PESCA

Las almadrabas ultiman sus preparativos ante un posible adelanto del inicio de la campaña

Se encuentran en la última fase del 'calamento' con la instalación de las redes y se prevén las primeras 'levantás' a mediados de abril

El sector ha recurrido de nuevo a la compra de cuota en otras pesquerías para aumentar su producción

Los almadraberos ya calientan motores para iniciar la temporada Antonio Vázquez

JAVIER RODRÍGUEZ

CÁDIZ

La tradición y el calendario lunar sostienen que con la primera luna de mayo tendrá lugar la primera 'levantá' de atunes en las almadrabas gaditanas, sin embargo, el cambio climático ha trastocado esta predicción milenaria que se remonta a los fenicios. Las cuatro almadrabas de la provincia ultiman en estos momentos los preparativos para el arranque de la temporada de pesca del atún rojo salvaje . De hecho, los trabajos comenzaron a mediados de febrero y se encuentran ahora con la distribución de las redes en el copo. Todo está casi a punto ante un posible adelanto. El buen tiempo y la presencia de atunes cruzando el Estrecho presagian una campaña excelente.

Las almadrabas gaditanas -Barbate, Tarifa, Zahara y Conil- contarán este año con un aumento de la cuota de pesca del 10%. La Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) celebró el pasado noviembre en Vila do Lobo (Portugal) su reunión anual para regular la actividad pesquera a lo largo de 2023. Así, la flota española dispondrá de una cuota de 6.784 toneladas de captura de atún rojo para el año 2023, lo que supone un incremento del 10 % con respecto a 2022. De esta cantidad, las almadrabas gaditanas disponen de 1.643 toneladas. Este aumento es fruto de la mejora que sufre la especie en materia de reproducción. El incremento es consecuencia de una buena situación del atún rojo, lo que permitió al Iccat abrir la mano y adoptar un proceso de gestión con un mecanismo que se basa en un ciclo de 3 años, con un 60% de probabilidad de que se mantenga el estado del stock. En cinco años, entre 2018 y 2023, la cuota de pesca de las almadrabas de Cádiz solo ha crecido en 293 toneladas.

El responsable de las almadrabas de Conil, Zahara y Tarifa, Diego Crespo, destaca que los preparativos del 'calamento' se encuentran en su última fase para que todo esté listo a primeros de abril. Reconoce que la especie está recuperada y la mejor prueba de ello es la presencia de atunes en el Estrecho desde hace días. Confía en una buena temporada, aunque la cuota asignada no es aún del agrado de los almadraberos.

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El sacrificio de los atunes ha cambiado con la utilización de una lupara por parte de buzos ANTONIO VÁZQUEZ

El reparto de esas 1.643 toneladas es el siguiente: la almadraba de Barbate tiene asignadas 454 toneladas, mientras que la de Zahara 426, la de Conil 413 y la de Tarifa 349. No obstante, almadrabas como la de Barbate, que explota la firma Petaca Chico, ha optado, un año más, por sumar cuota comprando para ello parte de ellas en pesquerías del Cantábrico y País Vasco. La firma Petaca Chico, según han confirmado a LA VOZ, ha comprado 454 toneladas fuera de Cádiz. No se descarta que las almadrabas gaditanas eleven los primeros atunes de la temporada a mediados de abril.

Según Crespo, el 45% de las capturas se destinan al mercado asiático. Sobre todo al japonés, mientras que el resto se distribuye en España y Europa. La situación de las almadrabas gaditanas ha variado en la última década, ya que sus gestores han diversificado el negocio para poder vender atún durante todo el año. El caso de las tres almadrabas (Tarifa, Conil y Zahara), enmarcadas en la Organización de Productores Pesqueros de Almadrabas (OPP51), explota su producto bajo la marca de Gadira y congelar parte de la producción a -60 grados para vender con máxima calidad durante los doce meses del año.

Desde Petaca Chico, que gestiona la almadraba de Barbate, se ha puesto de manifiesto que las temperaturas primaverales que se viven en los últimos coletazos del invierno benefician directamente al flujo de atunes por el Estrecho, lo que significa que es más que probable que este año se adelante una semana, al menos, el inicio de la temporada de pesca.

 

La cuota asignada esta temporada para las almadrabas gaditanas es de 1.643 toneladas, un 10% más que en 2022

 

 

La campaña de 2022 arrancó el 19 de abril con la primera levanta en la almadraba de Punta Atalaya, en Conil, con una captura de 43 ejemplares. Acabó el 3 de junio con más de 1.500 toneladas de atún y la evidente recuperación que ha sufrido la especie después de una década de restricciones.

