Sucesos

Alemanes, polacos, franceses... el viaje hasta Cádiz para cultivar y recoger marihuana

Investigaciones policiales destapan cada vez más redes extranjeras que utilizan la provincia como 'despensa' de cannabis para distribuirlo por Centroeuropa

Traficantes locales trabajan por 'encargo' para estas otras organizaciones

Agentes de la Guardia Civil desmantelan un cultivo de marihuana en la provincia. antonio vázquez

M. Almagro

Desde hace unos años el cultivo de marihuana a todos los niveles y en toda la provincia no deja de crecer. Tanto es así que la Guardia Civil y la Policía Nacional pusieron en marcha planes específicos para combatir este tráfico que, de momento, sigue siendo ilícito. Planes que persiguen a diferentes perfiles: gente que antes se dedicaba al hachís y ahora ve en el cannabis un buen filón para amasar muchísimo dinero y que penalmente está menos castigado, otros que lo alternan con el 'costo', u otros que jamás se dedicaron al narcotráfico pero que por contactos o posibilidades al tener parcelas o viveros con otros cultivos optan por este camino.

Y así este 'negocio' ha ido también aumentando y especializándose. De esta forma se desprende de la multitud de investigaciones que se realizan sobre el tráfico de 'maría' y que han destapado que tras muchas de estas plantaciones hay redes que operan de manera organizada dividiendo a su 'personal' por distintos papeles: quien se encarga del cultivo y lo cuida, el que busca al proveedor, quien maneja la logística... y ahora también el que contacta con quienes la van a comprar y distribuir porque ya llegan a 'trabajarla' por encargo.

Y es en este momento donde, y según fuentes consultadas, se está percibiendo también cada vez más la presencia de extranjeros que, de una u otra manera participan en la puesta en marcha y en el funcionamiento de estos grandes cultivos de marihuana que se extienden por la provincia sobre todo por la zona de la Costa Noroeste, Jerez, El Puerto y la Sierra.

Sin ir más lejos este mismo martes la Policía Nacional daba cuenta de una operación realizada por la Brigada Judicial de la Comisaría de Sanlúcar en la que han detenido a dos personas por traficar con esta droga. Los agentes han desmantelado un inmueble que estaba destinado al envasado de cogollos de marihuana «a nivel industrial», afirman. «Adquirían una gran cantidad de cosechas de plantaciones de la zona, realizaban el secado final y envasado en bolsas al vacío» para que ocupara menos en su transporte. Además en dicho laboratorio contaban con una sofisticada maquinaria industrial destinada a envasar.

Pero el dato más significativo es que todo ese sistema era para 'exportar' ese cannabis. Cuando los agentes irrumpieron en el cultivo se encontraban preparando un transporte de 175 kilos de cogollos de marihuana con destino a Alemania. Es más. También pillaron a un ciudadano alemán que se iba a encargar del traslado. La mercancía iba a alcanzar un valor de un millón de euros.

 

En latas de tomate hasta Polonia

Pero este no ha sido el único caso. Recientemente se desarticulaba otra red dedicada a este tráfico ilícito con la detención de tres ciudadanos polacos en Chiclana y Jerez. Estos traficantes se dedicaban a comprar en la provincia grandes cantidades de cogollos de marihuana que eran envasados en latas de cinco kilos de tomate triturado y así lo exportaban a su país.

Tras complejas pesquisas, ya que se cuidaban mucho de ser detectados, los agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado de la Comisaría Provincial de Cádiz, Udyco, pudo identificarlos y detenerlos. Los sospechosos no habían viajado para tal fin, ida y vuelta, sino que vivían ya en una urbanización de Jerez.

Similar fue el caso de otra banda, en este caso de franceses que fueron también detenidos en una operación conjunta de Guardia Civil y Policía Nacional y que se surtían de cannabis en Málaga y Cádiz principalmente para después llevarla hasta sus países por el sistema de Go Fast, es decir, ir deprisa, realizar el recorrido con el cargamento en el mismo día.

Sobre este asunto, fuentes de Udyco confirman que muchas organizaciones internacionales de calado están actualmente desplazando a algunos de sus miembros al sur de España, donde tratan de pasar desapercibidos mientras se dedican a estas labores de recolección y exportación o tramitan y vigilan los 'pedidos'.

«Buscan material estupefaciente de calidad y cuando logran cerrar un buen precio, lo almacenan y preparan el próximo envío destino a Europa». El dinero que obtienen por ello es el doble o el triple de lo que podrían ganar aquí, además de algo muy importante: enfrentarse a penas menores si son interceptados.

De ahí que hayan proliferado estas cosechas por toda Andalucía, y con especial incidencia en Cádiz. La premura para obtener más plantaciones y, por tanto, hacer más caja y más clientes, les ha llevado a diversificar y tener en algunos casos más de un cultivo en activo a la vez.

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