración mutua también a título póstumo en el universo del conocimiento.

La Universidad de Cádiz no está dispuesta a olvidar a la escritora, que este lunes ha sido investida como Doctora Honoris Causa en una ceremonia que ha estado marcada por historias, libros, literatura y, sobre todo, por los amigos que hizo la escritora en esta provincia. Aunque Almudena ya sabía que iba a recibir este reconomiento, finalmente éste ha llegado a título póstumo, «aunque Almudena está viva, muy viva. todas las librerías están llenas de sus libros. No hay mejor prueba para decir que Almudena...¡está viva!», apuntaba el rector de la Universidad de Cádiz, Francisco Piniella, que se encargó de presidir esta emotiva ceremonia, que contó con la presencia de su marido, Luis García Montero.

«Los procesos académicos son lentos y, desgraciadamente, fueron muy lentos en este caso, pero esto no quita un ápice del valor de esta distinción que le hizo el Claustro de la Universidad de Cádiz. Almudena es Doctora Honoris Causa por la Universidad Nacional de Educación a Distancia. Tiene calles, plazas, colegios, institutos con su nombre, bibliotecas, por supuesto. Y, desde hoy, el reconocimiento de nuestra Universidad de Cádiz. Ahora bien, ninguno de ellos tendrá el valor del mejor de todos: el del lector que abre uno de sus libros. Por ello, Almudena fue reconocida en vida con su mejor reconocimiento, el de sus miles de lectores», apuntaba Piniella al respecto.

La ceremonia arrancó con un vídeo centrado en la estrecha relación de la nueva Doctora Honoris Causa con Cádiz, para dar paso al 'laudatio' del vicerrector de Cultura de la UCA, José María Pérez Monguió, un cariñoso y exhausto recorrido por la trayectoria y la obra de una mujer que siempre destacó por su amor por las letras.

Una estrecha relación con Cádiz

«Una «niña sin pueblo que llevarse a la boca», hasta que llegó a Rota, donde completó el binomio perfecto, según Cicerón, Si hortum in biblioteca habes deerit nihil, «Si tienes un jardín en tu biblioteca, nada te faltará». Biblioteca que atesoraba en Madrid y jardín que sembró en su casa en la costa gaditana. Una mujer que descifró los misterios de nuestros vientos, que logró comprender nuestra idiosincrasia, que amó nuestro carnaval, que apreció la belleza de nuestra forma de comunicarnos, que elogiaba expresando que «En ningún otro lugar del planeta de habla castellana, la cultura popular es tan elegante ni la elegancia más exquisita está tan arraigada a la cultura popular como entre los gaditanos», incorporando a su vocabulario palabras nuestras que hizo suyas como bastinazo, casapuerta, jartible, alcauciles o, su favorita, fueraparte», ponía de relieve el académico gaditano.

«Y no le decimos adiós, sino que le damos la bienvenida, porque su obra permanece como un faro, como un referente, como un punto cardinal en esta tierra que adoptó como propia», apostillaba.

Tras el acto central de la ceremonia, en el que García Montero recibió las insignias que corresponden al nombramiento (birrete laureado, libro de la Ciencia, anillo, medalla y guantes), Juan José Téllez tomó la palabra en representación de la escritora y su familia, para agradecer a la UCA este homenaje. Un discurso centrado en algunos de los artículos periodísticos publicados por la homenajeada y en algunas de las manifestaciones públicas que realizó a lo largo de su vida.

Un discurso donde se constató el idilio con Cádiz, su gente, sus playas y su querida Rota, donde estableció su refugio desde hace años y donde se inspiró para algunos de sus libros. «¿Cómo podría explicar en pocas palabras lo que me ha dado Cádiz? La luz de todos los veranos, una experiencia propia y distinta del paso del tiempo, un ingrediente fundamental en mi concepto de la felicidad, una puerta abierta hacia un estado de gracia, una finura, una genialidad, una suma de virtudes vitales de placeres estéticos que no me corresponderían por nacimiento y que, sin embargo, me pertenecen desde que Cádiz me acogió desde que empezó a mimarme, a quererme tanto o más de lo que la quiero yo», apuntaba el amigo personal de Almudena.

El conferenciante ha comentado que escritores como Pérez Galdós, Mendicutti o Benítez Reyes contribuyeron a enriquecer ese amor de la autora por el Sur: «en ellos aprendí que Cádiz es, sobre todo, talento. Talento para vivir y talento para crear. Los gaditanos tienen una capacidad extraordinaria para aprovechar el tiempo perdiéndolo»; así como personajes más anónimos y autóctonos de Rota y alrededores, que le contaron sus vivencias y que ella supo comunicar a través de sus obras como la referida a la Base militar norteamericana y la historia de un peral plantado por un vecino.

Ha concluido su alocución con la descripción de una jornada estival de Almudena Grandes en Rota, con la moraleja del disfrute de las pequeñas cosas como su casa, la naturaleza, las personas, el mar, su trabajo: «el verano es el tiempo de la felicidad. Apúrenlo y no piensen en el invierno que nos espera. Porque nuestros abuelos lo tuvieron muchísimo peor que nosotros y si no hubieran vivido, si no hubieran sabido disfrutar de la vida, si no se hubieran enamorado en tiempos atroces, nosotros no estaríamos aquí. Si existe una cosa que sabemos hacer bien los españoles es ser pobres. Lo hemos sido casi siempre, pero eso no nos ha hecho más desgraciados, ni más tristes que los demás. Recuérdenlo y sean felices, porque la felicidad también es una forma de resistir», ha concluido.

Decenas de asistentes

El rector de la UCA, Francisco Piniella, ha contado con la compañía de la rectora de la Universidad de Granada, Pilar Aranda, y del secretario General de la UCA, Manuel Gómez, que han sido los encargados de presidir la ceremonia, que ha podido seguirse en directo por videostreaming y que ha contado con la presencia, entre otras autoridades, del presidente de la Diputación, Juan Carlos Ruiz, el Defensor del Pueblo Andaluz, Jesús Maeztu, el alcalde de Rota, José Javier Ruiz, la concejala delegada de Contratación, Educación e Infancia del Ayuntamiento de Cádiz, Ana Fernández o el subdelegado del Gobierno de España en Cádiz, José Antonio Pacheco, así como de personalidades del mundo de la cultura como los escritores Felipe Benítez Reyes, Pepa Caballero y Benito Olmo, el periodista Fernando Santiago o el autor de Carnaval José Luis García Cossío, 'El Selu'.

Previamente, el rector de la UCA, su viudo, el poeta Luis García Montero, el vicerrector de Cultura, José María Pérez Monguió, y familiares y amigos han descubierto el monolito del árbol plantado en memoria de Almudena Grandes en el Bosque de los Honoris en el Campus de Puerto Real de la UCA.

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