Refuerzo de buzos

Las almadrabas gaditanas también han aumentado plantilla para la campaña que está a punto de arrancar, sobre todo personal de tierra y, en el caso de la de Barbate, un refuerzo específico del equipo de buzos. Como se recordará, el sacrificio de los atunes en el copo también ha cambiado. Ahora los buzos son los que se encargan de abatir al atún con una lupara que proyecta una aguja percutora y evita el sufrimiento del animal cuando sale a flote para su captura y embarque.

La cuota asignada este año, aunque supone un 10% más para las almadrabas, no convence al sector, que tiene que acudir a otras pesquerías a comprar cuota para cubrir sus expectativas de pesca. Se trata de pesquerías que tienen asignada cuota de atún rojo y que optan por su venta, ya que no la consumen. Es el caso, sobre todo, de pesquerías de País Vasco, Cantabria y de la zona de levante, en el Mediterráneo.

El aumento de la asignación en 2022 no llegó al 4%. Para entender este tipo de medidas y de restricciones hay que echar la vista atrás y analizar las reuniones que cada noviembre celebra la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (Iccat). La reunión de 2018 tuvo lugar en la ciudad croata de Dubrovnik. En ese encuentro se llegó a un acuerdo sobre un plan de ordenación plurianual y se dejó constancia de que la especie estaba totalmente recuperada después de diez años de restricciones en su pesca . Sin embargo, el reparto de cuota no favoreció en absoluto a las cuatro almadrabas de Cádiz, que esperaban para la campaña de 2019 llegar al nivel que tenían asignado cuando se aplicó la restricción en 2008, es decir, las 1.440 toneladas.

La reunión de la ICCAT de entonces destinó a España para 2019 un total de 5.559 toneladas para las distintas pesquerías del atún rojo. De este contingente, un total de 1.350 toneladas, unas 60 toneladas de incremento con respecto a 2018, correspondieron exclusivamente al sector almadrabero.

 

En cinco años, la cuota de pesca gaditana de atún rojo salvaje solo ha crecido en 293 toneladas

 

 

Las almadrabas gaditanas se han llevado más de diez años sufriendo las duras restricciones de pesca impuestas por este organismo. Lo más grave es que este sector artesanal no es, en absoluto, responsable de la sobrexplotación que ha sufrido la especie en aguas del Meditrerráneo en los últimos veinte años. Al contrario. Las grandes flotas pesqueras de Italia y Grecia, entre otros países, pusieron en jaque el desarrollo del atún rojo con su pesca masiva.

No obstante, las limitaciones de pesca han perjudicado seriamente a las almadrabas gaditanas, que han visto descender su cuota anual a mínimos históricos. Si en 2007, el cupo asignado fue de 1.417 toneladas, en 2011, el año más duro del recorte, solo se permitió la pesca de 630 toneladas de atún rojo en la costa gaditana . Los almadraberos protestaron ante una situación injusta, ya que ellos no tenían nada que ver con la sobrexplotación que había tenido la especie, sobre todo, en el Mediterráneo.

Inspecciones antifraude

Por su parte, Diego Crespo ha señalado a LA VOZ que las medidas de control sobre la pesca del atún rojo se han extremado tras los últimos casos de fraude, no obstante, la picaresca no se encuentra en el origen sino en la distribución, donde se adultera un atún de otra variedad para hacerlo pasar por atún rojo de almadraba. En ese sentido, los almadraberos recomiendan también al consumidor extremar sus medidas de control y destacan que el atún rojo de almadraba fresco solo se puede comercializar durante su temporada de captura, es decir, entre abril y junio. El resto del año el atún rojo de almadraba que se vende es congelado a menos 60 grados y hay que sospechar de atún rojo fresco fuera de temporada.

 

Petaca Chico, que explota la almadraba de Barbate, ha comprado otras 400 toneladas fuera de Cádiz

 

 

Una de las mayores estafas tuvo lugar en 2018. Sin embargo, la 'operación Tarantelo' orquestada por la Guardia Civil permitió entonces la detención de 79 personas y localizó el origen del fraude en Valencia, Alicante y Murcia con ramificaciones en Barbate. El origen de la crisis estaba en lomos de atún descongelados que se vendían como fresco y que no habían sido conservados como exige la ley y a los que se inyectaban extractos de remolacha u otros vegetales. Estos aditivos contienen nitritos que cambian el color del pescado del marrón al rojo intenso y hacen que parezca más fresco de lo que es.

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