Los niños de Infantil de un colegio de Alcalá de Guadaíra, sin sombra durante la hora del recreo

Los niños de infantil del colegio alcalareño Silos están obligados a pasar una auténtica travesía del desierto en cada recreo. Un total de 150 alumnos de 3, 4 y 5 años pasan al menos 45 minutos al día en un erial, mitad cemento, mitad tierra, a más de treinta graos, sin ninguna sombra que los cobije.

Los padres de este centro de Alcalá de Guadaíra iniciaron hace ya tiempo la petición de una solución. No piden  mucho, una carpa con techo de rafia que dé alguna sombra. Tras semanas de negativas por parte del Ayuntamiento, la movilización y el temor a salir en los medios de comunicación han surtido efecto. La delegada de Educación del Ayuntamiento anunció a los padres concentrados en el patio del centro que la próxima semana todo quedará solucionado .

Las madres se concentraron en el centro con paraguas y sombrillas para hacer visible el problema de sus hijos. Los preparan antes de ir al colegio como quien los manda a cruzar el Sahara: gorritas, embadurnado en protección solar y agua para que no se les deshidrate. Aún así, niños tan pequeños no saben protegerse del sol. Según cuentan el año pasado se dieron casos de insolación , hay pequeños con piel atópica que llegan con irritaciones cutáneas y una madre teme que no pueda mandar a su hijo al próximo año al colegio porque padece leucemia y no puede darle el sol.

Están dispuestos a c onformarse con poco, una estructura de hierro con piezas de rafia sobre ella. Aceptan que ni siquiera sean toldos que costarían más caros. Según les indicó un profesional el coste puede rondar los 400 euros. De hecho según cuentan el Ayuntamiento les dijo que podía costear la infraestructura, pero que no tenía profesionales herreros para hacer los trabajos, ni presupuesto para colocarlo. Llegaron a decirles que fuera el propio centro quien lo colocara, pero según cuentan desde la dirección les dijeron que no podían hacerse cargo de una posible responsabilidad civil en caso de problemas en la estructura.

Lo que parecía un problema irresoluble, quedó rápidamente resuelto por la movilización . Las madres se concentraron en el colegio con sombrillas, contaron su situación a los medios que se interesaron por la situación de los niños. La delegada de Educación, María Jesús Campos, con la que hasta ahora no habían conseguido hablar, ya que siempre les remitían a un técnico, se personó en el centro, habló con el director y anunció en medio de la movilización que la próxima semana quedaría instalada la pérgola para dar sombra.