SUCESOS
La Policía salva 'in extremis' a un vecino de Alcalá de arrojarse por la ventana de su casa
Un agente, que mantuvo con este varón momentos de negociación para evitar que llevara a cabo su idea, logró agarrarlo por una pierna cuando ya se encontraba en el aire
La Policía Nacional de Alcalá de Guadaíra ha logrado salvar 'in extremis' la vida de un vecino de 32 años cuando éste pretendía arrojarse por una ventana de su casa , a unos siete metros de altura. Tras negociar de forma ardua e infructuosa con este individuo, éste dejó caer su cuerpo de espaldas para tirarse, siendo agarrado por el agente por una pierna cuando ya estaba en el aire.
Los hechos ocurrieron sobre las ocho de la mañana del pasado día 2 en l a calle Mar Adriático de Alcalá de Guadaíra. Hasta la zona se dirigen cuatro agentes tras ser alertado por la Sala del 091 de que un hombre había retirado la hoja de la ventana exterior a la calle de su domicilio, en una segunda planta, con intención de suicidarse, precipitándose por ella tras una discusión con su madre.
El varón, de 32 años y con un peso de unos cien kilos , se encontraba sentado en la cornisa con los pies fuera y una mano apoyada en la máquina del aire acondicionado. La desgracia podía ocurrir en cualquier momento, según han señalado a este periódico fuentes policiales.
Negociaciones
Los agentes acordonaron la zona para evitar que los peatones cruzasen. Se alertó a bomberos y sanitarios . Desde la propia calle, los policías comienzan a hablar con este varón para que se calmara y no llevara a cabo su plan. Pero no cesó en su empeño de precipitarse.
Uno de los policías actuantes comenzó a dirigirse a él intentando crear una conexión de confianza. Pero rechazó de plano que los agentes accedieran al bloque y amenazó, incluso, con tirarse ante cualquier intento.
Después de varios minutos de conversación, este vecino permite que el agente entre, pero advirtiéndole que sólo podría acceder a su casa él. En una maniobra de distracción , los otros tres agentes también lograron entrar en su casa, con la ayuda de la madre de este individuo.
Fuerte depresión
Uno de los agentes llamó a la puerta de la habitación donde se había atrincherado este varón, que tenía en su poder un cuchillo de cocina. La madre traslada a los agentes su temor por lo que su hijo pudiera hacer, pues su estado de desesperación era importante. Su hijo era camionero de profesión. Estaba sumido en una fuerte depresión porque le había quitado el carné de conducir. A eso se unía otros problemas personales y el consumo de alcohol, medicamentos y cocaína .
Según pudieron saber los agentes, a este individuo le constaba condenas por delitos como atentado, denuncias por violencia de género y contra la seguridad vial.
El agente negociador pudo entrar en la habitación, donde siguió con su diálogo persuasivo . Sólo pudo acceder él. Los demás policías esperaban junto a la puerta agazapados.
Las negociaciones no llegaron a buen puerto y este individuo se coloca de espalda a la ventana. Tras indicar que se arrojaría a la calle, hace un rápido movimiento en el que deja caer su cuerpo al vacío. El agente, al tiempo que lanza un grito de aviso a sus compañeros, se lanzó contra este varón y logra de forma desesperada interceptarlo por una pierna , mientras el policía se apoya de un trozo de pared como asidero. Todo fue rapidísimo, incluido el forcejeo para no dejar caer a este vecino, a quien no le importaba arrojarse junto al agente, quien se negaba a soltarlo.
Los cuatro agentes lograron finalmente poner al individuo a salvo y meterlo en la habitación, no sin un momento inicial de forcejeo y resistencia. Una vez reducido, fue trasladado al hospital de Valme .
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