Un contrabandista de Sevilla se hace pasar por panadero para repartir tabaco durante el confinamiento

La pandemia no sólo está poniendo a prueba la paciencia de los ciudadanos que llevan semanas encerrados en sus viviendas; también el ingenio de los que viven de actividades ilícitas como el contrabando de tabaco y buscan la manera de mantener el negocio como sea. Así ha ocurrido con un contrabandista de Sevilla que se hacía pasar por panadero para distribuir las cajetillas por distintas localidades de la provincia.

El pan es un producto de primera necesidad cuya distribución y comercialización está permitida dentro del estado de alarma. Esa excepción la aprovechó el ahora detenido para seguir vendiendo el tabaco y la picadura, camufladas en envases de pan de molde, según informaba este viernes la Guardia Civil.

En marzo, la Guardia Civil recibió las primeras informaciones sobre este individuo y empezó a indagar. Así verificaron que se ayudaba de una furgoneta de transporte de alimentación para no levantar sospechas y que siempre operaba en horas coincidentes con la actividad de las panificadoras. Cuando lo paraban en un control llevaba la documentación como transportista.

El pasado 28 de marzo sufrió un accidente de tráfico cerca de Olivares, que sirvió para que los agentes descubrieran que en esa localidad tenía su centro de almacenaje y distribución del tabaco. Estaba operando, según detalla la Benemérita, en una antigua nave de chatarra, que está a nombre de un familiar pero que llevaba cerrada varios meses. En el interior de esas instalaciones, los agentes hallaron 1.200 kilos de picadura de tabaco «y gran cantidad de tabaco» preparado para su distribución,

El detenido, que responde a las iniciales A.M.G.P. y tiene 40 años, está siendo investigado por un delito de contraband o de tabaco en unas diligencias que instruye el juzgado de Sanlúcar la Mayor.