El caso de Maloma
Cuatro meses luchando a jornada completa
Ismael, la pareja de la joven, y su familia adoptiva, se han volcado para conseguir su regreso
La familia adoptiva de Maloma ha sonreído por fin, por primera vez en cuatro meses desde que la joven fue secuestrada. Ismael Arregui, su pareja, solicitaba cautela al conocer la noticia de la liberación de su mujer, aunque pedía cautela. «Aún queda mucho trabajo por delante», reconocía, aunque se mostraba satisfecho. «Es un paso más».
Tanto él como el resto de la familia se muestran pendientes de cualquier avance y de las noticias proporcionadas por las autoridades saharauis, a las que han pedido poder hablar con Maloma por vía telefónica. Según explicaron desde el entorno de la joven, se encontraba «bien, aunque nerviosa».
José y Maricarmen, los padres adoptivos, e Ismael Arregui, han vivido cuatro meses volcados en un único objetivo: que Maloma volviese a casa. Han visitado todos los organismos oficiales imaginables, solicitado audiencias por doquier, organizado protestas, movimientos de apoyo... El joven, incluso, ha contado que durante estas largas semanas apenas ha podido encargarse de los dos negocios de hostelería que regenta en Mairena del Aljarafe. «No voy a parar hasta ver a mi mujer de vuelta , le queda mucha vida aquí, rodeada por las personas que la quieren», repetía cuando el futuro parecía adverso.
Ahora, muy cerca de tener, por fin, a Maloma en casa, Ismael, Maricarmen, José y el resto de amigos y familiares de la joven pueden sentirse más orgullosos que nunca de su lucha .