Universidad de cádiz

Alejandro Sanz, doctor Honoris Causa por la Universidad de Cádiz, reivindica la asignatura de la alegría

El artista ha señalado que se siente «enormemente agradecido» y ha querido «dedicar este discurso a una asignatura que no se da en ninguna universidad del mundo, la Alegría».

Alejandro Sanz, investido doctor Honoris Causa de la Universidad de Cádiz Francis Jiménez

Jesús Mejías

Algeciras

Alejandro Sanz ha sido investido este jueves como doctor Honoris Causa de la Universidad de Cádiz en la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Algeciras, y que ha contado la presencia, entre otras autoridades, del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno.

Había mucha expectación a la entrada de la facultad, numerosas fans esperaban al cantante, quien a su entrada en el recinto se paraba para tomarse alguna foto y firmar autógrafos. Expectación también en el salón de actos, con numerosos representantes de instituciones, como la delegada de la Junta de Andalucía en Cádiz, Mercedes Colombo, el presidente del Consejo Social de la Universidad de Cádiz y presidente de Ernst&Ypung España, Federico Linares, la presidenta de la Diputación de Cádiz, Almudena Martínez, numerosos alcaldes de municipios cercanos, y artistas como Niña Pastori.

Tomaba en primer lugar la palabra Paloma Cubillas Fernández, directora de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Algeciras, para quien «supone un placer, un inmenso honor y una gran responsabilidad ser la madrina» en el acto de investidura de Alejandro Sanz como Honoris Causa por la UCA, y enumeraba algunos de los reconocimientos obtenidos recientemente como el título de Hijo Adoptivo de la Ciudad de Cádiz en 2019 y el título de Hijo Predilecto de la provincia de Cádiz en marzo del presente año, otros como la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes otorgada por el Ministerio de Cultura español y algunos éxitos dentro de su carrera musical como la venta de más de 25 millones de discos o que se trate del artista español con mayor número de premios Grammy, un total de 24 latinos y cuatro americanos.

Juraba y prometía dedicarse siempre al servicio de las artes como «lo habéis hecho hasta ahora ahora, procurando enaltecerlas con todas vuestras fuerzas» y «honrar a la Universidad», recibía el por parte del rector de la Universidad de Cádiz, Francisco Piniella, el birrete laureado que deberá llevar «sobre vuestra cabeza como la corona de vuestros estudios y merecimientos», el libro de la ciencia al que debe «rendir reverencia y culto», el anillo de la antigüedad «como emblema de del privilegio de firmar y sellar los dictámenes, consultas y censuras de vuestra ciencia y profesión», la medalla «símbolo del corazón, que se ennoblece con el magisterio que, en este momento, se os confiere» y los guantes «símbolo de la pureza que deben conservar vuestras manos y signo también de vuestra alta categoría».

Un discurso dedicado a la alegría

«Hoy me siento honrado y enormemente agradecido», comenzaba su discurso Alejandro Sanz, quien dedicaba «este discurso a una asignatura que no se da en ninguna universidad del mundo, la alegría».

«Reconozco que he sentido el síndrome del impostor muchas veces en mi vida, pero, déjenme los más jóvenes que les haga el camino corto… ¡No hay nada que te llegue que en realidad no merezcas!», proseguía.

Alejandro Sanz, en su discurso como dotado en la Universidad de Música de Berklee dijo que «la música era matemática, pero la matemática no era música» y «hoy quiero matizar esa afirmación, porque mirándolo desde un punto de vista quizás más poético, la matemática también es música, como al ciencia, la historia, la ingeniería, o la medicina también son música».

Porque «en la música hay una necesidad de lo académico y del estudio, una pasión comparable a la de los que dedicáis vuestra vida a la búsqueda del conocimiento. Las horas se licúan y los días se diluyen en el ansia de aprender».

Por ello, «me gustaría dedicar este momento a la música del conocimiento, del esfuerzo, de la curiosidad, a las universidades de todo el mundo, a la gente que estudia sin recursos en asistíos donde se sobrevivir es un logro, se lo dedico a los que con un lápiz hacen arte, a los que con una pizarra hacen estudiantes, a los que con una guitarra hacen historias, a lo bello de vivir buscando siempre una nota, un número, una ecuación o una estrella o un detalle que nos salve».

«De los momentos más graves hay que aprender, ser constante, y aprender y aprender, hasta que la dificultad se doblegue y el viento de la vivacidad poco a poco, primero como brisa, y luego como un levantazo de los nuestros, lo lleno todo de nuevo como un hormigueo en nuestros muslos», y «la tristeza, la preocupación, solo pueden ser un trampolín para nuestras dos mitades, la parte de nosotros unida siempre al suelo, a nuestra raíz, nuestra cultura… nuestra historia… y la otra parte siempre flotando, siempre mirando al horizonte».

Y concluía: «Cuando dije que la música era matemática, pero que la matemática no era música, me equivocaba. Existe mucho ritmo en la matemática, mucha armonía y mucha poesía, lo que pasa es que yo no lo veía, como tantas cosas que se nos revelan según va pasando el tiempo. Gracias, y viva la alegría».

«La música ha sido tu razón de existir»

Tomaba la palabra posteriormente el rector de la Universidad, Francisco Piniella, que intentaba «eludir el error cansino de la repetición porque acude obsesiva al espacio de los lugares comunes y no se trata de eso».

«Retornas a Cádiz a coger el testimonio del afecto y la consideración de sus instituciones y de su gente, esta tierra te devuelve a lo que le das, es la emocionante historia de un amor recíproco y correspondido, que no se agota, que bulle en el sentimiento profundo de las simples cosas», decía el rector de Alejandro Sanz, que «desde hoy figurará al lado de Rafael Alberti, Fernando Quiñones, Carlos Castilla del Pino, José Manuel Caballero Bonald, Andrés Segovia, Margarita Salas, Marcelino Camacho, Nicolas Redondo, Almudena Grandes o Francisco Sánchez Gómez, nuestro querido Paco de Lucía».

«Necesitamos la música, el corazón, el arte, la palabra y la cultura»

El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, era el último en tomar la palabra. «Hoy se unen en un mismo espacio, aquí en Algeciras, la sabiduría y el arte, el conocimiento y la magia, el pensamiento y la emoción, lo que tiene explicación... y lo que nunca la tendrá, así son los contrastes que explican el carácter de nuestra tierra», comenzaba expresando.

«Hablamos de un artista de prestigio y alcance internacional, pero lo hacemos fijándonos también en lo pequeño, en lo inmediato, en las raíces».

Señalaba Moreno Bonilla en su discurso que «Cádiz y Andalucía están por todas partes, en la obra y en la persona de Alejandro Sanz: en su habla, en la memoria y en los orígenes de su arte». «Hay muchas razones porque las que Alejandro Sanz es hijo predilecto de Andalucía, igual que las hay para que la Universidad de Cádiz lo doctore hoy Honoris Causa, y para tantas distinciones y homenajes como se le brindan en esta tierra».

«Con su música, Alejandro Sanz se ha convertido en un impulsor de sentimientos, de sueños, de poesía, que son cosas sin las cuáles las sociedades no se pueden considerar avanzadas, por más altas que sean sus torres y más anchas sus autopistas», reflexionaba.

Por último, Juanma Moreno destacaba que «necesitamos la música, el corazón, la palabra, el arte y la cultura. Necesitamos ser, mucho antes que tener. Y eso lo sabemos, entre otros, por artistas como Alejandro».

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