VIOLENCIA MACHISTA
Piden 20 años de cárcel al presunto asesino de Loli Ortiz, vecina de San Juan de Aznalfarache
La Fiscalía relata la brutal agresión a la que sometió el acusado a la víctima en plena plaza Blas Infante; ambos eran toxicómanos y mantuvieron una relación sentimental
El 1 de febrero de 2020 fue hallado en la plaza Blas Infante de San Juan de Aznalfarache el cuerpo sin vida de Loli Ortiz , una vecina de 34 años. El cadáver presentaba signos evidentes de violencia , sobre todo, en la cabeza. Cuatro meses más tarde fue arrestado por estos hechos Abel M.L., un conocido delincuente y toxicómano del pueblo, que consumía junto a la víctima en reiteradas ocasiones. Este hombre y ella habían sido parejas , por eso el asunto ha sido investigado como un caso de violencia machista . Ahora, él se enfrenta a una petición de condena de 20 años de cárcel por este crimen.
Abel y Loli mantuvieron una relación hasta el año 2010 . Sin embargo, continuaron viéndose hasta meses antes de su asesinato. Ambos estaban sumergidos en mundo de la droga desde hacía años. En muchas ocasiones consumían juntos. En este ambiente, se aprovechaba de los sentimientos de Loli hacia él para utilizarle y que ella fuera a comprar los puntos de venta de drogas del pueblo.
Según la Fiscalía, le quitaba el dinero o las dosis que la misma mujer conseguía . A veces, la agredía. Esta actitud violenta provocó que ella, meses antes de su asesinato, tuviera miedo a encontrárselo por la calle. Se escondía de él por esta conducta.
A días de su cumpleaños
En plena madrugada del 1 de febrero del pasado año, sobre las 5.00 horas, el acusado se encontraba las inmediaciones de la plaza Blas Infante de San Juan de Aznalfarache, por donde solía pasar habitualmente Loli camino de su casa. El día 5 de febrero cumplía 35 años.
Abel vio a Loli sentada a resguardo del viento en una esquina con muro de la citada plaza. Estaba consumiendo sustancias estupefacientes . Ella tenía un chaquetón echado sobre la cabeza a modo de capota, según se recoge en el escrito de calificación del Ministerio Público, al que ha tenido acceso este periódico, para no perder ni una brizna de humo de la droga que estaba consumiendo.
Aquella situación fue aprovechada por el varón, «a sabiendas de que ella estaba con escasas posibilidades de defensa», y guiado por «el ánimo de acabar con su vida», comenzó a golpearla con un objeto contundente, de peso y al menos con un borde , según la Fiscalía. Los familiares de la víctima llegaron a comentar que podría haber usado una alcantarilla. «De forma sorpresiva, le asestó más de 23 golpes en la cara ». Ella perdió entonces la conciencia.
Una vez que ella cayó al suelo, el acusado «la remató por detrás, golpeando sin control y con inusitada fuerza el cráneo posterior de a víctima, causándole heridas incompatibles con la vida ». Sufrió gravísimas lesiones en la cara, en el cráneo o en los brazos. «Tan brutales heridas produjeron a Loli Ortiz un traumatismo craneoencefálico severo», subraya la Fiscalía. La Policía Nacional, en su investigación, no logró hallar el objeto con el que el agresor atacó a la mujer, quien tenía una hija mayor de edad.
Cuatro meses de investigación
La muerte violenta de Loli Ortiz causó impacto entre sus familiares y vecinos, sobre todo, porque p asaron muchas semanas sin encontrar al presunto asesino . De hecho, el entorno de la barriada desfavorecida de Santa Isabel de San Juan, la conocida como Esquina del Gato, los aledaños de la estación de metro de San Juan Alto y la zona de la cercana plaza de Blas Infante, fueron empapeladas con carteles pidiendo colaboración ciudadana para localizar al asesino. También se convocaron varias concentraciones para que el caso no cayera en el olvido.
Pasaron las semanas, y los meses, hasta que a mitad de junio la Policía Nacional detuvo a Abel M.L., de 39 años. Más de c uatro meses de investigación que les llevó al submundo de los trapicheos de drogas y a una zona muy complicada para obtener información fidedigna como es la Esquina del Gato, donde impera la ley del silencio. Los investigadores se entrevistaron durante semanas con toxicómanos y camellos en busca de alguna pista. Fue un trabajo muy difícil.
Ante el juez de Instrucción número 10 de Sevilla, Abel negó la autoría del crimen. La Policía Nacional, en el momento de su detención, informaba de que se trata de un delincuente con numerosos antecedentes y muy violento . De hecho, en el marco de la investigación por el crimen, fue localizado en la cárcel, donde estaba preso por apuñalar a un policía nacional.
De hecho, el 29 de febrero, semanas después el crimen de Loli, ABC informó del arresto de Abel M.L.. La Policía lo había arrestado por cometer numerosos robos en la zona de la Esquina del Gato. A uno de los agentes le clavó un punzón que por suerte sólo le dejó al funcionario una herida superficial. Además, tiene varias causas abiertas, además de la del asesinato de Loli, por el que la Fiscalía le pide 20 años de prisión.
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