PESCA
El alga asiática desespera a los pescadores de Conil: «La situación es insostenible»
CONIL
La presencia de esta especie invasora está ocasionando pérdidas a muchos barcos que vuelven a puerto sin pescado
Aseguran que llevan meses pidiendo una reunión con el Ministerio de Agricultura y Pesca, en vano
El alga asiática causa estragos en Tarifa
La tormenta perfecta que aprieta a los pescadores de Conil
Para quienes van a pasar un día de playa, la presencia del alga asiática es incómoda. Pero en el caso de los pescadores, el asunto es más serio y preocupante porque se pone en riesgo el sustento de familias que se han dedicado a este negocio de generación en generación.
«La situación es insostenible, no podemos seguir así», dice Sergio Ruiz Macías, encargado de comunicación de los pescadores artesanales de Conil, que ven a diario como muchos de sus barcos vienen con las redes cargadas de algas, pero sin pescado.
En la temporada alta para este sector, en la que hay mayor demanda por parte de los restaurantes y los consumidores debido al turismo, los marineros se topan con que apenas logran capturar pescado precisamente cuando este alcanza su valor máximo.
«Entra muy poco pescado. El que consigue algo, como mucho trae 30 o 40 kilos, que sirve para pagar el gasoil y el seguro de los trabajadores. Lo demás son pérdidas», exponen desde un puerto en el que conviven con la situación con una mezcla de desesperación y hastío.
No será porque no lo vienen advirtiendo, porque la presencia de esta especie invasora es constante desde hace años. Además, durante todo el año: «Con el alga no pasa como con los turistas, que se van durante el invierno, lo que sucede es que ahora hay más por las mareas», indica Ruiz.
Por ello, llevan reclamando meses una reunión con Luis Planas, ministro de Agricultura y Pesca. No se ha producido hasta el momento: «Llevamos desde noviembre pidiéndola. Nos contestaron el 9 de enero diciendo que se iban a reunir con nosotros. Estamos ya a principios de agosto y nada».
«Nos sentimos abandonados por las administraciones, que después para cualquier cosa son los primeros que se ponen para hacerse una foto. Pero no nos dan soluciones y no podemos más», expresan sobre una problemática a la que no atisban solución.
La verían en caso de que les permitieran capturar atún, algo que estos pescadores artesanales no pueden hacer al no estar contemplado en las cuotas asignadas: «La subida de la cuota de atún que ha habido se le debería dar a estos pescadores, que no tienen nada ahora. Es una reivindicación que venimos defendiendo desde hace dos años».
El futuro, comprometido
Mientras tanto, el alga sigue ganando terreno entre quienes faenan en el Estrecho, siendo los puertos más afectados la Atunara, Tarifa, Algeciras, Barbate o Conil: «Se lo está cargando todo, tanto las especies autóctonas de aquí como otro tipo de algas».
«Cada año vamos perdiendo dinero. De los cinco millones de euros de comercialización que podía haber en 2022, ahora ya estamos en unos 3,5. Se pierde en torno a un millón de euros al año y así esto tiende a desaparecer», expone el responsable de comunicación.
Los efectos ya se van notando, incluso en el número de barcos que salen a la mar: «En 10 años, en Conil han dejado de faenar 12 barcos. Se han ido jubilando los marineros y no hay relevo generacional porque los jóvenes a esto no le ven futuro».
Ahora el puerto conileño, tierra de eminente tradición marinera, cuenta con 55 barcos, pero la previsión es que cada vez haya menos: «Con la protección de las leyes ecologistas, al final vamos a convertir al pescador en una especie en extinción», remata con tristeza Sergio Ruiz.
