Sucesos
La «finca del terror» de Bormujos
Burros, caballos, perros y ovejas vivían entre cadáveres, huesos y sin nada de comida ni agua
«El mayor caso de maltrato animal que se ha conocido en muchos años». Así han definido los miembros de diversas protectoras lo que se encontraron hace varios días en una finca ubicada en el término municipal de Bormujos en la que había varios animales en unas condiciones extremas.
«El día 1 de febrero recibimos un aviso urgente relativo a tres burros, tres ovejas, una cabra, cinco caballos, varios perros y gallinas en unas instalaciones en estado deplorable», han relatado desde El Refugio del Burrito, desde donde aseguran que, al entrar en las instalaciones, se las encontraron lleno de «huesos de animales muertos, dos cadáveres de caballos en estado de descomposición, varios en estado de caquexia (desnutrición y deterioro orgánico), unas condiciones higiénico sanitarias alarmantes y nada de agua o comida».
Una situación por la que se ha bautizado al lugar como «la finca del terror». Además, se ha tenido que sacrificar a uno de los caballos porque presentaba una fractura irrecuperable en una de las patas
Desde el Ayuntamiento aseguran que no había denuncias previas de la grave situación de los animales pero que, al tener constancia de ella, procedieron a actuar y a enviar a la Policía Local, que acudió a certificar que se estaban cumpliendo las normas impuestas por el Seprona y la Oficina Comarcal Agraria (OCA).
«El Seprona ordenó la retirada de los animales que peor se encontraban y autorizó que permaneciesen allí los que, con cuidados y unas condiciones higiénicas, podrán recuperar la salud », explican fuentes municipales. Por otro lado desmienten, como asegura El Refugio del Burrito, que la Policía Local se negase a actuar y a rescatar a los animales. «El deber de la Policía Local es hacer que se cumpla lo que ha dictado el Seprona, que no ha autorizado a llevarse a todos los animales», aseguran desde el Ayuntamiento.
Estado actual
Los animales que han sido trasladados desde la finca están a cargo de una protectora y los que permanecen en ella se han quedado al cuidado de un matrimonio que se ha comprometido a proporcionarles alimentación y limpieza y que no está relacionado con el propietario de la finca, que ha pasado a disposición judicial. El Consistorio, por su parte, va a solicitar que vuelva a acudir un equipo de la OCA para constatar que la situación se ha revertido.
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